La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) denuncia las condiciones “leoninas” que la empresa Cerealto Siro Foods quiere imponer a los 300 trabajadores que conforman la plantilla en Toro (Zamora), con un plan de viabilidad “inasumible” y, por ello, respalda la huelga indefinida que ha convocado el comité de empresa en la planta desde el próximo lunes, 4 de abril, en los tres turnos de trabajo.
“En ningún momento, la empresa ha abierto una negociación real. Se trata de una imposición de condiciones, de una dictadura”, explica Rafael Pérez, responsable del sector de empresa privada de CSIF en Zamora, quien acusa a Cerealto Siro Foods de haberse negado a estudiar otras vías de solución, que no pasen exclusivamente por “recortar drásticamente los derechos sociales y económicos de los trabajadores”. “O aceptan el plan de viabilidad, o nada, es su respuesta”, subraya.
A esta cerrazón se suma, según acusa Pérez, el “chantaje en toda regla” al que quiere someter a la plantilla al utilizar como “moneda de cambio”, a los diez trabajadores que ha despedido como represalia, después de que el comité de empresa se levantara de la mesa de negociación. Resulta “inaceptable” que la empresa plantee ahora que “admitirá a los empleados, con la condición de que el comité de empresa acceda a sentarse a negociar sus propuestas unilaterales”.
Esto es, para Pérez, una muestra de la “mala fe” demostrada por la empresa, desde que en octubre del pasado año presentara un plan de viabilidad “inaceptable para cualquier trabajador”.
Según explica, este plan incluye la supresión de la antigüedad, de los complementos, de los pluses de fin de semana, del plus de festivo y de nocturnidad y reducción de días de asuntos propios, lo que supondría “volver a trabajar por la mitad de sueldo y con más jornadas laborales”.
Junto a esto, la propuesta de la empresa incluye un plan de movilidad de los trabajadores entre las plantas que Siro tiene en Toro, Aguilar de Campoo y Venta de Baños, y la imposición de un convenio único para todas ellas. Y todo, según añade el dirigente sindical de CSIF, “sin que haya una garantía de mantenimiento del empleo en un futuro en una provincia, como la de Zamora, tan castigada por el desempleo”.
CSIF, además, acusa a Cerealto Siro Foods de “ocultismo”, al negarse a entregar al comité de empresa los informes trimestrales de cuentas y los datos de viabilidad de la empresa, lo que hace “sospechar” que la fábrica de Toro “produce dinero y es rentable”. La de Toro es la única fábrica del Cerealto Siro Foods que ha decidido no aceptar las nuevas condiciones laborales reflejadas en el plan de viabilidad.
Para tratar de reconducir la situación, CSIF hace un llamamiento a la empresa para que se preste a negociar de forma real y baraje propuestas de viabilidad que no solo recaigan en los trabajadores.