La Fundación Franz Weber ha presentado una solicitud instando a la retirada del abono joven, cualquier tipo de promoción o oferta dirigida a menores de edad para asistir a la feria taurina de Zamora, que se celebrará el 29 de junio y el 1 de julio. Esta petición se basa en una recomendación emitida por el Comité de los Derechos del Niño.
En concreto, los promotores de la feria taurina zamorana ofrecen un abono por 30 euros dirigido a menores de 20 años, "incluso aquellos que no han alcanzado la mayoría de edad". La Fundación Franz Weber argumenta que esto promueve la integración de los menores en un evento donde "tanto los animales como los humanos sufren".
La Fundación hace un llamamiento urgente a las autoridades públicas para que protejan a la infancia y la adolescencia, solicitando la retirada de cualquier tipo de publicidad o promoción que promueva la participación de los menores "en actividades perjudiciales para su desarrollo social, moral, intelectual o psíquico".
La Fundación Franz Weber también resalta que estas ferias taurinas muestran "heridas infligidas a los toros, comportamientos y gestos asociados con su evidente sufrimiento, así como la muerte violenta de los mismos". Además, explican que la presencia de menores va acompañada de "comentarios que refuerzan de manera positiva" todo lo que ocurre en la plaza, lo cual puede normalizar la violencia contra los animales en la percepción de los menores.
En el informe de evaluación a España de 2018, el Comité hizo hincapié en la participación o presencia de menores de 18 años en espectáculos taurinos, señalando la necesidad de mantenerlos alejados de dichos eventos. Los naturalistas, expertos en derechos de la infancia, respaldaron esta recomendación y consideraron que las promociones del lobby taurino buscan introducir a grupos vulnerables en dinámicas de crueldad y violencia. Según la psicóloga Virginia Portilla, estas promociones "reflejan un intento desesperado de revertir la falta de relevo generacional en la tauromaquia, tal como indican numerosos estudios sociológicos recientes".
La Fundación recuerda que distintos científicos han advertido sobre los efectos de la exposición de menores a contenidos violentos, observando alteraciones en su comportamiento y niveles de agresividad y ansiedad posteriores. "Además del riesgo evidente de que los niños sufran angustia e incluso traumas debido a la exposición de escenas de agresión violenta hacia humanos y animales, la exposición a la violencia durante la infancia puede normalizar la violencia y fomentar actitudes de aceptación de la agresión", indican.