La Comisión Territorial de Medio Ambiente y Urbanismo de la Junta de Castilla y León en Zamora se reunió hoy bajo la presidencia de Leticia García, delegada territorial de la Junta de Castilla y León, para abordar un total de 10 expedientes relacionados tanto con planeamiento urbanístico como con medio ambiente.
En el ámbito del planeamiento urbanístico, se informó sobre la aprobación definitiva de la modificación de las Normas Urbanísticas Municipales de Galende, lo que implica un cambio en la Ordenanza de Aplicaciones a las Edificaciones en el poblado de Moncabril. Además, se aprobó definitivamente la Modificación del Plan Parcial de un sector de Santa Cristina de la Polvorosa, que altera la zona de actuación y las redes de infraestructuras en esa área.
En lo que respecta al urbanismo, se autorizaron cinco expedientes de uso excepcional en suelo rústico en la provincia de Zamora. Destacan entre ellos la autorización para la instalación de dos plantas fotovoltaicas junto con sus respectivas infraestructuras de evacuación, así como la ejecución de una línea de alta tensión de evacuación y el montaje de la infraestructura de evacuación perteneciente a la Planta Fotovoltaica 'Santico II' en el municipio de Cabañas de Sayago.
También se otorgó la autorización para la instalación de una planta fotovoltaica y sus infraestructuras de evacuación en los municipios de Valcabado y Zamora, así como la autorización para la instalación de una planta fotovoltaica en Pereruela.
Adicionalmente, se concedió la autorización para la construcción de dos viviendas unifamiliares aisladas, una en Molacillos y otra en Puebla de Sanabria en suelos urbanos no consolidados.
En el ámbito del Medio Ambiente, se informó favorablemente sobre dos evaluaciones de impacto ambiental simplificadas. La primera de ellas se refiere a la explotación de vacuno de carne en el municipio de Monfarracinos, y la segunda se relaciona con la elaboración y el almacenamiento de productos de higiene industrial alimentaria en Toro. Ambos expedientes se consideraron no tener efectos significativos sobre el medio ambiente, por lo que no se requiere una evaluación de impacto ambiental ordinario.