Las protestas agrarias vuelven este lunes, 5 de febrero, previo a la gran manifestación convocada para el martes y que está organizada de manera independiente por agricultores de la provincia a través de las redes sociales.
En esta nueva jornada, los manifestantes han cortado la A-6 y la N-122 provocando largas retenciones en ambas vías. Como ya ocurriera en días pasados, los agricultores, ataviados con sus chalecos amarillos, han saltado a la autovía a la altura de Paradores de Castrogonzalo, para paralizar la circulación.
Y esta mañana, 18 tractores provenientes de Alcañices y Muelas del Pan han realizado una marcha lenta por la N-122, que finalmente han cortado unos minutos con los manifestantes a pie y varias piedras colocadas en la calzada. Esto ha provocado varios kilómetros retenciones en esta concurrida vía, con largas colas especialmente de camiones que suelen circular a diario desde Portugal a Zamora.
Desde la Subdelegación del Gobierno en Zamora han indicado que una columna de unos 25 vehículos han llegado a Zamora capital, formando una marcha lenta por sus calles en dirección a la rotonda de Cobadu.
También informan de movilizaciones en la zona Quiruelas de Vidriales, en Benavente; así como la presencia de 12 tractores en la N-631; y otros cuatro en la N-630.
Respecto a la movilización de mañana, los agricultores prefieren mantener el secreto la hora y los detalles organizativos de la misma, para evitar que puedan ver paralizadas sus actividades.
Sus revindicaciones
Cabe recordar que entre sus revindicaciones está la derogación de la Agenda 2030, rebajar las exigencias de la nueva PAC agroambiental impuesta y el cumplimiento de control fitosanitario de la normativa Europea para todos los productos que entran de países extracomunitarios.
Por ello, protestan contra las nuevas medidas de la Política Agraria Común y las leyes asociadas a la Agenda 2030, que consideran "asfixiantes" y acompañadas de una carga burocrática "que nos hace perder muchas horas de trabajo". Estos agricultores demandan la rebaja de las exigencias de la nueva PAC agroambiental, la reducción de la carga burocrática, el compromiso de no reducir los beneficios fiscales sobre el gasóleo agrícola, y la eliminación de leyes que afectan al bienestar animal y al entorno ambiental, consideradas perjudiciales para la agricultura, la ganadería y las zonas rurales.
Los agricultores expresan así su descontento ante lo que consideran "pasividad de los sindicatos agrarios" al abordar sus problemas con los Ministerios y la Comisión Europea.