Gema es una vecina de la pequeña localidad de Boya, en la provincia de Zamora y forma parte del grupo que desinteresadamente cuida de los gatos callejeros de la localidad. Unas camadas que llevan meses sufriendo ataques de lo más despiadado con brutales muertes de crías.
Esta mujer ha sido parte de los vecinos que han querido denunciar públicamente las torturas y muertes violentas de estos gatitos. Algo que les ha llevado a sufrir amenazas de todo tipo en su propio municipio así como "el ostracismo" a ella y su familia de parte de algunos vecinos. Tanto fue el revuelo por las crueles muertes de estas crías que la Fundación para el Asesoramiento y Acción en Defensa de los Animales ha decidido personarse como acusación popular por la "matanza" de estas camadas con apenas unos días de vida.
Tras estos intentos de protección para estas criaturas indefensas, Gema y su familia han comenzado a pagar las consecuencias, según relatan fuentes cercanas a EL ESPAÑOL Noticias de Castilla y León. Hace unos días, la vivienda del padre de Gema, donde ella misma reside, ha sido fruto de un acto vandálico.
Sobre las 5 de la madrugada del 14 de agosto, el padre de esta mujer escuchó un fuerte estruendo y por la mañana pudo comprobar que este había sido un ladrillo de grandes dimensiones, que alguien había estampado contra la puerta de su casa, provocando una abolladura. Gema y su familia se lo toman como una "venganza" y una forma de represión por denunciar la situación de maltrato animal generalizado que se viven en el pueblo, enclavado en la Sierra de la Culebra.
Y es que no acaba aquí el asunto. Porque aparte del ataque contra su puerta, Gema se encontró que los bebederos y comederos que ella ha puesto para los gatos callejeros habían sido destrozados a golpes.
Gema ha puesto ya el ataque vandálico y las amenazas en manos de la Guardia Civil y próximamente denunciará ante el Seprona el destrozo de los comederos para los gatos ferales. Además, esta mujer asegura estar sufriendo un acoso constante por parte de uno de los concejales del Ayuntamiento de Mahíde, del cual Boya es anejo, hasta el punto de haber sufrido insultos en plena calle, que han quedado registrados en vídeo y que la mujer trasladará como denuncia a la Unidad de Violencia sobre la Mujer.