Cuando se organiza una boda religiosa, son muchos los preparativos. Si bien lo primero que solemos reservar es la iglesia y el restaurante, no debemos olvidar que antes de pasar por el altar, los novios han de instruirse en lo que anteriormente se denominaban 'cursillos prematrimoniales', pero que hoy tienen un apelativo bastante más descriptivo y acorde a lo que conllevan, y es el 'Itinerario de novios'.

Para explicarnos el proceso, El Español-Noticias de Castilla y León se ha reunido con el matrimonio formado por Elena y Ricardo, que son los delegados de Familia y Vida Valladolid, entidad dependiente del Arzobispado de la capital y que gestiona desde hace tres años este proyecto en la provincia.

En primer lugar, los novios han de acercarse a una de sus parroquias para informarse de lo necesario para realizar el expediente matrimonial. La antelación mínima deseable para llevar a cabo esta gestión es de seis meses, si bien "es conveniente acudir antes". El párroco revelará todo lo necesario para gestionar lo que comúnmente se denomina "los papeles de la boda" e indicará a la pareja que debe inscribirse en la web www.familiayvidavalladolid.com para llevar a cabo el ya citado 'Itinerario de novios'.

Este año por el momento ya son 265 parejas las que han realizado su inscripción. Pero Elena y Ricardo no están solos: hay cerca de 30 parejas de matrimonios voluntarios, "los que llamamos matrimonios tutores" que se van haciendo cargo de los novios en diferentes grupos. "Nosotros vamos asignando novios al matrimonio tutor, que se pone en contacto con los ellos y concretan unas fechas y unos días de reunión que les vengan bien a todos. Porque no tenemos unos horarios fijos y unas fechas establecidas fijas, sino que va en función de la disponibilidad tanto de los novios como del matrimonio tutor, que para eso son voluntarios", explica Ricardo.

Una vez organizados, cada grupo asistirá a doce reuniones de dos horas cada una de temas tan variados como 'comunicación y resolución de conflictos', 'la espiritualidad en el noviazgo', 'la belleza de la sexualidad', 'la fidelidad', etc., etc.

Los diferentes temas se van abordando en estas sesiones por distintas parejas de tutores y un sacerdote "porque la visión que él da desde su vocación sacerdotal también es muy importante para los novios". Los tutores generalmente se especializan en un asunto "en el que les resulta más cómodo o tienen más facilidad para explicar", y están recibiendo "formación continua".

El objetivo principal de estas sesiones es "favorecer la comunicación entre la pareja, crear entre los novios un punto de encuentro para que hablen sobre diferentes temas y que profundicen en ellos". "Que hablen, que hablen, que hablen, porque hemos visto que existe una falta de comunicación brutal".

Pese a que tanto Elena como Ricardo creen que la mayoría de las parejas se apuntan al 'Itinerario' como mero trámite para pasar por el altar, lo cierto es que "cuándo se van, nos lo agradecen muchísimo, ves parejas que con sinceridad te dicen: oye, nos ha gustado de verdad, ha habido cosas muy interesantes, cosas que ni siquiera habíamos hablado nosotros. Hemos descubierto que la Iglesia es otra cosa". "Todas las parejas afirman que les sorprende gratamente".

Elena y Ricardo, delegados de Familia y Vida Valladolid

Antes del 2019, Elena y Ricardo ya llevaban un par de años involucrados en los diferentes grupos que daban los cursillos. "Cuando todavía se llamaban cursillos", recuerda Elena. Ellos se estaban encargando de hacer un análisis de los asuntos que se trataban en las diferentes parroquias y arciprestazgos y tras dos años de reuniones con los equipos que estaban funcionando "se vio que era necesario un cambio, puesto que la sociedad estaba cambiando", explica Elena. "También nos basamos en los números que teníamos, no de bodas, sino de fracasos", añade Ricardo, calificando la situación como "una crisis social brutal".

Entonces en ese año, en 2019, Luis Argüello, obispo auxiliar de Valladolid, les propuso que tomasen el cargo de la Delegación de Familia y Vida "¡El shock fue impresionante! ¿¿Nosotros?? le dijimos a D. Luis sorprendidos… ¡con la cantidad de gente que hay en la Diócesis mucho más formada, más preparada… más capaz!".

Bien es cierto que "de entrada, pensamos en decir que esto no era para nosotros, que nos quedaba muy grande… pero poco a poco la idea fue calando en nuestro interior… y lo pusimos en manos del Señor, que con una palmadita y un empujón nos animó a decir ese sí que nos estaban pidiendo".

Aun así, después de madurar la idea, Ricardo y Elena vieron que ellos solos no iban a ser "capaces de hacerlo" y necesitaban "el apoyo, el trabajo y la colaboración de algún matrimonio más para acompañarnos en este caminar". Así fue como fueron hablando con otras parejas que, como ellos, se comprometieron a gestionar la delegación "con ilusión y con ganas".

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