Felisa, la heroína incansable capaz de encontrar trabajo con 61 años
“El mercado laboral funciona estableciendo criterios que llaman la atención. A los jóvenes se les pide experiencia cuando no la tienen y a los mayores les dicen que son muy mayores, poniendo el énfasis en la edad cuando tienen la experiencia que les pedías a los jóvenes”, asegura Francisco Gutiérrez, subdirector de Intervención Social y Coordinador del Plan de Empleo de Valladolid.
Cruz Roja lanzó allá por el mes de marzo la campaña #DesafíoMás45, dentro de su Plan de Empleo y del proyecto de Apoyo de Empleo a mayores de 45, que busca luchar contra los estereotipos y prejuicio hacia estas personas dentro del mercado laboral y que está cofinanciada por el Fondo Social Europeo.
De esta iniciativa se aprovechó Felisa Pérez Vielva, vallisoletana de nacimiento, con padres palentinos, amante de la piscina y del baloncesto, que ha conseguido romper estereotipos encontrando trabajo con 61 primaveras y después de estar casi diez años en el paro.
De su experiencia y de la importancia que ha tenido Cruz Roja y esta campaña y proyecto en su vida hablamos con Felisa y también con Carmen González Bartolomé, técnico del Plan de Empleo, otro de los grandes pilares en la vida de esta auténtica luchadora.
Pregunta. Ahora estás trabajando en Centros Cívicos pero anteriormente, ¿Cuántos años estuvo parada?
Respuesta. Diez años más o menos.
P. El último trabajo fue en una carnicería de la provincia, ¿Ha trabajado siempre en lo mismo o ha tenido que variar en función a las necesidades y a la vida?
R. He cambiado porque te despiden de un trabajo y tienes que buscar otro. En mi último trabajo antes de llegar al que estoy, me despidieron porque caí enferma. Estaba haciendo la sustitución de un señor que estaba prejubilado y eran tres años. Coincidió que en el último yo caí enferma, me despidieron porque el contrato se me acababa y no me volvieron a contratar.
P. ¿En ese trabajo anterior cuánto tiempo estuvo?
R. Tres años y había estado otro año más anteriormente.
P. ¿Y en los Centros Cívicos cuánto lleva?
R. Desde diciembre. Terminé las prácticas y gracias a Carmen y a Kiko encontré trabajo. Estoy muy agradecida porque cuando vine y empecé el curso estaba psicológicamente muy mal.
P. ¿Cómo recuerda el día en el que su jefe le dice que no va a continuar?
R. Lo recuerdo muy mal. Me quedé que nunca más he vuelto a ser la misma persona.
P. ¿En qué o en quién pensó cuando le comunicaron el despido?
R. En mi familia sobre todo. Mi situación personal en casa era muy complicada porque mi marido no trabajaba, le despidieron. Cerraron la fábrica en la que trabajaba y la volvieron a abrir con otro nombre. Mi marido en paro y yo en paro. Tenía dos hijas y las dos estudiando. Fue horrible. Lo pasé muy mal.
P. ¿Tuvo que recibir ayudas para recuperarse? ¿Económicas o psicológicas?
R. No me dieron ninguna ayuda económica pero sí que recibí ayuda psicológica.
P. Y en la actualidad, ¿Cómo está?
R. Intento salir adelante. Gracias a Carmen que fue la que me dijo que hiciera el curso. Yo estaba muy desesperada porque no me cogían en ningún lado. Dije “Voy a por todas”, me lancé y salió bien.
P. En esos diez años que estuvo en paro, ¿Cómo era su día a día?
R. Muy desastroso porque psicológicamente estaba mal. No quería saber nada de nada.
(Carmen. Felisa recibía ayuda en algún otro proyecto de Cruz Roja y me la derivaron el año pasado porque pensábamos que se podían tratar temas de empleo con ella y que había trabajo que hacer.
La derivaron hacia el Plan de Empleo y comenzamos a intervenir con ella en el proyecto de Apoyo al Empleo + 45. Dentro del proyecto, con Felisa tuvimos tutorías personalizadas y estuvimos pensando hacia qué sectores profesionales orientarla.
No podíamos recuperar anteriores trabajos de Felisa como el de planchadora porque eran trabajos de mucho esfuerzo físico que no podía hacer en la actualidad. Pensamos en sus cualidades y en sus capacidades y nos dirigimos al curso de Auxiliar de Control de Accesos y Servicios Generales, que es del que habla ella).
P. ¿Cuánto tiempo destinaba a buscar trabajo?
R. Estaba tan mal que no podía con mi vida ni mi mente. No dedicaba tiempo a buscar empleo.
P. ¿Cuándo dice “hasta aquí, esto tiene que cambiar”?
R. Cuando vine aquí hace un poco más de un año a Cruz Roja. Vine, me derivaron a Carmen y fue ella la que me ayudó a todo. Me animaron a luchar, a seguir adelante y a conseguir un trabajo como finalmente he hecho.
P. ¿Cómo llegó a Cruz Roja?
R. Me lo comentó una vecina que trabaja aquí de voluntaria.
P. ¿Echaba currículums o le llamaban de entrevistas?
R. En este tiempo, me dediqué exclusivamente al curso.
(Carmen: Esto es un proceso. Dentro de este proceso, primero pensamos y analizamos con la persona las opciones, los recursos con los que contamos. Tratamos de formar a la protagonista antes de encaminarse al mercado de trabajo. Trabajamos, recuperamos y pensamos adonde nos vamos a dirigir. Nosotros lo llamamos itinerarios individualizados porque nos vamos adaptando a la situación de las personas y siempre dentro de nuestras posibilidades.
En el caso de Felisa pensábamos que había que hacer un trabajo previo, no que había que hacer un currículum y listo. Parte de ese trabajo previo se realizó de manera vinculada al curso comentado).
P. ¿Antes de recibir este sí, recibió muchos noes?
R. En realidad estaba fuera del mercado laboral. Fue gracias a Carmen que me propuso que me formara, así que luché, me dije que yo podía y fui a por todas. Hice el curso y las prácticas en el centro cívico Esgueva y al terminar, el jefe dijo que quería que trabajase allí y ahí sigo.
P. Su colectivo es el que peor lo está pasando, gente de 45 a 64 años que no encuentran trabajo, ¿Cómo ve la situación?
R. Yo no estoy de acuerdo en eso porque tengo 61 años y he dicho que iba a por todas. Lo que pasa también es que al empresario le cuesta contratar porque eres mayor.
P. ¿Cómo valora campañas como esta de Cruz Roja de #DesafíoMás45 y su Plan de Empleo para este colectivo?
R. El proyecto me ha venido fenomenal porque gracias a él he conseguido trabajo.
P. ¿Cree que las administraciones deberían de involucrarse más para que esta situación mejore?
R. Claro que sí.
P. Un objetivo que se marca a corto plazo.
R. Estoy en esta empresa y en este Centro Cívico y hay cosas que yo no sabía hacer. No tenía ni idea de poner un proyector. Tenemos una cabina de proyección, no sabía encenderlo, le dije a mi compañero de ir antes un día para aprender y así lo he hecho. Lo puse yo sola es algo que me animó mucho. Fue un gesto de superación. Yo lo que quiero es ir a más y seguir evolucionando aun a mi edad.
P. Y un deseo
R. El deseo es el mismo, el de ir subiendo, ascendiendo y aprendiendo mucho más.
P. ¿Qué tipo de contrato tiene aquí?
R. Tengo un contrato temporal y por horas. En junio se me ha terminado pero me han renovado.
P. ¿Y el tema familiar se solucionó?
R. Mi marido ahora está jubilado y yo sigo trabajando. Mis hijas continúan en casa. La mayor terminó la carrera y la pequeña la termina ahora.
(Carmen. Lo que no pensamos es que el mercado de trabajo se compone de personas. Las empresas no son entes sino que hay personas detrás y somos las personas las que rechazamos por prejuicios de edad. Creo que detrás de la edad se esconden ideas como por ejemplo que los mayores no están actualizados, que van a exigir condiciones de trabajo de un mercado que ya no existen… Con esta campaña pretendemos que la sociedad y, concretamente, el personal que trabaja en recursos humanos, traten de poner en valor todo el talento y las cualidades de estas personas antes de rechazarlas.
Me gustaría señalar que es muy duro ser joven y no tener trabajo pero cuando eres mayor y no lo tienes, con una familia y responsabilidades, es más duro aún).