Este jueves se celebra la cuarta fase del juicio contra Bernardo Montoya por el crimen cometido contra la joven zamorana Laura Luelmo. Hoy será el último día para presentar las causas testificales, y el viernes tendrán lugar las conclusiones del caso. Pero ayer, la sesión de la tarde se cerraba con un relevante detalle de las investigaciones forenses: en el cuerpo de Laura Luelmo sí había restos de ADN de Bernardo Montoya, pero no su semen. Esto provoca que la insistente declaración del único acusado sobre que no agredió sexualmente a la profesora de 26 años cobre fuerza y pueda llevar a su defensa a conseguir retirar la petición de prisión permanente revisable.
Ha sido el propio abogado de Montoya, Miguel Rivera quien ha desvelado este giro procesal a las puertas de la Audiencia Provincial de Huelva. Mientras el juicio con jurado popular se celebra a puerta cerrada, solo el letrado defensor está ofreciendo detalles sobre el desarrollo de las vistas. Miguel Rivera ha asegurado que este hallazgo de los forenses supone que "no hay nada que incrimine a Bernardo Montoya en una violación". Algo que podría provocar que se viniera abajo la petición de prisión permanente revisable, que mantiene la acusación particular, la Fiscalía y la Junta de Andalucía, junto a los delitos de retención ilegal y asesinato. Una vez más, Miguel Rivera insistió en la no agresión sexual a Laura Luelmo y que los restos biológicos de Montoya pudieron aparecer en el cuerpo de la joven, cuando este la trasladó al paraje de Las Mimbreras, donde la abandonó.
"Sometida a sufrimientos innecesarios"
Por otro lado, los seis forenses que participaron en el levantamiento del cadáver y en la autopsia y dos agentes de la Unidad de Criminalística de la Guardia Civil y que ayer declararon en el juicio sí indican que la joven sufrió multitud de golpes que le provocaron "graves heridas". Es decir, que la joven fue "sometida a sufrimientos innecesarios", como se había desvelado en los primeros informes forenses. Además, el informe fiscal apunta como causa de la muerte "una hemorragia cerebral y la fractura del cráneo", tras más de 78 minutos de agresiones, fundamentalmente en la cabeza.
Montoya reconoce que trasladó el cuerpo de Laura Luelmo
Durante la sesión celebrada este jueves, el único acusado ha reconocido "sin comas ni sombras" haber transportado el cuerpo de la joven al paraje de Las Mimbreras y haber usado una manta para cubrirlo, según ha desvelado su abogado otro día más a las puertas de la Audiencia Provincial de Huelva. Reforzando de nuevo la teoría de cómo pudieron llegar sus restos biológicos al cuerpo de la zamorana.
Igualmente, Bernardo Montoya mantiene su versión de que Josefa (su exnovia) fue quien acabó con la vida de Laura Luelmo a golpes, tras un ataque de celos. El acusado insiste en que su primera declaración fue fruto de querer proteger a la que fuera su expareja, pero cuya verisón cambió una vez ya estaba en prisión.