Ecologistas Zamora denuncia la destrucción del paisaje en Sanabria por proyectos fotovoltaicos

Ecologistas Zamora denuncia la destrucción del paisaje en Sanabria por proyectos fotovoltaicos Ecologistas Zamora

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Ecologistas Zamora denuncia la destrucción del paisaje en Sanabria por proyectos fotovoltaicos

Culpa a ayuntamientos y Junta por permitir un macrocomplejo en plena Reserva de la Biosfera Meseta Ibérica

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La organización Ecologistas Zamora ha denunciado el impacto ambiental y paisajístico provocado por la construcción de un macrocomplejo fotovoltaico en la comarca de Sanabria, situada en la Reserva de la Biosfera Meseta Ibérica.

Según el colectivo, la infraestructura, aprobada por la Junta de Castilla y León, abarca más de 300 hectáreas y representa un "ataque brutal sin precedentes" contra el entorno natural y cultural de la zona.

El polígono, compuesto por varios recintos que suman cerca de 200 MW de potencia, se encuentra en áreas de especial protección ambiental, habitadas por especies protegidas como el lobo ibérico.

Imagen del macroproyecto fotovoltaico

Imagen del macroproyecto fotovoltaico Ecologistas Zamora

Además, afectará brezales, robledales centenarios y generará un grave efecto de fragmentación del hábitat. "No es cierto que estemos ante una zona sin valor ecológico alguno", afirman los ecologistas, criticando la tala permitida de hasta 400 árboles por hectárea.

También señalan que esta obra, visible desde kilómetros a la redonda, perjudica irreversiblemente el patrimonio cultural y paisajístico de municipios como Otero de Sanabria, cuyos terrenos comunales fueron vendidos por el Ayuntamiento de Palacios de Sanabria.

"Es inadmisible que se justifique la transición energética destruyendo paisajes de enorme valor cultural y ecológico", aseguran. Ecologistas Zamora subraya que la energía renovable es esencial, pero no a costa de "arrasar con toda la vegetación y los bienes naturales de los municipios".

Piden alternativas más sostenibles y respetuosas, especialmente en una zona que ya sufre el impacto de otras infraestructuras como embalses, autopistas y líneas de alta velocidad. "La lucha contra el cambio climático no puede ser una excusa para destruir la biodiversidad", concluyen.