Hostelería, comercio y deporte inician el diálogo para su reapertura en Castilla y León con una incidencia a la baja
Castilla y León afronta su tercera semana de un nivel cuatro de alerta reforzado según el 'semáforo COVID' aprobado y que en la comunidad supuso el cierre de la hostelería, así como de otros establecimientos como algunos comercios o los centros deportivos cerrados.
Pero esta semana lo hace con la vista puesta ya en una reapertura gradual. El vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, anunció el pasado jueves en la rueda de prensa tras el Consejo de Gobierno, la apertura de un proceso de "diálogo responsable" con los sectores de la hostelería, los centros comerciales y centros deportivos para estudiar "cómo relajar las medidas tomadas a medida que vaya bajando la incidencia".
Ese día de apertura del diálogo ha llegado y desde las 17 horas, Igea se reunirá con representantes de los sectores más afectados para comenzar a trasladar "certidumbres y previsiones". Este momento llega cuando ya toda la comunidad ha comenzado un descenso en la incidencia cada vez más importante. Desde Salamanca, que comenzó antes, hasta Burgos, donde se han tenido que tomar medidas más restrictivas todavía y que ahora comienza a ver la luz.
Aunque falta por conocer si se separarán la toma de decisiones por provincias o, incluso, por zonas, hecho al que no ha respondido la Junta todavía hasta que haya estos contactos con los representantes, lo cierto es que las diferencias son palpables entre los territorios.
Basándose en los datos consolidados que el propio Gobierno regional aporta a través de su Portal de Transparencia, y que son números de hace varios días, la incidencia en la comunidad ha descendido a 881 contagios por cada 100.000 habitantes a 14 días, cifras muy altas según el propio semáforo, que refleja que se estará en el nivel 4 hasta que se descienda por debajo de 250 en este aspecto. Sin embargo, este propio nivel 4 no lleva aparejado el cierre de los bares, sino que es una medida que se puede realizar si la comunidad lo desea. Este nivel máximo de alerta implica una reducción importante de aforo de manera obligatoria.
Sin embargo, y continuando por la incidencia por provincias, Segovia lleva estabilizada por debajo de 500 durante todo este trayecto de descenso, por lo que parece razonable que esta provincia, o al menos en aquellas zonas donde esta incidencia se mantenga, pueda comenzar con una reapertura. Tras él se encuentra Ávila, con 570, y Salamanca, con 620. El resto se encuentra ya sobre la media, con Zamora y Valladolid más cerca de los 1.000 y Burgos, superando los 1.300. En todos los casos, eso sí, la tendencia es descendente.
De esta manera, si como algunos hosteleros piden, la reapertura se produjese por debajo de los 500 casos de incidencia a los 14 días, Segovía podría abrir, mientras que Ávila y Salamanca, seguramente, no tuvieran que esperar hasta diciembre para hacerlo dada la evolución. Pese a ello, todo son rumores actualmente, y solo tras las reuniones que se produzcan se conocerá finalmente cuál será la decisión de esta reapertura.