El pueblo de Sara Bravo no olvida a la doctora más joven de España en morir por culpa del COVID
Santa Cristina de la Polvorosa dedica una zona de descanso de su parque municipal a la joven de 28 años fallecida mientras trabajaba en el Centro de Salud de Mota del Cuervo (Cuenca)
22 noviembre, 2021 16:12Noticias relacionadas
"Respeto, orgullo, devoción, amor y pasión. Fue lo que esta mujer sintió por su profesión. Tu pueblo siempre te tendrá presente". Con este emotivo mensaje, Santa Cristina de la Polvorosa recordará para siempre a su vecina la doctora Sara Bravo. La joven sanitaria de 28 años fallecida por coronavirus un 28 de marzo de 2020, mientras luchaba 'en primera línea' sanitaria en el Centro de Salud de Mota del Cuervo (Cuenca).
El Ayuntamiento su localidad materna ha decidido llamar una zona de descanso del parque municipal con su nombre, en homenaje por su labor durante la pandemia del COVID. Santa Cristina de la Polvorosa ha descubierto, además, una placa con estas bellas palabras hacia la doctora más joven de España que fallecía a causa del coronavirus. "Jamás desaparece lo que jamás se olvida", recuerda el monolito en honor a Sara Bravo.
Al evento ha acudido la madre de la joven, que reside en la localidad y que ha recibido una placa conmemorativa del acto. Teresa López ha agradecido muy emocionada el gesto y también la presencia de varios compañeros de su hija procedentes de la Universidad de Valladolid, donde la joven cursó Medicina. Cabe recordar que esta madre también fue la persona elegida por los médicos para recoger el Premio Princesa de Asturias en homenaje a los sanitarios tras la pandemia del COVID.
Lo que su pueblo le debía
Un acto de homenaje con el que hoy su pueblo puede honrar a la joven Sara Bravo, ya que tras su prematuro fallecimiento no fue posible por encontrarnos en la peor fase de la pandemia. El Ayuntamiento de Santa Cristina de la Polvorosa sentía una "deuda" con la joven, por no poder honrarla en condiciones cuando fallecía en la primera oleada.
El alcalde del municipio, Salvador Domínguez, recordaba lo "deningrante" que fue para ellos, ver pasar el coche fúnebre y tras él solamente dos vehículos de los familiares más directos de la joven, ya que en aquel momento estaba vigente el confinamiento domiliciario y las restricciones anti-COVID eran las más restrictivas para evitar más contagios.