El pequeño municipio de Santa María de la Vega saltaba a la actualidad hace unas semanas por una curiosa decisión de su Ayuntamiento: el pleno decidía celebrar un referéndum popular para que los vecinos eligieran el nuevo nombre para la avenida Primo de Rivera, que actualmente se mantiene en el pueblo. De improviso, el foco mediático giraba hacia esta pequeña localidad de apenas 300 habitantes de los Valles de Benavente, por el requerimiento del senador de Compromís, Carles Mulet.
Y es que el senador valenciano iniciaba hace cuatro años una campaña mediática y desde el Senado para que las localidades españolas cumplieran, de una vez, la Ley de Memoria Histórica de 2007, que obliga a la retirada de símbolos y nombres franquistas o de la guerra Civil Española, para evitar su enaltecimiento. Desde entonces, Compromís solicitaba al Gobierno de España un listado completo del callejero nacional, en el que se incluyera simbología franquista de cualquier tipo; y ha ido contactando con dichos consistorios para instarles a su retirada. Entre ellos, este municipio zamorano.
Allá por 2018, la alcaldesa de Santa María de la Vega, Josefa Fuente Blanco, recibía esta primera comunicación por parte de Compromís. En ella, la alcaldesa zamorana recuerda que el senador "nos invita a reflexionar" sobre el nombre de esta avenida y desde el Ayuntamiento se plantean ya su retirada. Pero al no considerarlo un asunto prioritario, puesto que "los pueblos pequeños tenemos que preocuparnos por conseguir los planes de empleo, subvenciones, arreglos de calle y cosas que ayuden a mantener la vida en el municipio", no se llegó a una decisión firme. Entonces llegado 2019, Josefa Fuente asegura que reciben un segundo escrito de Compromís "con amenazas veladas". La alcaldesa relata como recibieron presiones y "amenazas" sobre que si no cumplían el requerimiento de la Ley de Memoria Histórica, el municipio podría dejar de percibir "ciertas ayudas estatales".
Entonces llegaron dos complicados años de pandemia sanitaria, donde ayuntamientos como el de Santa María de la Vega fueron el primer recurso de los vecinos para casi cualquier problema. "Hicimos compra, ayudamos a familias a atender a sus mayores, repartimos mascarillas, desinfectamos todo lo que pudimos...", recuerda la alcaldesa. Y con la llegada de la nueva normalidad, Compromís volvía a comunicarse con el Consistorio el 10 de febrero de 2021, para solicitar información "sobre las actas de acuerdos adoptados por los órganos de gobierno en los que se acuerda la retirada de
símbolos que estarían incumpliendo la Ley de Memoria Histórica". Y aquí surgió la idea que se convertiría en noticia.
Celebrar un referéndum popular, o no
Durante el pleno ordinario del mes de marzo 2021, todos los concejales del Ayuntamiento de Santa María de la Vega debatieron sobre la retirada del nombre, "porque ante todo queremos cumplir todas las leyes, incluída la de Memoría Histórica", recuerda Josefa Fuente. Pero no se consiguió llegar a un acuerdo sobre a quién dedicar la avenida en cuestión. Así que la propia alcaldesa planteaba la posibilidad de preguntar a los vecinos entre un par de opciones y que fueran ellos quienes deshicieran el entuerto.
"No lo vimos como algo de otro mundo y se ha liado una buena desde que Compromís se lo contara a los medios de comunicación", indica la regidora, que asegura que muchos vecinos "ni sabían ni les preocupaba el tema". El Ayuntamiento planteó el asunto como algo sencillo: enviarles las opciones en unas papeletas a sus buzones, convocarles un día y, siguiendo el padrón, que fueran a votar al Consistorio. Pero a raíz de la anécdota, varios vecinos de avanzada edad se ponían en contacto con Josefa Fuente, para darle un giro de guión a la historia. Resulta que el origen de la creación del propio pueblo podría justificar el nombre de Primo de Rivera en esta avenida. En 1925, los municipios de Redelga de la Polvorosa y Verdenosa de la Polvorosa obtenían el permiso para dejar de ser pedanías de Morales del Rey y pasar a crear un nuevo pueblo bajo el nombre de Santa María de la Vega. Una iniciativa que lideró el entonces párroco de la localidad, don José, junto a los vecinos; y que obtuvo el beneplácito del entonces regidor en España, Miguel Primo de Rivera, general que gobernó el país entre 1923 y 1930, tras encabezar un golpe de Estado que contaba con el visto bueno del rey Alfonso XIII y que derivaría en una dictadura hasta su dimisión. Por lo tanto, el nombre de esta avenida proviene de Miguel, y no de su hijo, José Antonio Primo de Rivera, fundador de la Falange Española y convertido en mártir por la propaganda franquista.
Ahora, la propia alcaldesa de Santa María de la Vega se ha propuesto realizar un trabajo de investigación para corroborar que el origen de esta calle data de 1925, cuando se fundó el propio municipio y se estableció ese nombre en agradecimiento a Miguel Primo de Rivera por su permiso como dirigente del país. Una difícil tarea, porque como la propia Josefa Fuente detalla que, "se ha dado la mala casualidad", de que el Ayuntamiento de Morales del Rey sufrió un incendio en 1926, que destruyó todos los archivos previos a ese año, incluidos los registros que podrían corroborar el nombramiento de esa calle. Así que la intención de la alcaldesa es repasar los libros de nacimiento que puedan tener en la iglesia del pueblo de ese mismo año y posteriores, para demostrar que esa avenida ya tenía el nombre de Primo de Rivera en 1925, en referencia a Miguel y no a José Antonio. De poder demostrar este hecho, Josefa Fuente asegura que no cambiará el nombre de la calle, "ya que está unida a la propia historia del pueblo y de su creación".
Castilla y León y sus 280 calles franquistas
Pero el caso de Santa María de la Vega no es un hecho aislado. Según el listado facilitado por Compromís a EL ESPAÑOL - Noticias de Castilla y León, cuando la formación comenzaba en 2017 esta iniciativa que busca hacer cumplir la Ley de Memoria Histórica, nuestra Comunidad contaba con 280 calles con nombres o símbolos franquistas, de las 880 contabilizadas a nivel nacional. Una cifra que ha ido descendiendo tras la denuncia pública del senador de Compromís, Carlet Mulet, quien también ha ido enviando cartas a cada ayuntamiento para solicitar el cambio oficial de nomenclatura a estas vías castellanas y leonesas.
En estos cuatro años, decenas de consistorios han ido respondiendo al requerimiento de Mulet, con mayor o menor agrado, y con respuestas tan variopintas como las de este referéndum en Zamora. De hecho, se da la coincidiencia de que una localidad soriana, Valdelagua del Cerro justifica también que la vía que mantienen con el nombre de Primo de Rivera, correspondería a Miguel Primo de Rivera y no a su hijo, al igual que el municipio zamorano. Especialmente molestos con Carles Mulet, aseguraban en su escrito al Senado que las acusaciones de Compromís "rozaban el acoso" y hasta llegaron a pedir en pleno la dimisión del senador valenciano "por su incompetencia y obdecación" al asegurar que este "no hace caso" a las múltiples justificaciones que el Ayuntamiento de Valdelagua del Cerro ya había remitido a Compromís con anterioridad.
También en San Román de la Cuba (Palencia), su Ayuntamiento justifica históricamente el mantenimiento de una calle dedicada a José Calvo Sotelo. El Consistorio palentino sostiene que la Ley 52/2007, de 26 de diciembre, por la que se reconocen y amplían derechos y se establecen medidas en favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la Guerra Civil y la dictadura franquista; no se aplica en la persona de Calvo Sotelo, puesto que el político fue parte también de la dictadura de Miguel Primo de Rivera, anterior a julio de 1936 cuando estalló la Guerra Civil Española. No obstante, San Román de la Cuba sí cambió los nombres de General Mola, José Antonio y General Franco de su callejero en 2017, por ser nomenclaturas directamente relacionadas con el franquismo.