La "falta de recursos" de la Junta condena al joven Adrián García con trastorno del espectro autista
Adrián García es un joven de 15 años, natural de Carbajosa de la Sagrada, que tiene diagnosticado TEA (trastorno del espectro autista) desde muy pequeño. Algo que le convierte en una persona totalmente dependiente y que se encuentra en una fase en la que peligra su vida. El trastorno del espectro autista (TEA) es una afección neurológica y de desarrollo que comienza en la niñez y dura toda la vida. Afecta cómo una persona se comporta, interactúa con otros, se comunica y aprende. Este trastorno incluye lo que se conocía como síndrome de Asperger y el trastorno generalizado del desarrollo no especificad.
Actualmente, no existe un tratamiento estándar para el TEA. Hay muchas maneras de maximizar la capacidad del niño para crecer y aprender nuevas habilidades. Cuanto antes se comience, mayores son las probabilidades de tener más efectos positivos en los síntomas y las aptitudes. Los tratamientos incluyen terapias de comportamiento y de comunicación, desarrollo de habilidades y/o medicamentos para controlar los síntomas.
Según narran Isidro y Cristina, sus padres, a El Español-Noticiascyl, hace ya casi tres semanas que se encuentra ingresado en la planta de Psiquiatría del Hospital 'Los Montalvos' de Salamana, a la espera de una plaza en la Unidad de Salud Mental Infanto-Juvenil de Castilla y León. "Algo que roza lo improbable ya que tan solo se cuenta con siete plazas para todo el territorio castellano y leonés", puntualizan sus padres.
El problema radica en que en su domicilio, explican los padres, "no puede recibir la atención que el niño necesita para un mínimo de calidad de vida y que garantice la misma, ni siquiera su escolarización". Ellos van más allá al explicar con tristeza que "según se encuentra Adrián en estos momentos, no puede estar escolarizado, ni en el instituto ni en casa, como estaba antes. Porque, debido a las últimas dificultades, tampoco podía venir a casa su profesora".
Los padres agotados, ante la falta de respuesta de la Administración
Su padre, Isidro, desesperado, no deja de llamar a la puerta de Servicios Sociales de la Junta de Castilla y León con la única solución de "ver cómo pasan el problema de unos a otros argumentando la falta de recursos por parte de las instituciones públicas". Por eso, y al no ser el único caso, ruega que exista un servicio "adecuado para los niños con necesidades especiales que necesiten una atención muy especializada que no se le puede ofrecer en los hogares".
Sin embargo, sus padres están "agradecidos" por el trato que recibe Adrián del personal sanitario, que "es extraordinario". Ya que el joven cuenta con la asistencia de un psiquiatra que le trata personalmente, al igual que la relación que tienen sus padres con la trabajadora social que, con reuniones diarias, se puede ver la desesperación de todos ellos en llamar a las puertas de la Junta e insistir en llamadas y más llamadas para lograr "alguna solución a esta situación".
Adrián necesita una habitación adaptada en un centro de menores o si bien no es posible, trasladarlo al centro Santa Isabel de León, que pese a ser un centro de adultos en estas ocasiones adaptan una habitación para el caso de los menores. Su padre ahora se encuentra acompañando a su hijo en Los Montalvos, "mi trabajo me lo permite", pero existen padres que no pueden hacerlo por su situación laboral o precariedad.
Finalmente, el padre de Adrián quiere dejar claro que "somos padres, no psicólogos ni psiquiatras ni terapeutas". Unos padres, los de este joven con serios problemas de salud mental, que "no abandonaremos la lucha por el bienestar de nuestro hijo ni de todos aquellos que viven la misma situación, que deben recibir atención de la Sanidad Pública como la tendría en condiciones normales".