Valladolid, refugio de tres familias afganas que huyen del horror talibán
Quien abandona su país sin saber que es lo que se va a encontrar ni lo que le va a deparar el futuro, rara vez lo hace por capricho. Las personas que toman esa decisión lo hacen por desesperación, falta de oportunidades o, como en el caso que estos días se vive en Afganistán, por miedo a perder su vida y la de sus familiares. Y por ello, varios países occidentales, entre ellos España, se ha puesto manos a la obra para ayudarlos con una vía de escape. Un camino a la esperanza que, para tres familias afganas, han encontrado escala en Valladolid.
Veinte personas que, a través del trabajo de la Fundación Cepaim, llegaron ayer por la noche a nuestra ciudad alojándoles en tres de los siete pisos de acogida con los que cuentan en Valladolid. Para ello se desplazaron hasta el campamento temporal que el Gobierno de España ha instalado en la localidad madrileña de Torrejón de Ardoz dónde se encontraron “una muy buena organización”, tal y como comentó el asesor jurídico de la Fundación, José Luis Garrido.
“Hay tres zonas, la de dormitorios, de atención sanitaria y una zona de recreo y alimentación”. Precisamente, esta última es la que más le llamó la atención “puesto que me encontré con muchos niños jugando que, desde su inocencia, son ajenos a todo lo que está pasando”. Un contraste con las caras de preocupación y miedo de sus padres conscientes que han tenido que dejar su vida para afrontar un nuevo reto que no saben lo que les puede deparar. Y lo han hecho sin apenas tiempo ya que “me dio la sensación que muchos venían sin maletas y apenas con bolsas o mochilas con ropa, lo que supone un indicio de lo precipitada que debió ser la salida”.
De momento, en el presente, se han encontrado con la necesidad de anonimato. Aunque desde El Español Noticias Castilla y León tuvimos la oportunidad de coincidir con ellos en la sede de la Fundación, "no se les puede fotografiar, ni hablar con ellos, ni dar a conocer sus identidades por órdenes estrictas del Ministerio”, aclaró Garrido. No tanto por su seguridad, que también, sino por “la de sus familiares que han quedado en Afganistán, además que queremos mantener su privacidad para evitar cualquier situación de posible riesgo”. Y es que, en el caso de una de las personas acogidas en Valladolid, “colaboraba con la embajada y ha venido con su familia”, entre ellos sus cuñados, todos ellos posibles objetivos del régimen talibán.
Respecto a la posibilidad de que lleguen más refugiados el coordinador de Cepaim, Raúl Vara, indicó que “tenemos siete plazas más libres y es muy posible que sí recibamos más personas”. Porque la distribución de las familias tiene que agilizarse lo más posible ya que el plazo de estancia máximo en el campamento es de 72 horas en las que se les atiende sanitariamente pasando todos los protocolos marcados incluido el de COVID.
Hasta ahora no han llegado todos los refugiados que se esperan, alrededor de 800, y lo que se está haciendo es “a través de diferentes organizaciones que trabajamos con el Ministerio repartirlos por diferentes lugares de España”. Desde esas asociaciones lo que se pretende es dar ayuda a estas personas. “Una vez que están aquí, nuestra tarea es explicarles el sistema y los trámites que tienen que hacer para la solicitud de protección internacional”, matizó Vara.
Después llegará la parte complicada que es la de adaptación mutua “a la cultura española, sobre todo en cuanto al idioma”, algo para lo que se les aporta “empadronamiento, tarjeta sanitaria y escolarización de los menores”. El objetivo, por tanto, es dotarles de todas las herramientas para que alcancen la máxima autonomía y consigan una vida plena como la de cualquier ciudadano.
Ayuda integral
Asimismo, desde la Fundación recibirán asesoramiento jurídico en el procedimiento de asilo, darles clase de castellano como paso previo a poder acceder al mercado laboral. “Se les da orientación de empleo, cursos formativos todo con la idea de que no dependan del sistema y alcancen su autonomía económica y personal”.
Respecto al sistema de protección internacional del Gobierno de España Garrido subrayó que “muy positivo ya que se da una orientación integral a quienes solicitan el asilo”.
Una meta complicada pero que, desde Cepaim Valladolid, se va a hacer lo posible para conseguirlo. Lo hacen con el respaldo de ser una entidad sin ánimo de lucro, de ámbito nacional, que gestiona, entre otras cosas, las acogidas del sistema de protección internacional del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.