Interior del Centro de Inserción Social Manuel García Pelayo (Zamora)

Interior del Centro de Inserción Social Manuel García Pelayo (Zamora)

Zamora

De cumplir condena en Topas a reintegrarse en la sociedad en Zamora

El Centro de Inserción Social Manuel García Pelayo se ubica en Zamora, justo al lado de la antigua Cárcel Provincial

8 junio, 2022 12:38

Zamora alberga, curiosamente justo al lado dea la antigua Cárcel Provincial, el Centro de Inserción Social Manuel García Pelayo. Un espacio dependiente de Instituciones Penitenciarias donde los condenados a penas de prisión cumplen su tercer grado, libertad vigilada o trabajos a la comunidad, antes de volver a reintegrarse por completo en la sociedad, tras cumplir su condena por diversos delitos.

Un centro que cesó su actividad durante la pandemia del coronavirus, pero que ahora retoma su actividad "con mayor fuerza y energía, y aumentando considerablemente el número de internos". Así lo ha explicado el subdelegado del Gobierno en Zamora, Ángel Blanco, durante su visita al Centro de Inserción Social, donde ha tenido oportunidad de hablar con alguno de los 35 internos que tiene el espacio y que cumplen su tercer grado a las afueras de Zamora. Además, el centro también alberga a 16 internos con libertad condicional y atiende a otras 65 personas que tienen establecido condenas con trabajos en beneficio de la comunidad. 

Todos ellos reciben atención social, psicológica y formación profesional, dentro de la filosofía de que "con trabajo todas las personas son susceptibles de cambio y mejoría, pero hay que creerlo y trasmitirlo bien", detallaba Ángel Blanco. El objetivo final de este centro es la reinserción social de estos internos, y este lugar es el paso previo a su integración de nuevo en la sociedad civil. 

Una tarea que dirige María Tostado, como subdirectora del Centro de Inserción Social Manuel García Pelayo. "María es todo entusiasmo y entrega", detallaba el subdelegado del Gobierno en Zamora. Ella y 16 empleados públicos se encargan de "hacer que los internos adquieran las habilidades necesarias" para regresar a la vida normal. 

Entre estas actividades se encuentra la formación profesional, con la que se pretende que estos internos puedan encontrar una salida laboral una vez recuperen definitivamente su libertad. En concreto, los internos del centro zamorano han completado recientemente un curso de formación de actividades auxiliares agrícolas. Un empleo "muy demandado en la provincia", apuntaba Ángel Blanco. Y es que los internos pasan bastante tiempo en Zamora hasta que pueden retornar a sus lugares de origen si lo desean. Por eso el centro se adapta a la demanda de empleo de la provincia, para así poder aprovechar el fomento de sus hábitos laborales de forma práctica. 

Evitar posibles recaídas

María Tostado cuenta que la entrada en este Centro de Reinserción es un paso vital, pero la "etapa más difícil" del proceso del recluso. "Mientras están en Topas viven en un entorno artificial, donde no pueden ponerse a prueba en situaciones de riesgo y cotidianas. Aquí tienen su primera libertad vigilada y tenemos que seguir de cerca los posibles problemas de recaídas", detalla la subdirectora del centro. 

Por ello, el Centro trabaja en conjunto con Cruz Roja, Cáritas y la unidad psiquiátrica del Complejo Asistencial de Zamora para tratar los problemas de salud mental y drogodependencia que sigan latentes. Por ejemplo, desde Cruz Roja Zamora aportan una psicóloga y un criminólogo que "se dedica sobre todo al análisis de la conducta delictiva", y se trabaja para eliminar las conductas y costumbres que lleva a retomar la delincuencia.

Un trabajo que se completa con los servicios sociales del centro. Un departamento muy importante para trabajar con las familias y el en torno al que van a retomar los internos tras esta transición a la vida normal. Una reinserción de la que el propio director del Centro Penitenciario Topas (Salamanca), Carlos García, tiene "confianza absoluta".