El Consejo de Gobierno ha aprobado la declaración del Convento de San Francisco, en Zamora, Bien de Interés Cultural con categoría de Monumento. Con esta declaración se resuelve el expediente incoado en 1977.
En esta declaración de Bien de Interés Cultural se delimita un entorno de protección como su entorno visual y ambiental inmediato, en el que cualquier intervención que se realice puede suponer una alteración de las condiciones de percepción del bien o de su propio carácter. En este sentido, se incluyen en la delimitación el conjunto de parcelas que conforman su entorno inmediato.
El convento de San Francisco se encuentra situado en la margen izquierda del río Duero, muy próximo al puente de piedra y frente al Casco Antiguo de Zamora.
Son escasos los datos históricos que se conservan del antiguo convento de San Francisco, pero tuvo importancia en los siglos XV y XVI. La vista de Zamora de Wyngaerde de 1520, refleja su porte arquitectónico, alejado de lo que debió ser el edificio fundacional en torno a 1260. Durante la Guerra de Independencia, las tropas francesas alojadas en el convento destruyeron gran parte del mismo y en 1835, con la desamortización y exclaustración de los monjes, se abre su proceso de venta y desmantelamiento.
Del antiguo edificio se conserva una pequeña parte correspondiente a la cabecera de la iglesia, restos de su ábside del siglo XIV y posterior capilla funeraria del Deán Vázquez de Cepeda del siglo XVI, a través de la cual se accede a la Capilla de los Escalante. Se conserva también la bodega del convento, espacio abovedado situado en sótano. Hacia el lado norte preexiste una capilla que también cuenta con bóveda de crucería estrellada, que podría datar del siglo XVI y cuya construcción se atribuye a Rodrigo Gil de Hontañón.
Los resultados de los trabajos arqueológicos realizados previamente a las obras de los años 90, permitieron conocer un primer replanteo de la cabecera del templo, el espacio claustral, las dimensiones de la iglesia, algunos de sus enterramientos y un complejo de hornos de fundición de campanas bajo el suelo de la Capilla de los Ocampo.
En la actualidad, todos estos restos se encuentran integrados en un conjunto más amplio, resultado de la rehabilitación del antiguo recinto para su nuevo uso para albergar la sede de la Fundación Hispano-Lusa Rei Alfonso Henriques. El nuevo edificio, es un proyecto del arquitecto Manuel de las Casas, que integra en un mismo conjunto la vieja fábrica de piedra y la nueva construcción, caracterizada por el uso de vidrio y acero en los revestimientos. Los restos de la cabecera de la antigua iglesia se integran en el conjunto al igual que las construcciones preexistentes por el lado este, que se han cubierto y rehabilitado, pasando a formar parte de las dependencias de la Fundación.
En definitiva, la rehabilitación y adecuación a su nuevo uso como sede de la Fundación Hispano-Lusa Rei Alfonso Henriques, integra los restos del antiguo convento en un nuevo proyecto acorde con las necesidades actuales, sin perder sus características históricas y arquitectónicas básicas, lo que convierte al monumento en un hito reconocible dentro de la ciudad de Zamora, parte de la memoria de la ciudad y de su propia identidad.