Por un grupo privado de Telegram. Así se fraguaba la multitudinaria rave ilegal en Salce de Sayago (Zamora) que se ha cobrado la vida de una joven suiza de 32 años. Mil vehículos y 2.500 asistentes 'tomaron' la ahora desértica ribera del embalse de Almendra para celebrar una fiesta hippie y de música electrónica sin ningún tipo de permisos ni dispositivo de seguridad.
A través de un grupo cerrado de la popular red de mensajería instantánea, personas llegadas fundamentalmente de Francia, pero también Bélgica, Italia y varios asistentes de otro festival en Portugal se citaron en el lugar donde descansan los restos del desaparecido pueblo de Argusino, sumergido por las aguas del pantano hace 55 años, para celebrar una macro fiesta que se ha prolongado desde el pasado viernes 12 hasta este mismo martes.
Cinco días de fiesta ilegal que han acabado con la muerte de una joven de 32 años, de origen suizo, que acudió a la rave acompañada de su pareja y varios amigos. Fue a las 15 horas del domingo cuando una llamada al Servicio de Emergencias del 112 de Castilla y León solicitaba asistencia sanitaria para dicha joven, que se encontraba inconsciente. A la llegada de los equipos sanitarios, estos solo pudieron certificar su muerte. Las causas de su fallecimiento, del que ya se ha descartado que fuera violento, aún se desconocen, pero el subdelegado del Gobierno en Zamora, Ángel Blanco, ha adelantado que la mujer sufría un problema cardíaco previo que pudo influir en su fallecimiento.
Miles de vehículos y cinco escenarios
Mayúscula fue la sorpresa de los vecinos de este pueblo de menos de 90 habitantes cuando el pasado jueves comenzaron a ver el desfile de caravanas, coches y furgonetas hacia el embalse de Almendra. Un lugar que, tras la intensa sequía, ha dejado una gran explanada de tierra donde los participantes de esta fiesta ilegal desplegaron nada menos que cinco escenarios, potentes equipos de sonido, furgonetas de comida y centenares de caravanas y coches.
Unas 2.500 personas llegadas del centro de Europa y cuyo evento no había sido comunicado a la Subdelegación del Gobierno en Zamora. Entre los asistentes jóvenes, pero también familias con niños que habían sido convocados a través de un grupo de Telegram restringido, que está siendo investigado por la Guardia Civil para dar con los responsables.
Si bien, la delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones ya adelantaba "la dificultad" que tendrá la identificación de los responsables de esta rave ilegal, que "precisamente buscan convocarse a través de medios que no sean de fácil acceso para el público general". Por el momento, el teniente coronel y jefe de la Comandancia de Zamora de la Guardia Civil, Héctor David Pulido, indicaba que los posibles organizadores "entendemos que son extranjeros, pero tenemos que seguir indagando".
Ante lo que claramente era una fiesta ilegal, la Guardia Civil desplegó el mismo viernes un dispositivo especial por tierra y aire, para evitar la llegada de más asistentes y controlar posibles peligros y altercados. No se llegó a desalojar el lugar, ya que, como ha indicado el subdelegado del Gobierno en Zamora, Ángel Blanco hubiera sido "arriesgadísmo". El subdelegado de Gobierno en Zamora ha explicado que se optó por tomar medidas acordes al "equilibro y la mesura".
Ante la masiva llegada de personas, el evento "excedía las dimensiones de la Guardia Civil de Zamora, entrar allí y desalojar era muy difícil", detallaba Blanco, quien además, recordaba que ya cuando se cortó el paso de vehículos "se vivieron varios momentos de tensión".
Ángel Blanco reconoce que este evento ilegal "nos pilló por sorpresa" y que nada tiene que ver con la rave ilegal que ya ocurrió también en la provincia, concretamente en Vime de Sanabria, en plena pandemia y con 200 asistentes. En este caso de Argusino, el subdelegado del Gobierno en Zamora asegura que "se trataba de un evento con una organización y logística trabajada".
Por el momento, la Guardia Civil ha detenido a dos personas por un delito contra la salud pública, por tráfico de drogas, y más de 200 personas han sido sancionadas por diversas causas: tenencia de armas blancas, posesión de drogas o desconsideraciones con los agentes, fundamentalmente.
Tras estas primeras denuncias, la Guardia Civil continuará su investigación para establecer las sanciones administrativas que sean pertinentes por la organización y asistencia a un evento ilegal de estas características. Y el subdelegado del Gobierno ha asegurado que estos actos "no quedarán impunes".
Durante cuatro días, el antiguo municipio de Argusino se ha convertido en un despliegue de música electrónica, luces, grandes pantallas y fiesta sin fin, que tristemente acaba con la muerte de una joven. Un lugar que, además, este fin de semana tenía otro evento planificado. Y es que los vecinos del desaparecido pueblo de Argusino celebran anualmente por estas fechas una romería y merienda en este mismo espacio, para recordar a su municipio, perdido hace 55 años bajo las aguas del embalse.
Generalmente, estos vecinos vuelven a reencontrarse en estas fechas, en los restos de la ermita, que durante el verano se descubre entre las aguas del embalse. Allí, recuerdan su pueblo, sus casas, y sus vivencias, antes de que el municipio desapareciera por la construcción de la presa, y que contaba con cerca de 400 habitantes antes de ser anegado y desalojado en 1967.
"Evitar altercados"
El alcalde de Salce, Rubén Gómez, en declaraciones a EL ESPAÑOL Noticias de Castilla y León, defiende la actuación llevada a cabo por la Guardia Civil de Zamora, cuando más de 2.000 personas se asentaron en el desaparecido pueblo de Argusino, en el corazón del embalse de Almendra. Ante las críticas generadas porque esta fiesta ilegal no se desalojara de inmediato, el regidor sayagués asegura que "cuando se quisieron dar cuenta, ya tenían todo montado, y podían provocar altercados si los echaban".
Sobre lo ocurrido, el alcalde de Salce asegura que tanto él como los vecinos creyeron inicialmente que la llegada de las caravanas tenía como origen las fiestas del pueblo vecino al suyo. Pero cuando los vehículos comenzaron a asentarse en la zona del embalse se quedaron "en shock". Fueron los propios vecinos quienes avisaron a la Guardia Civil de lo que estaba ocurriendo, aunque el alcalde sayagués defiende que "en ningún momento temimos que ocurriera algo en el pueblo, puesto que la zona está a tres kilómetros del pueblo".