Antonio Jesús Martín: “Tristemente, hubo un triaje, una selección de las personas que se podía atender o no en el sistema sanitario”
Juanma de Saá / ICAL
El presidente de Cáritas de Castilla y León, Antonio Jesús Martín, afirmó hoy que, aunque el inicio de la pandemia de COVID-19 “nos pilló a todos con el pie cambiado” y que “se vio desbordado” el sistema sanitario, “tristemente -y hay que decirlo- hubo un triaje, una selección de las personas que se podía atender o no en el sistema sanitario” y apostilló: “No lo digo yo, sino los informes oficiales, de Médicos sin Fronteras y de Amnistía Internacional”.
En este sentido, Martín de Lera apuntó que “pretendieron que las residencias fueran centros sanitarios, que no lo son ni estaban preparadas, y a muchos abuelos, en el conjunto de España, no se les derivó a los hospitales”.
Antonio Jesús Martín hizo estas declaraciones, junto con el obispo de Zamora, Fernando Valera, en el Centro de Formación y Empleo, en la capital zamorana, durante la presentación de la campaña ‘Esta Navidad, más cerca que nunca’ y la exposición de los datos sobre personas atendidas por Cáritas Diocesana de Zamora. “En la segunda ola, eso no ha pasado, el sistema sanitario está mejor organizado, ha sabido responder con mejor eficacia y hay que reconocerlo”, valoró.
“Probablemente, a todos nos pilló desprevenidos y no sabíamos reaccionar ante esa situación. Lo cierto es que en los centros de mayores, el virus, en general, ha entrado y se ha cebado de forma especial. Cuando la apuesta inicial de la vacuna es por los centros residenciales de mayores por algo será”, indicó.
Igualmente, consideró que hay “muchas cosas que deberían ser tarea del Estado y los servicios sociales pero la realidad dice que no lo son” y apostilló: “El fundamento de Cáritas y la Iglesia siempre es el Evangelio, que dice que el Señor estuvo cerca de los pobres. Mientras sigamos siendo cristianos, seguiremos al lado de los pobres. Reclamaremos a las administraciones pero, muchas veces, no son capaces de llegar a todas las personas que están al margen de la sociedad”.
Por último, Martín de Lera destacó que, durante la pandemia de coronavirus, muchas diócesis habilitaron seminarios y casas de religiosos para acoger a personas sin hogar. “En España viven unas 40.000 personas en la calle y, con el confinamiento, era difícil. La respuesta de la Iglesia ha sido generosa y ha facilitado que muchas personas hayan podido pasar el confinamiento cuidados, acogidos y queridos”, concluyó.