El pasado 24 de febrero, el presidente de Rusia anunció una operación militar en Ucrania. Desde entonces, Rusia ha lanzado misiles a las infraestructuras y puntos fronterizos. Tanques y tropas han entrado en Ucrania en puntos del Este, Sur, y Norte del país y los vehículos militares rusos han cruzado la frontera de Bielorrusia en dirección a la región de Chernihiv, y desde Rusia a la región de Sumy, así como desde la ocupada Crimea por el Sur.
Se ha llamado a la población a la resistencia, las personas se refugian por la noche en el metro, sótano u otros lugares bajo tierra. Ucrania está en estado de guerra. Según el presidente de la Organización Internacional para los Refugiados, “al ir a la guerra contra Ucrania, Rusia está creando una crisis que pone en riesgo la vida de personas que se desplazan, y crea un sufrimiento que sobrepasa nada de lo visto en Europa en décadas. Millones de personas están en peligro. Los gobiernos del mundo deben estar preparados para proveer de ayuda y protección a la gente que huye, así como a los heridos de guerra”.
La Organización Mundial de la Salud reitera su preocupación por la seguridad, salud, y bienestar de los civiles afectados, y prevé una catástrofe humanitaria si la escalada bélica va a más. La situación es muy cambiante, y es difícil predecir los siguientes pasos.
Dada esta situación, Cáritas está muy preocupada por el impacto en la población, que ya vive unas condiciones críticas desde hace 8 años, y ya se ha cobrado la vida de más de 14.000 personas, y ha desplazado a 1,5 millones, situación agravada por la pandemia.
Cáritas Española trabaja en Ucrania desde 2010, apoyando proyectos de acción social y de emergencia. Asimismo, Cáritas apoya los proyectos de Cáritas Ucrania y del resto de la zona para garantizar la movilidad segura y digna de las personas que ven obligadas a huir de la guerra. Se pone atención especial a las personas más vulnerables. Por el momento, ya se ha hecho una aportación inicial desde Cáritas Española de 25.000 euros para apoyar a Cáritas Ucrania.
“La confederación de Cáritas ha lanzado una llamada de emergencia para apoyar a Cáritas Ucrania, habilitando todos los canales administrativos y de comunicación necesarios para canalizar la solidaridad de la sociedad española, en favor de las personas más vulnerables que están siendo víctimas de esta nueva guerra en el este de Europa”, apunta Beatriz Riesco.
Es pronto para hablar de una posible llegada de refugiados a Zamora, pero, si se diera el caso, Cáritas y la Iglesia pondrán a disposición sus recursos de acogida.
Cáritas Diocesana de Zamora se suma a esta campaña. La manera de canalizar la ayuda será exclusivamente económica, ya que el transporte de material sanitario o productos de alimentación desde aquí hasta Ucrania sería inviable por su alto coste y por las dificultades lógicas de desplazamiento, lo cual haría que probablemente las donaciones no se pudieran repartir ni destinarlas a la finalidad con la que se recogen.
Cáritas ya ha corroborado, en otras emergencias, que las partidas económicas son la forma más eficaz y rápida de materializar la ayuda. A través de las donaciones dinerarias, Cáritas Ucrania y las Cáritas fronterizas, que son las que trabajan sobre el terreno, pueden adquirir el material necesario, para la población, en base a las necesidades que se van presentando. Esto optimiza los recursos y hace que la ayuda sea más eficaz.
Cualquier persona que esté interesada en realizar una aportación podrá hacerlo a través de la página web oficial, www.caritas.es/zamora/, en la sede central de Cáritas Diocesana de Zamora (Plaza Viriato, 1), Bizum o mediante transferencia bancaria en los siguientes números de cuenta:
SANTANDER
ES25 0030 6024 08 0000108272
CAJA RURAL
ES94 3085 0058 07 143186818
UNICAJA
ES76 2103 2293 94 0013249762
BBVA
ES94 0182 0664 21 0018508431
Cáritas Ucrania, Polonia, Moldavia y Rumanía, sobre el terreno
Cáritas Ucrania está impulsando la movilización de voluntarios locales para el acondicionamiento de los 19 centros de acogida, que se han identificado hasta la fecha, y la atención a los desplazados internos que han huido de las zonas en conflicto. En este sentido, “se va a preparar un equipo que atienda casos de especial vulnerabilidad (menores no acompañados, personas mayores, víctimas de trata, etc.). En estos centros se ofrece información actualizada, reparto de comida caliente, agua, kits de higiene básica, transporte seguro, refugio para personas que no tengan otra opción, lavandería comunitaria, atención a personas especialmente vulnerables (mayores, personas con discapacidad, menores), apoyo emocional básico y zona de ocio para niños (deportes y manualidades)” comenta Beatriz Riesco, responsable de Cooperación Internacional en Cáritas Diocesana de Zamora.
Cáritas Polonia, Cáritas Moldavia y Cáritas Rumanía trabajan en las fronteras acogiendo a las personas que han tenido que huir, ofreciendo alojamiento, comida, kits de higiene o escucha y ayuda emocional. Por su parte, Cáritas Bulgaria, aunque no es país fronterizo, se prepara para atender a todos los refugiados. Se están preparando infraestructuras de la Iglesia, equipos locales de identificación de colectivos más vulnerables, movilización de voluntarios y otros recursos disponibles como transportes seguros, alojamiento temporal en parroquias, congregaciones o casas, lugares para adquirir comida y kits de higiene básica, apoyo psicosocial.