Lorenzo Fernández Prieto, farmacéutico de 54 años nacido en Villaveza del Agua, (Zamora), pero residente en Fuente de Cantos (Badajoz) durante las últimas dos décadas, es en uno de los finalistas de la 72ª edición del prestigioso Premio Planeta de novela. El anuncio del ganador se realizó el pasado sábado en Barcelona, y el premio recayó en la periodista Sonsoles Ónega por su obra 'Las hijas de la criada'.

El zamorano ha quedado entre los diez primeros elegidos, donde comparte honor con Sexudario, de Mar de Mármara (seudónimo); El rey del este, de Luis Parterrío (seudónimo); Verlas venir, de Francisco-José Torres Alborch; El reencuentro, de Tintaleve (seudónimo); Lágrimas en el fondo del mar, de Clara Isabel Aguilar Esteban; Li Qingzhao, de Pilar González España; Otoño sin ti, de Gabriela Monte (seudónimo); Otro cielo, de Elizabeth Gothelf, y Sombras en la pared, de Karla Munich (seudónimo).

La carrera de Lorenzo Fernández ha estado principalmente ligada al ámbito farmacéutico, desempeñando su labor en el centro de salud de Zafra. Sin embargo, anteriormente estuvo destinado en Llerena, donde trabajó durante durante 15 años. Fue esta experiencia en Llerena la que sirvió de inspiración para su novela, titulada 'Dexados'.

Dexados

La novela de Lorenzo Fernández se adentra en un tema histórico fascinante, abordando la historia de los 'dexados' o 'alumbrados', que eran miembros de una secta mística surgida en el siglo XVI, como parte de la corriente iluminista, que se arraigó inicialmente en Castilla alrededor de 1511 y posteriormente se extendió a otros lugares.

Los 'alumbrados', una versión más radical de la mística franciscana, promovían la pasividad espiritual, de ahí su nombre, que se deriva de la palabra 'dexados' o 'dejados', en referencia a su enfoque de abandonarse a la inspiración divina como guía, rechazando la autoridad de la Iglesia en la interpretación de los Evangelios y sus dogmas.

La Inquisición pronto se involucró en la persecución de esta corriente, aunque esto no impidió que los 'dexados' se establecieran en Llerena a mediados del siglo XVI. Dado que Llerena era la sede central del Tribunal del Santo Oficio, las detenciones y juicios no se hicieron esperar.

La novela de Lorenzo Fernández explora esta fascinante parte de la historia, combinando datos históricos con una narrativa novelada que sugiere que los 'dexados' no fueron erradicados por completo y que aún podrían existir en la actualidad.

Según el autor, esta es su segunda novela, ya que la primera que escribió quedó guardada en un cajón. Esta segunda novela parecía seguir el mismo destino hasta que su hermano lo convenció de presentarla al prestigioso galardón literario del Premio Planeta.

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