Denuncian que hay gente durmiendo en las calles de León durante la cuarentena
La Asociación Renta Ciudadana (Arenci) y de la Marea Básica de León ha dirigido un escrito al Ministerio de Economía en la que califica de "gravísimo" lo sucedido en León durante la cuarentena, "como ha sido cobrar 1 euro a las personas indigentes por la comida en el comedor social, a través de la Asociación Leonesa de la Caridad, más otro euro por la cartilla que deben de presentar, sin nadie en las calles para mendigar y más siendo una asociación privada, subvencionada y, ¡para colmo!, haciendo el Ayuntamiento de la ciudad de León el catering las últimas semanas". A juicio del colectivo, "se pudo haber repartido con voluntarios o mediante Protección Civil y no desde una entidad que cobra un euro a personas sin luz en sus casas, desconcertadas, que reciben la pensión no contributiva o el Ingreso Mínimo de la Autonomía. Y más en un estado de alarma en el que el estado se hace responsable".
En la carta remitida a la ministra Calviño, la asociación solicita "el establecimiento de la Renta Básica y de manera urgente que se aplique, mientra tanto, la Carta Social Europea, cuyo tratado internacional ha firmado el Estado español e incumple sistemáticamente".
CONTENIDO ÍNTEGRO DEL ESCRITO
MINISTERIO DE ECONOMÍA Y EMPRESA
A/a. Nadia Calviño
Ramiro Pinto Cañón (DNI …...), como miembro de la Asociación Renta Ciudadana (ARENCI) y de
la Marea Básica, que habita en c/ ……... de la ciudad de León
EXPONE:
1.- Ante las medidas acordadas y las propuestas por el gobierno de España y relacionadas con este
Ministerio para salir de la coyuntura del estado de alarma, planteado por el gobierno con el apoyo
parlamentario correspondiente, necesarias para la reactivación económica. Considero que son un
error, que a continuación explico de manera muy resumida. Decir, a modo de preámbulo, que el año
2008, noviembre, cuando se presentó el Fondo Estatal para el Empleo y Sostenibilidad Local,
llamado plan E, por el gobierno de España en aquel momento, se hizo un informe de parte de
ARENCI, por la que no iba a servir para el objetivo propuesto, entregado en el Ministerio y hecho
público, en el sentido de que no crearía empleo e iba a aumentar el endeudamiento. Lo cuál se
constató al finalizar el mismo.
2.- Se plantea en la actualidad la puesta en marcha de una gran cantidad de dinero público para
reactivar la economía después de las semanas en las que se ha disminuido drásticamente la
actividad laboral y empresarial. Se hace mediante créditos y ayuda a las empresas, junto a otras
medidas encaminadas a reactivar el empleo, mediante el crecimiento económico. Se aplican
medidas, que ya varios representantes políticos y economistas definen como keynesianas y
entienden que son necesarias, cuando las mismas funcionaron al finalizar la II Guerra Mundial. Y
han sido útiles después de catástrofes y otros conflictos en los que se destruyeron edificios, fábricas,
hospitales, puentes, autopistas y carreteras, y demás infraestructuras. Fue necesario un aporte de
dinero público para la productividad. La situación actual es muy diferente. Nada se ha destruido
sino el empleo, la capacidad productiva sigue intacta.
3.- Décadas de aplicar medidas keynesianas y liberales (neoliberales) han llevado al fracaso
sistemáticamente. De ambas maneras las políticas económicas han mantenido el desempleo y
cuando éste ha disminuido ha sido a costa de aumentar sustancialmente la deuda publica, lo que nos
ha llevado a la incapacidad de resolver nada. Más si se sigue por el misma senda del error. Los
intentos de compensar tales consecuencias han sido diversas reformas laborales que hacen que
muchos empleos sean precarios y temporales. Sin la compensación debida como sería con la
aplicación de la Carta Social Europea: Toda persona en un país democrático debe recibir un aporte
del estado de manera individual, incondicional y nunca por debajo del umbral de las pobreza. Esto
no se cumple y las nuevas medidas del Ingreso Mínimo, se presentan como una estafa para las
personas necesitadas. Es una cantidad que no cubre las necesidades, que se vincula a la búsqueda de
empleo, creando condiciones de explotación nunca vistos y dentro del síndrome “Yo soy Daniel
Blake”, a parte de una burocracia que acaba siendo más un fin en sí misma y no un medio para
resolver los problemas , además, carísima.
4.- Cualquier medida que se enfoque de cara al empleo es un error, cuando la tecnología actual
permite suprimir muchos de ellos, que por cuestiones sanitarias (contagios) se irán suprimiendo,
caso de cajeras en los súpermercados, conductores de trasporte público y otros, como ha venido
sucediendo en las dos últimas décadas. Por eso es necesario activar la economía desde el consumo y
éste repartido entre las personas, que podrán consumir sin perjudicar a nadie. Creándose una
actividad que absorba la capacidad productiva y genere bienestar colectivo. Lo cual exige aplicar la
Renta Básica: Cada ciudadano recibe una cantidad de dinero mensual sobre el umbral de la pobreza,
de manera incondicional. De esta manera los que apenas tienen recursos formaran parte de la
demanda y en la medida que se consuma los pequeños y grandes negocios podrán vender su oferta,
sus trabajadores y los de las fábricas verán mejorado su nivel adquisitivo y potenciarán la demanda
activando la productividad que podrá ser sostenible, al no estar presionada pro crear empleo a
cualquier precio. Es la única manera de lograr la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Que
esta pandemia ha demostrado que es posible, y se puede hacer sin sacrificar a una parte de la
población a la pobreza y perdida de recursos. No es sino adaptar la economía a una nueva realidad,
definida por la tecnología, incluidas las aplicaciones informáticas – robots) y la globalización.
Y 5.- ¿Con qué dinero? Con el que dispone el erario. Ni más ni menos. Porque la pregunta es ¿cómo
organizar el dinero del que puede disponer el estado?, incluso dedicando una parte al pago de la
deuda, por evitar el enorme gasto que suponen las políticas de empleo. Ineficientes en gran medida
(ejemplo fondos Miner), o ahorrar en subvencionar a los grandes terratenientes con la Política
Agraria Común, o el ahorro que supone quitar la maquinaría burocrática, y este dinero dárselo a las
personas. Observe que todas éstas reciben los pagos y los beneficios de sus negocios en los bancos,
con lo cual al final la cadena de la producción y consumo llegará a la banca, pero si parte de las
entidades bancarias sólo llega a una parte de los ciudadanos, y por regla general en forma de
beneficios sacados del fondo común para unos pocos bolsillos privados. Es evidente que hará falta
una reforma fiscal de base, que estaremos encantados de ofrecerla, para también incluir en la misma
a la economía financiera como productora de una mercancía llamada dinero. Lo que además
permitirá relacionar de una manera equitativa el economía financiera con la productiva.
Le ruego lo piense. Que no se trata de dar dinero por dar, sino aplicar un nuevo derecho que hará
posible que otros muchos se puedan cumplir en la práctica.
ADENDA. No quiero pasar por alto algo, a mi entender gravísimo, que ha sucedido en León
durante la cuarentena, como ha sido cobrar 1 euro a las personas indigentes por la comida en el
comedor social, a través de la Asociación Leonesa de la Caridad, más otro euro por la cartilla que
deben de presentar, sin nadie en las calles para mendigar y mas siendo una asociación privada,
subvencionada y, ¡para colmo, haciendo el Ayuntamiento de la ciudad de León el catering las
últimas semanas. Se pudo haber repartido con voluntarios o mediante Protección Civil y no desde
una entidad que cobra un euro a personas sin luz en sus casas, desconcertadas, que reciben la
pensión no contributiva o el Ingreso Mínimo de la Autonomía. Y más en un estado de alarma en el
que el estado se hace responsable.
Ante lo cual,
SOLICITA:
El establecimiento de la Renta Básica y de manera urgente que se aplique, mientra tanto, la Carta
Social Europea, cuyo tratado internacional ha firmado el Estado español e incumple
sistemáticamente.
Es en atenciones
Ramiro Pinto Cañón
León, a 9 de mayo de 2020