El Servicio de Psiquiatría del Hospital Provincial de Zamora trabaja con dos terapias casi únicas en España para tratar la depresión resistente a los tratamientos psiquiátricos y farmacológicos habituales. El primero de ellos corresponde a la utilización de una máquina de estimulación magnética transcraneal (de la cual solo hay otras tres en el país). Y la segunda es un tratamiento farmacológico experimental con esketamina intranasal, de reciente aprobación en Europa.
En detalle, esta unidad se divide en tres fases donde se controla la aplicación de la máquina de estimulación magnética transcraneal, los efectos de la medicación con esketamina y, en un futuro próximo, un nuevo tratamiento con el fármaco psicodélico de la psilocibina.
La primera es una habitación con una cama de hospital con sus componentes habituales, donde se vigila cómo reacciona el paciente a la psicoestimulación farmacológica. La esketamina se utiliza en combinación con un inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina o un inhibidor de la recaptación de serotonina y noradrenalina, dos de las familias de antidepresivos más utilizadas en la actualidad. La principal ventaja de este tratamiento es la rapidez de acción, lo que ayuda a mejorar la adherencia al tratamiento y prevenir la ideación suicida.
Se hace necesario el control del paciente porque tiene propiedades similares a su precursora, la ketamina, y en las dosis recomendadas, la esketamina puede causar algunas reacciones adversas como disociación, mareo, sedación, náuseas, vómitos, vértigo, adormecimiento, ansiedad, letargo, incremento de la tensión sanguínea, sensación de embriaguez o, más raramente, problemas de orina.
Estimulación magnética transcraneal
La segunda de las salas es donde se ubica la pionera máquina de estimulación magnética transcraneal. Solo Zamora, Madrid, Barcelona y Valencia tienen esta innovadora técnica no invasiva y segura que utiliza campos magnéticos para mejorar el funcionamiento neuronal de los pacientes con depresión resistente y los trastornos obsesivos.
Esta maquina activa regiones del cerebro que tienen actividad disminuida en personas con depresión profunda. Según ha explicado los técnicos que manejan esta máquina y cuya técnica proviene de la Universidad de Stanford, se coloca una bobina electromagnética cerca de la frente y se envían pulsos magnéticos a través del cráneo para estimular las células nerviosas en la región del cerebro que controla el estado de ánimo y la depresión.
El jefe del Servicio de Psiquiatría, Manuel Franco ha asegurado que técnica no causa dolor y se considera muy segura por su bajo riesgo. Y es que aunque la persona no nota nada durante la aplicación del campo magnético, se produce una polarización neuronal que es positiva para el tratamiento de la depresión persistente.
Por el momento, seis pacientes de Zamora ya utilizan este tratamiento innovador, que se combina con un equipo especializado de psiquiátricas, psicólogo clínico y enfermeras especializadas en salud mental. Una técnica que podría ayudar a las más de 200 personas que se estima que puedan estar sufriendo este tipo de depresión resistente en la provincia de Zamora.
Hongo psicodélico como tratamiento
Aunque, sin duda, el avance más rompedor será la futura utilización de la psilocibina, un compuesto natural alucinógeno que proviene de algunos hongos comestibles. Sobre esto, Manuel Franco ha explicado que están participando en la investigación experimental de este nuevo tratamiento de psicoestimulación farmacológica con psilocibina en centros específicos de Europa como la unidad específica de Zamora.
En este tratamiento se utiliza psilocibina como estimulante para crear un estado, que ha definido coloquialmente como "un viaje" y se combina con la intervención psicoterapéutica. La sala donde se aplica este tratamiento debe cumplir con los mismos requisitos que en cualquier centro de Europa donde se practica, para que los psicoterapeutas intervengan en una reorganización del pensamiento para tratar trastornos como el estrés postraumático, la depresión resistente y los trastornos obsesivos.
Así que la sala es una habitación pensada al milímetro para hacer funcionar la terapia y donde hasta la decoración tiene un motivo médico. Estos trastornos son de alta gravedad y tienen un pronóstico difícil con las terapias convencionales.
Un trabajo pionero el de la Gerencia Sanitaria de Zamora que hoy ha visitado la delegada territorial de la Junta en Zamora, Leticia García, para conocer en detalle toda la Unidad de tratamiento de la depresión resistente; y cuyos recursos también pueden utilizarse para otros trastornos como el obsesivo-compulsivo o algunas adicciones. Leticia García destacaba que este a unidad se ha ubicado en Zamora gracias "al gran valor que tienen nuestros profesionales y porque contamos con uno de los mejores servicios de psiquiatría de España".