Zamora está de luto tras el fallecimiento del escultor zamorano, Ricardo Flecha Barrio, a los 65 años. Después de una dura batalla contra una larga enfermedad, su legado artístico y su compromiso con la Semana Santa quedan como testigos de su vida y obra.
Ricardo Flecha Barrio nació en 1958, y desde su juventud, mostró un interés innato por el arte. Sus primeros pasos en el mundo artístico los dio como aprendiz en los talleres locales de distinguidos artistas como Arturo Álvarez García, el pintor Antonio Pedrero y el escultor Ramón Abrantes.
En 1983, Flecha se trasladó a Madrid, donde continuó su formación artística. Al año siguiente, ingresó en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Salamanca, donde dedicó años de esfuerzo y pasión, obteniendo su licenciatura en 1989.
Desde 1995, Flecha aunó su labor artística con la docencia en la Escuela de Artes y Oficios de Zamora, desempeñando el cargo de director hasta su último aliento. Su entrega a la enseñanza en la Escuela de Arte y Superior de Diseño de Zamora hizo que se ganara el cariño y respeto de sus alumnos durante generaciones.
Las manos de la Semana Santa de Zamora
La obra de Ricardo Flecha Barrio está impregnada de simbolismo y ha enriquecido el patrimonio artístico de Zamora, sobre todo a lo referente al arte religioso y de Semana Santa. En 1987, talló su primera obra conocida, un cristo yacente para la iglesia de Manganeses de la Lampreana. En 1990, creó un Cristo preso o Ecce Homo, exhibido por primera vez en 1991 en la galería de arte Manuel Macías de Madrid.
Además, en 1990, creó una obra maestra que marcaría su carrera: el Cristo preso o Ecce Homo, que fue expuesto por primera vez en 1991 en la galería de arte Manuel Macías de Madrid.
Este Cristo preso o Ecce Homo, una expresión conmovedora de la pasión y el sufrimiento de Cristo, recibió el reconocimiento y premio en el año 2000 en 'Cien años de arte en Zamora'. Su importancia y excelencia artística lo llevaron a ser seleccionado para participar en la XVI Edición de la exposición Passio 'Las Edades del Hombre' en 2011 y en la exposición especial "contrapunto 2.0" en el año 2018.
Ricardo Flecha fue uno de los motores fundamentales de la comunidad semanasantera de Zamora. Entre otras cosas, fue presidente de la Cofradía de la Virgen de La Concha y asesor artístico de la Cofradía de Jesús Nazareno.
Su legado en las cofradías zamoranas es diverso y significativo, incluyendo la creación de uno de los siete Cristos de la Hermandad Penitencial de las Siete Palabras, así como báculos y cruz de cierre de la Hermandad Penitencial del Espíritu Santo, cruces y báculos de la Hermandad Penitencial del Santísimo Cristo de la Buena Muerte, el Yacente de la capilla de nuestra Madre en la iglesia de San Vicente, y los símbolos de la Pasión de la Real Cofradía del Santo Entierro.
Además, otras de sus obras, cargadas de simbolismo, ya forman parte de las calles de Zamora, como el Barandales de la plaza de Santa María La Nueva, San Alfonso de Zamora o el paso de San Juan y La Virgen, que desfila en la Real Cofradía del Santo Entierro en la tarde del Viernes Santo.
Pero no solo hizo sus contribuciones a nivel artístico, sino también de mentalidad. Ricardo Flecha era un apasionado de la Semana Santa de Zamora y abogó por su modernización y apertura a la participación de las mujeres. En 2015, fue nombrado pregonero de la Pasión zamorana, el primer escultor en tener ese honor, y en su discurso abogó por la plena integración de la mujer en todas las cofradías.
Además, propuso la idea de crear un paso cargado solo por mujeres, una cofradía exclusivamente de mujeres o un paso realizado por una mujer, destacando la importancia de la igualdad de género en esta tradición.
Además, Ricardo Flecha tuvo el honor en 2022 de diseñar el cartel de Semana Santa de Zamora de ese año. En un momento crucial, cuando la Pasión volvía a las calles tras la pandemia del COVID, Flecha eligió para protagonizarlo el Merlú y la corona de espinos del Cinco de Copas.
El artista recordó por entonces especialmente la circunstancia de que "nunca se había utilizado el personaje del Merlú", pese a ser un elemento archiconocido de la Semana Santa zamorana. Su elección para el cartel destacó su compromiso continuo con la celebración y su deseo de rendir homenaje a las tradiciones locales.
Más allá de la Semana Santa
Flecha también dejó su impronta en otros ámbitos sociales y artísticos. Uno de los proyectos más conmovedores fue el monumento que recuerda la tragedia de Ribadelago en 2008. Esta escultura en bronce representa a una madre ataviada con las típicas ropas sanabresas protegiendo a su niño entre los brazos. Esta obra, que refleja la esperanza en medio de la tragedia, como él mismo explicó, y que ahora sirve también como un recordatorio eterno de su capacidad para transmitir emociones a través de su arte.
Una de sus últimas apariciones públicas fue en el Palacio de la Encarnación, donde se celebró una exposición en julio de 2023, promovida por la Asociación para la Promoción y el Estudio de la Capa Alistana, que repasó su trayectoria artística a través de 44 obras, que fue fervientemente acogida por todos los que le apreciaban y por los vecinos de Zamora en general.
El legado de Ricardo Flecha Barrio perdurará en las calles de Zamora, en las cofradías, en las aulas de las escuelas de arte y en el corazón de todos aquellos que valoraron su contribución al arte, la cultura y la igualdad de género en la Semana Santa de Zamora. Su partida deja un vacío irremplazable, pero su obra y su compromiso con la esperanza perdurarán en la memoria de todos.