Miles de de personas, llegados de diversos puntos de la provincia, han mostrado su furiosa indignación a las puertas de la Delegación Territorial de la Junta en Zamora por la gestión que esta ha realizado del incendio en la Sierra de la Culebra. Un fuego que ha arrasado con 30.800 hectáreas y es ya el mayor desastre medioambiental de la provivincia. Al grito de "asesinos", los presentes han pedido enérgicamente la dimisión del presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco; y del consejero de Medioambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, por su gestión de esta tragedia forestal, social y económica en la provincia de Zamora
Plataformas ciudadanas, partidos políticos, sindicatos y ciudadanos particulares han tomado La Marina para protestar contra lo que consideran una "catástrofe socio-ambiental", provocada por la "incapacidad" de la Junta de Castilla y León "para anticiparse". Centenares de pantartas de todos los pueblos afectados han dejado patente el mensaje de que "Zamora no se rinde, no se vende y no va a dejar que se olviden de ella".
Especialmente emotivo ha sido el momento de la llegada de un grupo de vecinos de Aliste que, literalmente, han traído parte de la Sierra de la Culebra quemada a las puertas de la Junta de Castilla y León. Una bicicleta abrasada, troncos calcinados y esqueletos de animales, para simbolizar visualmente la tragedia de este incendio.
A través de un manifiesto leído a las puertas de la Delegación Territorial de Zamora, estos colectivos denuncian que el "peor incendio de la historia en Zamora" ha sido consecuencia de no haber activado antes la campaña de riesgo alto por incendios forestales, "en un año especialmente seco y en plena ola de calor".
En esta concentración han estado presentes bomberos forestales, técnicos y agentes medioambientales, quienes han defendido que "la ausencia de una planificación acorde con el contexto climático y meteorológico en un mes como este junio, en el que tradicionalmente se han desarrollado muchos de los peores incendios forestales en la provincia, vuelve a mostrar que los planteamientos de anticipación de la campaña de prevención y extinción de incendios forestales son necesarios". Por ello han reiterado la reclamación de tener "una campaña sin discontinuidades, o como mínimo, preparada con todos sus efectivos el 1 de junio".
El relato del desastre
En este mismo manifiesto, los líderes de la protesta ciudadana han relatado como el pasado 15 de junio, cuando surgían los primeros focos relacionados con las altas temperaturas y las tormentas eléctricas, "algunas organizaciones denunciaban el peligro y la carencia del operativo de extinción de incendios forestales de la Junta". Pero, recuerdan, el consejero de Medioambiente de Castilla y León, Juan Carlos Suárez-Quiñones, anunciaba que los medios anti-incendios no estarían disponibles hasta las 00:00 horas del día 1 de julio.
Todavía el 16 de junio, indicaban esta tarde en Zamora, que "sabiendo la potencial gravedad del incendio, convertido ya en el peor de la historia reciente de Zamora, Suárez Quiñones no había asumido sus responsabilidades al frente de su Consejería, y en una dejación de funciones imperdonable, mantuvo desactivado todo el operativo de extinción de incendios forestales de Castilla y León".
Y ahora, tras cinco días de incendio, la sociedad zamorana clama contra la "debacle social y económica que va a suponer este incendio para nuestros pueblos de la Sierra de la Culebra". A voz en grito han lamentado los "muchísimos millones de euros perdidos en forma de ganado, pastos, madera, castañas, setas, turismo, colmenas, caza; que no van a poder ser resarcidos".
Especialmente emotivo ha sido el momento en el que las plataformas han recordado los sentimientos, las emociones, los recuerdos, las vivencias, las experiencias, las expectativas, "de cientos de personas que han estado y están ligadas a este territorio ahora devastado, un sufrimiento que nunca será suficientemente cuantificado". Además, han recordado que este incendio ha provocado "un gravísimo daño ecológico que se ha producido en un ecosistema único, Reserva Regional de Caza, Lugar de Interés Comunitario y perteneciente a la Red Natura 2000 y la Red de Espacios Naturales de la Junta de Castilla y León".
"No puede volver a pasar"
Finalmente, los manifestantes han exigido la dimisión del consejero de Medioambiente y del director general de Patrimonio Natural y Política Forestal. Y para que este desastre "no vuelve a ocurrir" exigen el aumento de medios, personal "y mejores condiciones laborales" en los medios de extinción; además de que dicho operativo antiincendios esté en funcionamiento "todo el año".
También reclamaron la elaboración de un plan "actualizado y eficaz" contra los incendios y por la prevención forestal; el desarrollo del Estatuto Básico del Bombero Forestal, que mejore las condiciones de trabajo de este colectivo; el incremento del empleo público dedicado a la conservación y el cuidado de la naturaleza y los espacios protegidos.
Además, pidieron que el Gobierno de España apruebe la declaración de zona catastrófica para el conjunto de los municipios afectados; así como la restauración "urgente del territorio", con la utilización de especies autóctonas a partir de semilleros de emergencia, y de viveros forestales de gestión pública cercana a las zonas silvícolas. "Esta restauración debe incluir ayudas sociales y ambientales urgentes para la recuperación de la zona", añadieron.
Igualmente, exigieron la incorporación en el ámbito de la planificación y en la gestión forestal de medidas relacionadas con la reducción de los riesgos climáticos, con la integración de las proyecciones climáticas y las medidas de adaptación en las políticas y acciones de lucha contra los incendios forestales, son fundamentales. Por ejemplo, mediante actividades como la extracción, reducción y adecuación de las masas arbóreas y arbustivas a través de trabajos de silvicultura, con las que "se puede contribuir a la disminución de la carga de combustible, la apertura de áreas de defensa contra el fuego o la práctica de tratamientos frente a plagas y enfermedades".
"Esto no puede volver a pasar", gritaron a las puertas de la Delegación Territorial. Y es que el comunicado finalizaba recordando que "el resto de nuestros bosques, Los Arribes del Duero, La Carballeda, Sayago, Sanabria, o de Aliste; no sigan los mismos pasos".