De la reinvención de un figón a crear un guiso de carne con una exclusiva proteína de guisante, la Feria De tapas por Zamora ofrece a sus vecinos y visitantes una ocasión única para recorrer los bares de la capital y degustar las veinte propuestas gastronómicas que han elaborado para su concurso.
La idea de los hosteleros zamoranos en esta 16 edición es tomarse esta feria de la tapa como una yincana. Retar a los clientes a recorrer todos los bares participantes en el concurso y disfrutar, uno a uno, de sus deliciosas creaciones, donde la apuesta por los productos zamoranos ha sido generalizada. "Micrococina con mucha pasión", como define Azehos esta feria, donde participar y votar a tus favoritos tiene premio. Libros, cenas, noches de hotel y, como gran novedad este año, un viaje valorado en 1.000 euros tanto para el comensal agraciado con el sorteo, como para el establecimiento ganador.
Pero vamos a lo que toca: las tapas. Veinte manjares elaborados con mucha imaginación, cariño y gusto por presumir de los productos zamoranos; y con una oferta que recorre buena parte de la ciudad e, incluso, las vecinas Villaralbo y Madridanos. Y es que la conocida Casa Aurelia, cuya matriarca se ha hecho estrella indiscutible ya de MasterChef, participa con unas mollejas de lechazo, con boletus de Aliste, pan de hogaza de Zamora y humus de garbanzo de Fuentesaúco con AOVE. Por su parte, La Viso, en Madridanos, propone una caldereta de cordero, donde la tacita lleva un caldo de cordero reducido y el donut está hecho a base de patata y mantequilla y la carne de cordero guisada y desmigada.
Y de vuelta a la capital podemos ir disfrutando de esta yincana gastronómica cómodamente, por zonas, y de paso descubriendo rincones de la ciudad. Empezando por el corazón de Zamora, el parque de La Marina, encontramos al restaurante París, con su Veganita de Coreses. Un guiso tradicional tanzano "kuku wakupaka", con "carne" de proteína de guisante de Molendum que se fabrica en exclusiva en Coreses, con verduras frescas y coco.
También en La Marina encontramos la propuesta de La Pinta de Oro, con una tapa de mejillones frescos en tempura japonesa y variado de salsas; el bao relleno de carrillera ibérica migada del restaurante La Fontana; el Bocalao del Benito&Co, un delicioso bocata de bacalao con miel de Zamora; el Arraigo del Grial by La Gusa, que se compone de una fusión exquisita de sabores zamoranos con una sopa de ajo negra hecha con pan sayagués, crujiente de molleja zamorana, bizcocho aromatizado con tinta de toro y paté de pulpo a la sanabresa; también encontramos la tapa de Casa Mariano, con una tarrina de delicias con cordero lechal escabechados; y finalmente, el café Marfil propone una tosta de paleta al horno en su aliño con pimiento zamorano asado, que se presenta en una rebanada de pan de Entrala.
No puede faltar en esta vuelta una de las zonas de tapas por excelencia en la ciudad y conocida por todos los visitantes: Los Herreros. Allí encontramos la propuesta del bar Moli, que nos tienta con su Pecado, que presentan en una pequeña cajita y utilizando productos de la tierra, se convierte en la sencilla y a la vez atrevida tapa que el Moli propone este año. Muy cerca de allí, el Ulalá Bar nos llega con Blin, blin, un blinis con crema de queso, crema de guacamole y salmón ahumado, montados unos encima de otros, creando una mezcla de sabores para volverse loco.
Y de Los Herreros nos vamos un poco más arriba de la ciudad para acudir a la plaza Santa Eulalia, de gran éxito para los zamoranos amantes del tapeo y que cada día es una zona más cotizada para pasar un buen rato de gastronomía. Aquí podremos disfrutar de la propuesta del local de reciente apertura O Jantar da Noite, Ricordo, una propuesta de patatas panaderas, carne guisada y, sorpresa, oreja de carnaval. Todos en "homenaje a nuestros abuelos y a los sabores de siempre".
También en esta zona se ubica el bar Santa Eulalia, uno de los más populares de la zona, que propone una mouse de queso hircus, acompañado de tomate confitado, menta frita, streussel de albahaca y caviar de vinagre de módena. Ligero, pero con una mezcla de sabores sorprendente. Y para cerrar el trío de esta plaza está el restaurante Capitol, con su tapa Cebón Castellano. Un timbal con manzana, solomillo y crema de queso, cubierto con puré de patata y gratinado al horno.
Continuando con esta yincana gastronómica, pero que a la vez nos permite conocer buena parte de la ciudad llegamos a la famosa calle Santa Clara. Corazón comercial de la ciudad de Zamora y vía que comunica el parque de La Marina con todo el casco viejo de la capital. Imposible no pasar por allí en un viaje a Zamora. Pues justo entre Santa Eulalia y Santa Clara está la calle Viriato, donde se ubica el Diner Flamingo, que este año ha decidido reinventar el figón. Un plato exclusivamente zamorano y de invención local, que este restaurante ha decidido transformar en hamburguesa. Simplemente sorprendente. También justo al lado de esta fundamental calle de la capital se encuentra el restaurante Patanegra, cuya tapa Undesos, consiste en un tartar de bacalao sobre teja de su piel en fritura, decorado con huevas, aove, brotes florales y semilla de amapola.
En la conocida zona de Los lobos, cumbre de los pinchos zamoranos, sobre todo de los que sí y los que no, este año participa con su tapa de concurso La Bocca di Baco con su Espartano, un espárrago rebozado con bechamel de gambas, mostaza con miel de Zamora y crujiente de almendra.
En esta ruta por la ciudad, la Feria De tapas por Zamora también ofrece la posibilidad de conocer el tradicional barrio de La Horta. En este caso de la mano del restaurante Liberten, con su Alfajor Liberten, que nos propone degustar su rabo de ternera en un solo y suculento bocado; y del HN Palacio del Duero, quien ofrece un Preñao Vinicola, de queso zamorano, miel y tinto de Toro. Zamorano y delicioso.
Y cierra esta ruta por la capital zamorana la famosa avenida Tres Cruces. Arteria comercial y residencial de Zamora y donde se ubica el bar Comodín, que con su Abanico, nos ofrece un pulled de abanico de cerdo ibérico con tip de ajo blanco y tomate seco caramelizado sobre pan pergamino.
Después de este recorrido por todas las tapas de concurso solo queda recordar que la Feria de la tapa estará abierta hasta el próximo 10 de abril, como preámbulo del regreso de la Semana Santa a Zamora y momento ideal para conocer la ciudad de una forma diferente.