Una treintena de cerámicas halladas en Numancia serán restauradas en Simancas
El Centro de Restauración de Bienes Culturales de la Junta de Castilla y León, ubicado en Simancas, restaurará las cerámicas monocromas halladas en la manzana XXIV del yacimiento de Numancia en las campañas de 2017 y 2018.
La Junta contratará a un restaurador especializado en cerámicas para llevar a cabo estos trabajos en la sede del mencionado centro, sobre casi una treintena de piezas.
El objetivo de esta intervención es doble: que las piezas puedas ser expuestas en el Museo Numantino y que los investigadores estudien las mismas con una mayor facilidad.
Los trabajos arqueológicos que se desarrollan en Numancia, financiados por la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Junta de Castilla y León y dirigidos por el profesor Alfredo Jimeno, están aportando una documentación significativa.
En este sentido, están propiciando conocer mucho mejor la superposición estratigráfica de este yacimiento, ya que frente a la consideración de las dos ciudades identificadas por la Comisión de Excavaciones (1906-1923), una inferior celtibérica con piedras pasaderas y otra superior romana, ahora se entiende que se trata de dos fases de una misma ciudad romana.
En dos estancias de la ciudad sertoriana se ha hallado una enorme cantidad de vasijas cerámicas celtibéricas con decoración en negro, completamente aplastadas, que están relacionadas con esta ciudad, que aparece por encima de la ciudad celtibérica destruida por Escipión en el 133 antes de Cristo.
En uno de los espacios se ha podido observar la mayor presencia de grandes tinajas de almacenamiento, con algunos vasos de otro tipo. En el compartimiento adyacente abundaba una mayor variedad de vasijas (jarras, embudos, copas, etc.), para uso de vajilla. Estos contingentes de cerámicas se han embalado para su restauración.
La ordenación estratigráfica del yacimiento arqueológico de Numancia ha estado fijada por F. Wattenberg, desde 1963 hasta los trabajos actuales, atendiendo a las diferentes decoraciones de sus cerámicas más características, situando las cerámicas monocromas a partir del 75 antes de Cristo y las bicromas y polícromas a finales del siglo I antes de Cristo, en contacto con el mundo romano, según Wattenberg (1963).
Estos trabajos han proporcionado nuevas bases arqueológicas, que indican una mayor antigüedad de estas producciones, relacionándolas con la Numancia histórica destruida por Escipión en el 133 antes de Cristo, lo que ha conllevado revisar los aspectos iconográficos y ajustar el discurso interpretativo a la nueva realidad temporal e histórica.