Emprender un nuevo negocio no es algo fácil para cualquiera que se preste, pero hacerlo en un pueblo, suma un grado de dificultad. Ya que los clientes pueden ser menos que al hacerlo en una ciudad.
Esto es lo que muchos deben pensar, pero no todos. Este es el caso de Miriam Martín, una zamorana que tras muchos años trabajando en casetas de fiestas y ferias de la provincia, decidió embarcarse en su propio negocio. Un nuevo comercio de venta de golosinas y productos de alimentación situado en el municipio de Roales del Pan.
Miriam cuenta que la decisión de abrir este establecimiento se debe a varias razones, la principal, estar más cerca de su hijo de apenas 8 meses. Además, algo que no se puede negar es "la estabilidad que da tener el negocio cerca de casa" sin necesidad de moverse. Pero también ayudó el impulso que sus vecinos le dieron, ya que "el pueblo demandaba un establecimiento de este estilo".
Este estilo de negocio lo conoce muy bien, porque durante muchos años ha dedicado su tiempo, junto a su marido, a recorrer la provincia para vender sus productos garrapiñados, algo que ya es tradición para los zamoranos. Además, como recalca ella misma, nunca ha dejado de trabajar, pues la ruta por la provincia la compaginaba con su trabajo como auxiliar en una residencia.
Un cambio que también favorece a los vecinos de la localidad, quienes llevaban varios años sin tener un establecimiento de esta índole. Un 'paraíso de las chuches' donde los más pequeños pasan largos ratos decidiendo cuál escoger, entre la amplia variedad que dispone. Los vecinos del pueblo ya venían demandando un establecimiento de este estilo, ya que, si no, "dependían de los bares que cuentan con lo básico" o bien tenían que desplazarse a la capital.
Los 1.010 habitantes que residen en este municipio zamorano han acogido muy bien la llegada de este nuevo establecimiento, que aunque su producto estrella son las golosinas, también ofrece distintos productos y servicios, como la venta de pan recién hecho, y diversos productos. También es un punto de recogida de paquetería en el pueblo.
Durante su trabajo en la feria, algo que aún sigue haciendo, aunque con menos frecuencia, ha vendido todo tipo de productos garrapiñados, algo que siempre triunfa en la provincia zamorana. Además, Miriam cuenta que sus mejores clientes, son los cerca de 200 niños con menos de 18 años que hay empadronados en Roales.
Los vecinos de esta localidad zamorana han acogido este nuevo negocio con los brazos abiertos, y, aunque el kiosco lleva poco tiempo en funcionamiento, Miriam está muy contenta con la acogida que está recibiendo. Asimismo, cabe destacar que el establecimiento tiene una excelente ubicación, ya que se sitúa en la carretera principal que atraviesa el pueblo, la N-630.
Este nuevo negocio no solo beneficia a los vecinos de Roales del Pan, sino también a la propia Miriam, que le permite estar cerca de su bebé. Por ello, espera que el kiosco esté el mayor tiempo posible abierto, ya que para ello está poniendo todo su esfuerzo y trabajo. Y algo muy importante para ella, cuenta con el apoyo del pueblo y de todos sus seres queridos, que están con ella desde el primer momento.