Presentadoras como Marta Flich, María Patiño o Emma García lucen siempre espectaculares cuando se ponen frente a las cámaras. Para nadie es un secreto que detrás de ese look de diez se esconde un pequeño 'ejército' de estilistas, que recorren tiendas, showrooms, desfiles y casas de moda, para encontrar las últimas tendencias y que ellas siempre luzcan a la última moda.
El mundo de la moda es casi infinito y estar al día de las creaciones de diseñadores o marcas es un cuidado y complejo trabajo. Se trata de un terreno muy extenso, donde hay que ser muy experto y tener eso que llaman 'olfato'. Además, aunque la venta online y las redes sociales han democratizado la compra desde casi cualquier punto del planeta, lo cierto es que siempre reconforta tener una tienda en la que te aconsejen, te puedas probar y poder ver en directo según que prendas. Y más cuando sus precios no son precisamente asequibles.
Quizás esta haya sido la clave del éxito de Alma Mía. La boutique dirigida por Beatriz Lozano, ha erigido un pequeño imperio comercial desde la pequeña Zamora, con marcas exclusivas, de alta calidad y con las últimas tendencias del momento. Ella misma es quién recorre medio mundo para ofrecerlas en su tienda. Así, en solo tres años, la empresaria zamorana ha abierto nada menos que tres boutiques en la capital. Todas ellas ubicadas en la zona centro de la ciudad y con una clientela "muy fiel", que le permite seguir creciendo día a día.
Beatriz Lozano lleva desde los 17 años trabajando en el sector textil. Ha pasado por Inditex, y como ocurre en muchos casos, tuvo que emigrar de su querida Zamora. Pero el pasado 2019 volvía y lo hacía con su proyecto personal: Alma Mía. Su primera tienda abrió sus puertas el 16 de marzo de 2019, en la calle Magistral Romero, justo un año antes de la pandemia del COVID.
En este primer año reconoce que "tuve mucha aceptación y trabajamos mucho". Tanto fue así que, pese al confinamiento y la paralización de casi toda actividad comercial, el 1 de abril de 2021, Beatriz Lozano se lanzó a abrir su segundo establecimiento en la capital. "Tenía bastante calzado y mi idea inicial fue hacerlo solo como zapatería, pero se recibió tan bien, que he ido metiendo en la tienda marcas más altas, de precios más elevados y están funcionando", explica.
Y no en un sitio cualquiera. La segunda tienda de Alma Mía se ubica, nada menos, que en pleno corazón de la calle Santa Clara. Un espacio al alcance de no muchos bolsillos, pero que para la empresaria zamorana "compensa" porque supone para su negocio un grandísimo escaparate. "Es la zona de tránsito por excelencia de la ciudad y aquí tengo más posibilidades de que entren a la tienda que en cualquier otro lado, incluso si no compran en el momento", detalla.
De hecho, este es otro de los pilares de su negocio. Las zamoranas son "clientas muy fieles y que llevan desde el principio conmigo", agradece Beatriz Lozano, pero también es cierto que buena parte de su público procede del visitante de la capital. A su tienda en Santa Clara entran clientas de Madrid, Salamanca, Euskadi, Cantabria, Asturias, Navarra o Portugal, que pasan por su llamativo escaparate "y entran porque no es algo habitual que se pueda ver en cualquier ciudad". Alma Mía vende, sobre todo, "cosas diferentes al resto, marcas exclusivas, que no puedes encontrar en cualquier sitio", y ahí es donde se produce la magia.
Internet y las redes sociales, un gran aliado
Beatriz Lozano ha logrado que, aunque esas primeras visitantes no compren en el momento, "sí se quedan con el nombre de la tienda, o me piden una tarjeta y, más adelante, miran nuestra web o las redes sociales y me contactan para que les envíe productos". Internet se ha convertido así en su gran aliado, ya que consigue no perder el contacto con esas clientas potenciales que, a través de Whatsapp o Instagram pueden consultarle tallas, colores y todas las dudas que tengan, antes de comprar la prenda vía online.
Algo similar le ocurre con sus perfiles en redes sociales. Todos los días, Beatriz publica sus nuevos productos, la llegada de mercancía, looks que se pueden adquirir en su tienda, conjuntos para eventos o por temáticas (como estas fechas navideñas). Y a través de esto, sus seguidores "me van escribiendo, me preguntan por otras tallas, colores u opciones". Por ello, la empresaria zamorana dedica "muchas horas" a contestar los mensajes que recibe. Algo que le sirve para "vender mucho a través de las redes sociales".
Pese a que es consciente del daño que Internet y las grandes plataformas han hecho al pequeño comercio, para ella es "una ventana para que te vean, no todo el mundo te compra, pero tienes que subirte al tren y ponerte al día". Beatriz tiene muy claro que la forma de consumir ha cambiado y enfoca su trabajo sabiendo que "la gente compra mucho desde casa, lo ven mientras están en el sofá y hay que estar ahí". Si bien es cierto que mantiene sus tiendas físicas porque con las prendas de lujo que Alma Mía vende "quieren probárselo, que las aconsejen...". Clientes que "lógicamente vienen predispuestos a comprar y si no les encaja la idea que traían, pueden ver otros productos y acaban llevándose otra cosa que les ha gustado más".
El armario de las famosas
Y es que Beatriz se preocupa mucho por "estar in". Es toda una 'cazadora' de tendencias y recorre medio mundo para tener en su tienda "marcas muy exclusivas y prendas que no se encuentran en cualquier sitio". La empresaria zamorana viaja habitualmente a Madrid, Italia o París para visitar showrooms, también acude a desfiles y "me muevo mucho por Internet, en páginas y perfiles de todo el mundo para saber qué tendencias están de moda y que se va a llevar en próximas temporadas".
Una búsqueda continua y siempre a la última que lógicamente también practican los estilistas profesionales, que ayudan a vestirse a presentadoras, actrices o influencers. Así que, habitualmente, Alma Mía ofrece prendas que han lucido muchas famosas españolas. No es la primera vez que Beatriz se ha encontrado con que María Patiño (Socialité de Telecinco), Marta Flich (Todo es mentira de Cuatro) o Emma García (Fiesta de Telecinco) aparecen en pantalla con algún producto que Alma Mía tiene en sus estantes. "Nos sorprendía mucho, sobre todo al principio, porque yo había traído esas prendas porque me encajaron y luego veíamos que salían con ellas en televisión", detalla Beatriz.
Algo que también le ha ocurrido con influencers de moda como Paula Echevarria o Claudia Soriano. Y dada la casualidad, la empresaria zamorana ha aprovechado esto para hacer promoción de sus productos. Así, en sus perfiles en redes sociales, suele mostrar la imagen de estas famosas con las prendas que ella ofrece en sus tiendas.
Una tercera apertura
Sin duda, Beatriz ha encontrado una fórmula ganadora en el mercado del lujo y la exclusividad. Tanto es así, que a principios de este mismo mes de diciembre de 2022 ha podido abrir su tercera tienda en la calle San Miguel de Zamora. La idea inicial de este tercer establecimiento surge "para crear un outlet con la mercancía sobrante que nos va quedando en las otras dos tiendas". Y es que, al no ser una franquicia ni una gran cadena, la empresaria zamorana tiene que dar salida a los exclusivos productos que trae a sus tiendas.
Por desgracia, Alma Mía sufría recientemente un revés: su primer establecimiento se inundaba perdiendo su mercancía y obligando a cerrar temporalmente el local de Magistral Romero. Tras este suceso, Beatriz se ha visto obligada a trasladar buena parte de sus prendas a la tienda de Santa Clara y a este nuevo espacio en San Miguel.
Así que la empresaria zamorana ha tenido que aplazar su idea de "ofrecer marcas exclusivas a precio más asequible", hasta la próxima campaña de febrero 2022. También por estas fechas espera tener operativa su tienda en Magistral Romero, donde va a acometer una reforma para subsanar todos los problemas del local.
Como decíamos los tres locales de Alma Mía se han ubicado en pleno corazón del centro de la capital zamorana. Una apuesta por estar en el mejor "escaparate" posible de la ciudad. Una tarea que no siempre es fácil para quienes quieren emprender en Zamora capital. Por todos es de sobra conocido los retrasos y dificultades para obtener permisos y licencias para abrir nuevos negocios en la capital zamorana. La burocracia ya se ha tragado antes las ganas de emprender de otros.
En el caso de Beatriz cuenta que "me ha resultado relativamente fácil, porque los tres locales estaban dados de alta y solo he tenido que hacer un cambio de titularidad". La empresaria zamorana reconoce que, de haber sido locales sin licencia o nuevos, "habría sido imposible porque, con lo que se alarga en el tiempo la burocracia en Zamora, se te quitan las ganas. Solo es viable si abres en locales que tuvieran actividad".