VÍDEO | El músico segoviano Víctor Correa gana la beca de creación artística de la Fundación Castilla y León
El músico segoviano Víctor Correa gana la beca de creación artística de la Fundación Castilla y León para su nuevo proyecto 'Movimiento'. Correa prepara una obra en la que el movimiento será el protagonista, con el cuerpo del bailarín Pau Arnal como vehículo conductor, en una búsqueda de los ritmos castellanos más ancestrales
"Están, pero no nos paramos a escucharlos". El músico castellano Víctor Correa nos propone prestarles atención: son los sonidos que rebosan de la naturaleza del paisaje de su tierra: pueblos, caminos, ríos, veredas, bosques, prados, carreteras, cañadas, ganados... Dice Correa que "todos ellos provocan y fomentan la aparición de ritmos que a veces se sincronizan en pequeños trozos de música espontánea". De ahí nace la inspiración del proyecto Movimiento, con el que ha ganado la IV edición de la beca de creación artística contemporánea de la Fundación de Castilla y León en la provincia de Segovia.
Ritmo: sonido en movimiento
Con esta beca, dotada de 12.000 euros, Víctor Correa desarrollará durante un año esta obra construida sobre dos pilares, el sonido, a través de la composición musical que servirá de contexto, y el movimiento, a través del propio cuerpo, que será el vehículo. "Dentro de todo ello -añade Correa- brillarán el ritmo, el ciclo, el patrón, el pregón, lo ancestral". El fin es la creación de un "objeto artístico audiovisual y multidisciplinar combinando diferentes técnicas escénicas, musicales, conceptuales, espaciales, de la danza, del movimiento, de la improvisación, la interacción, la experimentación. Todo ello será revisado desde el prisma del presente, mirando hacia al futuro, manteniendo la llama, pero añadiendo leña nueva".
Para el primero de los pilares el segoviano cuenta con la compañía de otros cinco profesionales con gran presencia castellana, nacidos y/o residentes en Castilla y León: Violeta Díez, Víctor Antón, Javier Moreno, Borja Barrueta y Adal Fernández.
Para el segundo de los pilares se servirá del cuerpo del barcelonés Pau Arnal, "un instrumento natural al servicio del lenguaje, la herramienta visual que transmitirá el discurso", explica Correa. Arnal comparte para el proyecto su dilatada experiencia como bailarín y coreógrafo que le ha llevado a ganar numerosas competiciones nacionales y a trabajar con algunos de los artistas más destacados del panorama nacional e internacional, como Melendi, Alejandro Sanz, Kyne, Alex Serra o Mans-o. Es co-creador de la técnica Movimiento Continuo y junto al colectivo "Kampai", del que es componente y coreógrafo, lleva su investigación de movimiento más allá de la danza urbana, amplificándola con principios y técnicas de otras disciplinas. En enero de 2020 Pau Arnal y Víctor Correa colaboraron juntos por primera vez siendo seleccionados para el festival de video danza "Liftoff Global Network".
Con este equipo de grandes artistas Víctor Correa establecerá encuentros en los que trabajará y experimentará con conceptos e ideas, "probaremos, debatiremos y nos re-descubriremos con enseñanzas los unos a los otros. Sabiendo hasta dónde podemos arriesgarnos haremos los ajustes que sean necesarios". Indagarán sobre los ritmos, "tanto los provocados consciente o inconscientemente por el ser humano como los producidos por la propia naturaleza".
Una vuelta a lo ancestral: el folclore castellano
Con este proyecto Víctor Correa quiere "explorar la idiosincrasia castellana: la soledad del mundo rural, la paz de nuestros espacios naturales, el trato recio, la honestidad, la austeridad, humildad y laboriosidad del castellano". Confiesa el segoviano que se ha sentido influenciado por su tierra desde su más tierna infancia y "fascinado por cómo se resiste el mundo al cambio, quizá de manera especial aquí". Se muestra también "confundido por cómo la cultura, el arte y las manifestaciones que salen de la cotidiana labor se ven, en el mundo rural, como un desafío al orden establecido".
Por eso se plantea con Movimiento "una vuelta a lo ancestral" desde su personal punto de vista: "un castellano que tuvo que emigrar y regresar por fin, veinte años después, con intención de arraigarme a la tierra que me vio nacer". Este proyecto plasmará, dice el músico, "la universalidad de aquello que nos hace humanos mostrando cómo el folclore es fruto de la tierra a través de mi propia vivencia en Castilla y del estudio de sus tradiciones".