Los hallazgos arqueológicos no frenarán la construcción del Museo de Semana Santa de Zamora

Los restos arqueológicos hallados en la ubicación donde se levantará el Museo de Semana Santa de Zamora no supondrán ningún retraso en la ejecución del proyecto. Así lo ha considerado la Comisión Territorial de Patrimonio, que se ha reunido este viernes, 31 de marzo, bajo la presidencia de la delegada territorial de la Junta, Leticia García.

En este sentido, tras analizar el informe presentado por la arqueóloga y con el objeto de que las obras avancen conforme al proyecto, han confirmado que los estudios no suponen ningún retraso, puesto que esta fase está contemplada y planificada dentro del plazo de ejecución de la obra. Al desarrollarse dentro del casco histórico de la ciudad, han de aplicarse las directrices que marcan la Ley de Patrimonio y el Plan Especial del Conjunto Histórico de Zamora.

Los miembros de la Comisión han acordado proponer que la atarjea hallada deba extraerse por tramos y partes, para lo que se llevará a cabo una propuesta específica siguiendo las pautas de reconstrucción/restauración, como sucede en otros casos conocidos en la ciudad, para luego reubicarla en la zona y sótano donde la dirección técnica decida. 

Ahora bien, se deberá resolver el servicio que presta dicha atarjea. Por otro lado, señalan que quedan pendientes de ejecutar los 62 metros cuadrados de excavación arqueológica en el área que todavía no se ha derribado, así como la documentación de la bodega.

Otros restos arqueológicos encontrados se corresponden con distintas estructuras habitacionales construidas con mampostería, identificando hasta mínimo tres momentos de ocupación y siendo el más antiguo el de habitaciones de planta rectangular definidas por una hilada de muro que está apoyada directamente sobre el nivel geológico. En otra de las catas los descubrimientos son más complejos, con canales y pozos, así como un posible horno, que parecen pertenecer a un espacio que se dedicaba a la actividad preindustrial o artesanal. Los materiales encontrados pertenecen a la horquilla cronológica situada entre el final de la Edad Media y la Época Moderna.