La tradición gastronómica de Semana Santa en Zamora cobra un significado especial durante el Viernes Santo. Las sopas de ajo, consistentes, sabrosas y siempre servidas bien calientes, se convierten en el bocado imprescindible tanto para los cofrades como para los devotos de la Pasión zamorana. Su presencia destaca especialmente al llegar el desfile procesional de la Cofradía Jesús Nazareno a la avenida Tres Cruces, marcando así el momento previo a la reverencia de los pasos ante la adorada Virgen de la Soledad.
Un momento de descanso al largo trayecto para reponer fuerzas en los bares de la zona, que tienen preparadas las deliciosas sopas de ajo, que se sirven en cazuela de barro y con cuchara de madera, y que están elaboradas con mimo y siguiendo los preceptos de la tradición.
Agua, aceite o manteca, pimentón, sal, pan y, por supuesto, ajo, son los sencillos ingredientes de este suculento plato típico de la Pasión zamorana.
Receta
Ingredientes:
- 3 o 4 ajos
- Jamón picado
- Pan del día anterior
- Pimentón de la vera
- Agua o caldo de pollo
- Huevo (opcional)
Elaboración:
1. Cortar ajos en rodajas y poner a freír en aceite en una cazuela calentando a fuego medio hasta que estén dorados pero no quemados. Añadir el jamón picadito durante el proceso para que se tueste ligeramente.
2. Retirar la cazuela del fuego y añadir una cucharada pequeña de pimentón de la Vera y remover, para aprovechar el calor residual y evitar que se queme. Añadir pan, con o sin corteza, remover para que agarre el pimentón y se mezcle todo bien.
3. Devolver al fuego y cubrir con un litro de agua o caldo de pollo. Aumentar la intensidad fuego hasta que empiece a hervir y tapar la cazuela bajando el fuego hasta que este en el hervor mínimo durante 20 minutos.
Opcional: Una vez listo romper un huevo dentro para que se cueza con el calor residual.