Si hay una gran leyenda del motociclismo que ha logrado pasar a la historia por su buen hacer, esa no es otra que Ángel Nieto, un zamorano de pura cepa que hoy vuelve a cobrar protagonismo en la crónica social con motivo de su 76 cumpleaños.
El 25 de enero de 1947, Zamora vio nacer al que por aquel entonces no era más que un niño procedente de una familia humilde que decidió trasladarse a Madrid cuando Ángel tan solo tenía un año. En ese momento, Nieto era un joven con ganas de cumplir su gran sueño: adentrarse en el mundo del motor especializado en competición. A base de esfuerzo, constancia y también empeño, lo consiguió, llegando incluso a ser ganador de 90 grandes premios en diferentes categorías.
Pero Nieto no solo ha cosechado grandes éxitos a nivel profesional, sino también personal, entre ellos, sus tres hijos, Ángel y Pablo, fruto de su matrimonio con Josefa Aguilar; y Hugo, nacido de su relación con Belinda Alonso. Los dos primeros, junto con Fonsi, el sobrino más conocido del considerado como uno de los mejores pilotos del motociclismo español, y también su pionero estrella, optaron por seguir los pasos del que se había convertido en su referente y probar suerte en el sector. No les fue mal, pero lo cierto es que ninguno de ellos logró destacar tanto como lo hizo el que se hacía llamar Ángel Nieto 12+1, en referencia al número de títulos mundiales ganados.
El 3 de agosto de 2017, con 70 años recién cumplidos, la vida del zamorano se apagó por completo, dejando entre sus familiares, amigos, compañeros y seguidores un estado de absoluta desolación que traspasó fronteras. Ángel falleció tras sufrir un grave accidente en Ibiza mientras conducía un quad, el cual le provocó un edema cerebral masivo que, finalmente, acabó con su vida.
Nadie esperaba semejante fatídico desenlace para la que ya se había convertido en una gran leyenda internacional. Precisamente por esto, fueron muchos los que lloraron su pérdida, los que quisieron brindarle una emotiva despedida, y también los que en estos casi seis años que han pasado desde su muerte, han seguido rindiéndole homenaje cada vez que han tenido ocasión.
Entre ellos, se encuentran los zamoranos, que, orgullosos de compartir tierra natal con una figura de este calibre, han tratado de mantener vivo su recuerdo a través de diferentes y emotivas acciones que han querido llevar a cabo a modo de agradecimiento y admiración y, sobre todo, en señal de afecto.
En este gesto tan emotivo también parece haber influido, y bastante, el hecho de que el expiloto de motociclismo siempre presumiese de su tierra allá por donde iba, a pesar de que la mayor parte de su vida se desarrolló en otras ciudades. Desde que se fue de Zamora con solo un año, no volvió a vivir allí, pero si es cierto que, tal y como él mismo demostró en infinidad de ocasiones, por su ciudad siempre sintió un fuerte arraigo que le llevó a visitar la zona con bastante frecuencia, algo que incluso a día de hoy sigue siendo valorado positivamente por gran parte de la sociedad zamorana.
Tanto es así, que, tanto en vida como desde su muerte, han sido muchas las veces en las que el que fuera piloto de motociclismo ha sido homenajeado por su ciudad natal y una buena parte de sus vecinos, al considerar que ha sido uno de los mejores embajadores de Zamora a lo largo de toda su vida.
En los últimos años, la ciudad le ha dedicado una calle, y también un pabellón polideportivo. Además, tan solo unos meses después de su fallecimiento, decidió nombrarle hijo predilecto de Zamora, declararle zamorano universal, y condecorarle, a título póstumo, con la Medalla de Oro de la provincia, una distinción que recogieron sus tres hijos en una gala absolutamente emotiva organizada por la Asociación Motociclista Zamorana, de la que era presidente de honor y a la que siempre había estado muy unido, pues era el invitado estrella de la gala anual que a día de hoy sigue celebrando la agrupación. Una cita ineludible para él, que le hacía visitar su tierra natal, como mínimo, una vez al año.
La organización sigue insistiendo en que se erija una estatua en su honor, que todavía está pendiente de aprobar, aunque lo que sí han conseguido es que la vida del piloto español más laureado de todos los tiempos vaya a ser llevada a la gran pantalla, al parecer, a través de una producción cinematográfica protagonizada por el actor Juanjo Ballesta.