El Ayuntamiento de Zamora acumula un remanente de tesorería de 55.801.372 euros. Una cuantía que el concejal de Hacienda, Diego Bernardo, asegura que se ha alcanzado "sin haber subido los tributos en los últimos ocho años". Según apuntaba también el alcalde de Zamora, Francisco Guarido, a través de una gestión económica "positiva, honrada y transparente".
Algo que Guarido cree que ha permitido la recuperación de los ingresos, lo que descarta una subida inminente de tributos e impuestos. El superávit de 6.712.312,74 euros permiten al ayuntamiento poner en marcha proyectos futuros, como la construcción de un nuevo edificio municipal que superará los cinco millones de euros.
La liquidación de 2022 incluye también "todas esas fiscalizaciones que hemos realizado a algunas empresas concesionarias y que han sido favorables para el Ayuntamiento", lo que representa más de 10 millones en derechos hacia el Consistorio. El concejal de Hacienda ha destacado que la liquidación confirma que "no hay deuda, ni quiebra técnica" lo que permite aumentar la oferta de empleo público por encima del 100%, sin necesidad de recurrir a préstamos o "subir los impuestos de manera inmediata".
Los gastos generados, en ascenso desde 2015, se han concentrado en los grandes servicios que presta el Ayuntamiento, como aguas, limpieza viaria, parques y jardines y alumbrado público, que incrementaron su coste de 9 a más de 11 millones durante 2022, diferencia que el Consistorio ha podido costear sin incrementar los impuestos y que volverá a asumir en 2023, con un aumento previsto de 3,5 millones adicionales.
En cuanto a los ingresos, la mayor partida corresponde a impuestos directos y a transferencias corrientes, apartado en el que el concejal de Hacienda ha reclamado una financiación "más equilibrada y justa" para las entidades locales. El aumento de ingresos se explica, entre otras cosas, porque el ayuntamiento pide todas las subvenciones a las que puede optar, más de tres millones en ayudas europeas en 2022.
La liquidación de 2022 refleja "la buena situación" de las cuentas municipales y el esfuerzo del equipo de Gobierno durante los últimos cuatro años para mejorar los contratos y el mantenimiento de la ciudad "con un dinero que es de todos los zamoranos", según concluía Diego Bernardo.