El pasado puente del 6 y 8 de diciembre ha sido marcado en el calendario del coronavirus como un nuevo cambio de paradigma en la evolución del coronavirus. Después de varias semanas de descenso continuo en la incidencia en España y Castilla y León, esta fecha ha vuelto a poner todas las alarmas de cara a la Navidad.
En Salamanca se llegó a este puente con los negocios abiertos tras lograr rebajar la incidencia de manera suficiente, aunque en un nivel cuatro que le permitía un aforo de un tercio en interiores. Desde el miércoles hasta el viernes han sido 336 los contagios mientras que en los diez días anteriores a este fueron de 495 en la provincia de Salamanca, aunque se debe tener en cuenta que el miércoles tras el puente se tienen en cuenta los contagios del martes, festivo, donde siempre bajan.
Analizando por días, eso sí, en los últimos cinco días, la semana actual, en la que se empiezan a notar los efectos del puente, han sido 233 los contagios frente a los 221 de la semana anterior, un ligero ascenso que implica una peligrosa tendencia que, de ir en aumento, puede llevar de nuevo a duras restricciones.