El ser humano es maravilloso. Bueno, es peculiar. Y nunca se sabe por donde te puede salir un extraño. Precisamente de esto es de lo que Galder Varas, el cómico vasco, ha hecho su éxito. Este joven humorista utiliza en sus shows la técnica de crowdwork, o lo que es lo mismo, la interactuación con el público y su manejo para generar situaciones humorísticas que generan millones de visualizaciones en redes sociales.
Galder Varas acumula más de 600.000 seguidores en Instagram y supera los 863.000 en TikTok con sus vídeos cortos, de apenas un minuto, donde muestra esas interaciones con el público durante su espectáculo 'Esto no es un show'. Aquí Galder Varas se sube al escenario para combinar esta técnica con un stand-up, donde va hilando los temas que va contando con estas minicharlas con los asistentes.
En ellos se han dado situaciones donde ha acabado hablando a la vez con un policía y un supuesto traficante de drogas, parejas en su primera cita, o con algún infiel que han acudido al show con su amante. Momentos que parecen preparados pero que no, que surgen en cada teatro o sala a la que acude.
Y si no lo crees, la mejor oportunidad para comprobarlo en directo será el próximo domingo 14 de mayo en el Teatro Ramos Carrión de Zamora. De momento, EL ESPAÑOL Noticias de Castilla y León ha sido quien ha preguntado a Galder Varas y no al revés y esto es lo que nos ha contado.
Pregunta.- Normalmente, en las entrevistas los lanzamos a preguntar cosas que creemos que pueden interesar sobre el espectáculo o sobre el artista y algunos tienen la sensación de que siempre les preguntan lo mismo. Así que hoy tú eliges, ¿de qué quieres hablar primero?
Respuesta.- Pues de la última etapa de Imperio romano. Sí, porque la gente se piensa que acabó todo en la Antigua Roma y no. Sí, venga.
P.- ¿Me estás haciendo un 'Mr. Jagger'?
R.- No, no, que va, que va. No te sé hacer ningún 'Mr. Jagger'. No, no, hablamos de lo que quieras de verdad.
P.- Venga, pues vamos a por las de verdad ¿Cómo fue tu primera vez sobre el escenario?
R.- Fue durante un curso de comedia en 2017. Estaba muy nervioso y eso que la mitad del público eran familiares y amigos. Pero yo creo que es peor, sobre todo porque los has visto muchas veces que subes al escenario, y porque te han visto muchas veces. Y encima a mí me cuesta mucho gestionar el cariño de otra persona. Me hace sentir muy incómodo. Tengo una familia muy desestructurada. Entonces claro, cuando alguien me ofrece muestras de cariño, yo también me pongo muy incómodo. Me gusta actuar con la sensación de que no hay nadie querido.
P.- ¿Cómo definirías este show que no es un show?
R.- Lo definiría como un espectáculo de humor, donde prima que el espectador se lo pase bien. Entonces, hay una parte que está preparada; y otra parte que es un 'salto de fe', que tanto el público como yo hacemos, porque es improvisación. Entonces, no está previsto cómo va a salir. Creo que es lo bonito de cada espectáculo.
P.- ¿Cómo nace la idea de estructurar un show interactuando con la gente, haciendo bromas improvisadas y alguna faltadita?
R.- Claro, tú preparas un guion, un texto y defines todo el escenario. Lo que hago es hacer un espectáculo hablando con el público. Entonces, nace un poco de que creo que todo lo que yo tengo o lo que he adoptado se puede mejorar si el público es receptivo y participa en la presentación. Entonces, creo que nace un poco de ahí. Creo que esto es gracioso. Si haces una primera parte preparada e improvisas con el público, de ahí puede salir algo todavía más gracioso.
P.- Hacer interactuar a la gente puede salir muy bien o muy mal. ¿Cuál es el mejor y peor recuerdo que tengas de estas interactuaciones con el público?
R. Buenos tengo muchísimos. Creo que lo importante es que yo hago esto porque soy medio idiota. Entonces, creo que si yo me divierto, mi público se divierte. O sea, nos divertimos todos. Por ejemplo, en ciertos momentos, que a lo mejor no son tan graciosos o a lo mejor los asistentes no han seguido tanto el juego y simplemente esta parte la paso más rápido. Lo que también me encanta es que todo lo que ocurre surge de forma natural. No es un examen, sino que todo lo que surge allí es en un ámbito de humor.
P.- También es verdad que a veces cuando le pones un micro a la gente, puede venirse muy arriba y ya la tienes que cortar.
R.- Sí claro, pero eso pasa constantemente. En ese caso, hago algo gracioso y le digo "hasta aquí tu intervención", nada más. Además, es muy intuitivo. Pasa en programas de televisión y pasa con la gente. Es como, bueno, "hasta aquí, estábamos muy bien y pasamos a otra cosa". Hay gente que tiene mucho que decir. Entonces, sí, pero no pasa nada. Yo creo que lo importante es eso, que el tono de este humor y la clave para interpretar todo lo que ocurre sobre el escenario y dentro del espectáculo es comedia. Entonces, todo lo que pueda pasar pasa un poco por esa perspectiva.
P.- ¿No tienes miedo a que te ocurra lo contrario y nadie quiera participar?
R.- Hay una diferencia muy grande entre el norte y el sur. La gente participa mucho más de Madrid para abajo. En el norte, las intervenciones son más de tipo test. Y luego a lo mejor pasa a otros sitios lo contrario. Por eso creo que hay una parte de los espectáculos que va en función de lo que ocurre allí y cada sala te ofrece algo distinto.
P.- Has conocido Zamora con otros espectáculos con los que has estado. ¿Cómo crees qué va a reaccionar el público zamorano?
R.- Tengo curiosidad porque nunca he estado con este espectáculo en concreto. Hace poco estuve en Bilbao, y yo soy de allí. Y hay ciertas preguntas que atraviesa el espectáculo donde no quisieron hablar de ello. Creo que en Zamora se va a cumplir este estereotipo, pero ya veremos.
P.- Empezaste a subir fragmentos de estos momentos con el público en junio de 2021 y ahora superas los 600.000 seguidores en Instagram y los 863.000 en TikTok. ¿Cuánto ayuda esta repercusión a llenar salas o, simplemente, a qué te den la oportunidad de tener un show propio?
R.- Pues ayuda mucho. En mi caso, creo que es mi medio natural. Puede que a otros artistas les ayudara para darse más a conocer, pero en mi caso es que ha sido todo a través de las redes sociales. La importancia es del 100%.
P.- ¿Cómo te tomas tú este éxito en redes?
R.- Tampoco lo considero un éxito. Es decir, estoy muy contento, pero no es que yo me considere famoso. Creo que he tenido proyección porque he tenido las redes y a la gente le gusta, pero no considero que tenga una trayectoria digna de admiración y un recorrido popular y todo eso. A mí la gente me reconoce por la calle y no tiene claro de qué me conoce. Alguno yo creo que se pensaba que yo era el de la chaqueta, o era el otro que sale con otras gafas en otro sitio.
P.- Lo de improvisar es casi una seña de identidad en ti, porque ya tuviste un show con Inés Hernand donde buena parte era improvisando. Te diría que si es pereza en escribir un guion, pero creo que requiere de un esfuerzo mental muy fuerte en cada actuación.
R.- Sí. Si fuera por mí, por mi salud y paz mental, haría la hora y media que tengo de texto. Porque, en realidad, eso es lo que he trabajado durante mucho tiempo. Pero la improvisación requiere mucho más esfuerzo mental. Al mismo tiempo que hago el espectáculo y voy viendo cómo voy hilando los temas y haciendo el recorrido y encajando lo que la gente te responde. Me esfuerzo más en el momento para hacer algo gracioso y a lo mejor no lo es, que lo que escribo en mi casa durante meses.
También hay veces que ocurre que a lo mejor ese día solamente usé un cincuenta por ciento de texto y un cincuenta por ciento de improvisación, pero en otro un sesenta, porque la sección está siendo muy buena y tienes que recortar un poquito de la otra. Y a veces no es lo mejor pero funciona muy bien. También te adaptas, al final, de tanto el hablar con el público. Y también influye el retroalimentamiento del público, si ves que algo está haciendo gracia, quedas más ahí.
P.- Hablando de Inés, hace unas semanas tuvo una pequeña polémica por el sueldo mucho más bajo que ella había cobrado en el Benidorm Fest con respecto a sus compañeros Rodrigo Vázquez y Mónica Naranjo. Ella lo achacaba a la precariedad que sufren los jóvenes, en este caso entre profesionales del entretenimiento. ¿Qué opinas de lo ocurrido?
R.- En este caso no estoy al día porque la red social que menos utilizo es Twitter. Para mi es muy importante a lo que me expongo, así que no me interesa Twitter, porque es una red social que está constantemente insultando y no da espacio al diálogo ni a tratar los temas. Inés y yo somos buenos amigos, pero no hemos hablado de este tema, la verdad, así que estoy un poco perdido.
P.- ¿Tú has notado desigualdades en los sueldos por el hecho de ser joven?
R.- No sé. En mi caso concreto, yo no tengo tantas experiencias sabiendo qué cobra uni u otro. La gente cobra una función de lo que genera. Sería lo lógico. Yo no he notado este tema que me comentas porque tampoco he tenido tantos trabajos en ese sentido.
P.- ¿Crees que puede ser no tanto por juventud sino porque seáis personajes conocidos gracias a las redes sociales, creadores de contenido en Internet, y eso tenga menos valor?
R.- No lo sé, la verdad. Creo, sinceramente, que es un mundo tan complejo para analizar a nivel de salarios, qué no sé si es justo o injusto. En mi caso personal, mis sueldos o mis cachés, si los miro con la perspectiva de hace un año o dos, es mucho más de lo que me podía llega a imaginar en términos normales. Creo que son sueldos que no son sencillos de entender para la gente que no está en este mundo.
P.- Y para ir acabando, Zamora la conoces porque habías venido con este show con Inés como decíamos. ¿Te dio tiempo a conocer algo? ¿Qué sabes de Zamora?
R.- Estuvimos un rato dando vueltas por el entorno del Teatro Ramos Carrión y me pareció muy bonito. Pero no se ve en una hora. Tengo que conocer la ciudad, sí que me gustaría. Voy a estar allí todo el domingo de la actuación y venimos en coche, así que me gustaría poder ver algún lugar fuera de la ciudad también.