El Ayuntamiento de Zamora anunciaba la semana pasada la construcción de 100 plazas de aparcamiento en la zona de La Vaguada, con un coste estimado de 48.000 euros y un plazo de ejecución de un mes. Las obras comenzarán en las próximas semanas y constarán de tres fases, según informaron el alcalde, Francisco Guarido y el concejal de Obras Movilidad, Infraestructuras y Participación Ciudadana, Pablo Novo, durante la presentación del proyecto. El objetivo principal de esta intervención es "solucionar un error histórico" y mejorar el tránsito peatonal y vehicular en la zona.
Sin embargo, el proyecto ha sido especialmente polémico desde sus inicios. Tanto fue así, que varios vecinos de la zona organizaron protestas, que llegaron a paralizar las obras iniciales. Ahora, representantes del colectivo vecinal de La Vaguada, han hecho público un comunicado donde vuelven a manifestar su malestar ante lo que consideran "una falta de diálogo y consenso" por parte del equipo de gobierno municipal. Los vecinos se sienten marginados del proceso de toma de decisiones, y han denunciado la actitud "déspota y dictatorial" del alcalde Guarido y su equipo.
El colectivo vecinal ha recordado que esta no es la primera vez que el Ayuntamiento intenta llevar a cabo una obra en la zona sin contar con la participación de los vecinos. Según denuncian, hace más de un año se intentó ejecutar un proyecto similar sin la seguridad necesaria, "sin previo aviso" y sin tener en cuenta la opinión de los residentes.
Desde entonces, los vecinos afirman que el Ayuntamiento ha ignorado sus propuestas, como la construcción de un parque biosaludable en la zona, que fue rechazada bajo el argumento de un defecto de forma en su presentación a los Presupuestos Participativos.
Además, los vecinos critican duramente la postura del concejal socialista David Gago, ahora primer teniente de alcalde, a quien acusan de haber "traicionado" a los vecinos al apoyar ahora un proyecto que antes rechazaba. Según el colectivo, Gago había mostrado su respaldo a las movilizaciones vecinales, lo que les hizo depositar su confianza en él para frenar la construcción del aparcamiento. Sin embargo, afirman que Gago se ha "plegado a los intereses" de Guarido e Izquierda Unida a cambio de cargos políticos, convirtiéndose en "esclavo de sus actos y palabras" y en "cómplice" de Guarido y Novo.
En declaraciones a EL ESPAÑOL Noticias de Castilla y León, David Gago recuerda que él no ha tenido "ningún cambio de postura" y remite al acuerdo de gobierno firmado por Izquierda Unida y el Partido Socialista en julio de 2023. En él ya se recogía que el PSOE no estaba de acuerdo en el proyecto que ahora va a materializarse, y que abogaban por "la creación de una zona de esparcimiento en toda la zona".
David Gago recalca por tanto que "seguimos sin estar de acuerdo", pero que la decisión corresponde a un área gestionada por Izquierda Unida, la de Obras, Movilidad, Infraestructuras y Participación Ciudadana, quienes "sí lo consideran una mejor opción".
Una gran rotonda
Los vecinos también alertan sobre las posibles consecuencias negativas del proyecto, como la saturación del tráfico en una zona que ya soporta una alta densidad de circulación diaria. Según ellos, la urbanización de La Vaguada se convertirá en "una gran rotonda", lo que aumentará los problemas de seguridad y contaminación en el lugar. Además, consideran que la construcción del aparcamiento privará a los vecinos de una zona de ocio y deporte que "ha sido disfrutada durante más de 20 años" por pequeños y mayores.
Finalmente, el colectivo vecinal rechaza los argumentos del equipo de gobierno para justificar la obra, alegando que responde a problemas creados por el propio Ayuntamiento, como la implantación de la zona azul en el entorno de la plaza de toros y el Centro de Salud Santa Elena.
Los vecinos temen que esta zona de aparcamiento también sea afectada por la expansión de la zona azul, lo que, según ellos, responde a "la voracidad recaudatoria" del gobierno municipal. Concluyen que el sentir mayoritario en el barrio es contrario al aparcamiento, ya que creen que generará "más perjuicios que beneficios" tanto para los residentes como para los usuarios de los centros de enseñanza cercanos.