Placas, monumentos, escudos o estatuas honrando la dictadura franquista española aún permanecen en 73 puntos de la provincia de Zamora. Además de las ya conocidas calles que todavía lucen los nombres de José Antonio Primo de Rivera, Carlos Pinilla, General Mola o Generalísimo Franco, más de setenta espacios públicos de Zamora, incumpliendo la Ley de Memoria Histórica, en vigor desde 2007.

El Foro por la Memoria de Zamora Verdad, Justicia y Reparación está realizando un arduo trabajo de descubrimiento y recopilación de estos puntos marcados por el recuerdo del franquismo para instar a las administraciones locales a que cumplan con esta ley que dice que "los escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación personal o colectiva del levantamiento militar, de la Guerra Civil y de la represión de la dictadura" deberán ser retiradas de los edificios y espacios públicos.

Un trabajo que, su presidente, Eduardo Martín, relata que comenzaba "casi al inicio del propio Foro por la Memoria de Zamora en 2012". Desde su fundación, esta organización recibe mensajes y fotografías de vecinos de pueblos zamoranos para informar de la existencia de estos vestigios franquistas. Recordatorios en piedra, hierro o mármol 'a los caídos'. Pero solo a los de un bando: los falangistas. Al bando nacional que tomó el poder tras la Guerra Civil española y cuyos dirigentes también cuentan con honores en las vías públicas de 73 puntos de a provincia. 

Aparte de por esta colaboración ciudadana espontánea, el Foro por la Memoria de Zamora comenzó una tarea colectiva para ir recogiendo estos puntos que recuerdan solo un solo lado de la historia, tras comprobar que muchas entidades locales (ayuntamientos) eran conocedores de estos memoriales franquistas, pero no estaban cumpliendo la citada Ley de Memoria Histórica. Una forma de acreditar in situ que ciertos municipios zamoranos habían decidido mantener estos vestigios pese a los requerimientos de formaciones políticas (como Compromís), el propio Foro por la Memoria o, incluso, vecinos de los mismos.

Primero se fueron recopilando en un listado, pero hace unos dos años, varios de los miembros de este foro comenzaron a recorrer la provincia descubriendo más y más vestigios franquistas en calles, edificios, parques y plazas de los pueblos zamoranos y de su propia capital. Todo para crear un mapa que pueda ubicar cada uno de ellos y que sea consultable de forma online. Una plataforma final que aún está en proceso de construcción pero que "verá la luz muy pronto", indica Eduardo Martín.

Algunos ejemplos de esta simbología franquista en Zamora

Este listado recoge 73 memoriales franquistas en Zamora, como puedan ser un escudo franquista en piedra en la Comisaría de la Policía Nacional, ubicada en Alcañices; un homenaje a Ramiro Ledesma Ramos en Alfaraz de Sayago, con un hito de piedra de Falange Española de Zamora de 1961, además de un monolito de Alianza Nacional de 2005 y una placa metálica de Falange Española de 2011; o el monumento a los 'caídos' con cuatro placas de mármol gris enmarcadas en un muro coronado por una cruz de San Martín de Castañeda; entre muchos otros.

Pero uno de los casos más llamativos que se ha encontrado el Foro por la Memoria de Zamora se encuentra en Molacillos. Resulta que en la Plaza Mayor de este pequeño pueblo de poco más de 250 habitantes se ubica una placa de mármol frente a su iglesia parroquial con el nombre Calle Pedro Contra Lozano, justo a la vuelta de la calle que lleva su mismo nombre: Pedro Contra, y que anteriormente se denominaba calle del Consuelo.

Dicho así, Pedro Contra Lozano puede no decirnos nada, pero este es el nombre de un joven falangista de la localidad zamorana que, según han podido corroborar desde el Foro por la Memoria de Zamora, murió en el frente durante la Guerra Civil y de ahí su homenaje. Pero la historia no termina ahí. "Cuando traen el cuerpo de este joven de vuelta al pueblo tras morir en combate, el entonces alcalde de Molacillos, que era del Frente Popular, es linchado, torturado y asesinado", indican desde esta organización. Para el Foro por la Memoria de Zamora resulta "incomprensible" que "jóvenes que en muchos casos probablemente tuvieron que asesinar a algún vecino, como era costumbre en los ritos de iniciación de la Falange Española tengan un homenaje en su pueblo", mientras que este alcalde en concreto "no tenga ni un solo recuerdo en el municipio". 

Otros municipios que también estarían incumpliendo esta Ley de Memoria Histórica directamente con recuerdos y honores a Francisco Franco o a su hermano Ramón serían localidades como San Cebrián de Castro o San Martín de Valderaduey. La primera mantiene una placa metálica que reza Plaza del Generalísimo Franco; además de dos placas de piedra a los 'caídos' en la calle José Antonio. Mientras que la segunda aún tiene una calle llamada Comandante Franco, en honor de Ramón Franco Bahamonde.

Otros como El Piñero mantienen su calle dedicada a Millán Astray; o el caso de Cerecinos del Carrizal, donde aún se puede encontrar en el pueblo un busto de bronce de Carlos Pinilla con una placa conmemorativa. Un municipio que también mantiene la calle Carlos Pinilla, plaza Generalísimo, calle Generalísimo, calle José Antonio, traviesa José Antonio, calle Primo de Rivera; y calle Antonio Salazar.

Mucho más habitual es ver cruces o placas dedicadas a los 'caídos', hasta 35 tienen recogidas en este mapa de los vestigios franquistas en la provincia de Zamora. Eduardo Martín explica que este tipo de simbología "resulta controvertida y es un problema porque genera una sensación de que estuvieras quitando honores" a las propias personas de los pueblos muertas por la propia Guerra Civil. "Se genera un agravio comparativos entre caídos de primera y de segunda", recalca. 

Desde el Foro por la Memoria de Zamora recuerdan que de los 73 pueblos donde se han encontrado estos vestigios franquistas, "en 52 de ellos hay registros de asesinatos por parte de franquistas". Pero en ninguno de ellos "existe un memorial u homenaje a ellos". Maestros, alcaldes, párrocos y vecinos para los que "no nada en la memoria pública de estos pueblos". Lo cual es, para Eduardo Martín "una memoria privilegiada de las personas que participaron en la represión franquista".

 

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