Nadie lo puede dudar, ser madre es el momento de mayor felicidad para una mujer, pero también un cambio radical en la vida personal y profesional. Y si se trata de una deportista aún más. “Nunca sabes cuándo es el momento adecuado”, reflexiona Mayte Martínez, la atleta vallisoletana que llegó a ser subcampeona de Europa de los 800 metros. En su caso, no fue hasta el final de su carrera deportiva cuando tuvo la oportunidad. Otras como la saltadora zamorana Raquel Álvarez ha logrado compatibilizarlo. Eso sí, las dos tienen algo en común: “es muy bonito, pero muy duro, sin ayudas”.

Por este motivo, desde la Junta de Castilla y León ha anunciado una importante novedad para facilitar la maternidad. A partir de ahora, las mujeres que queden embarazadas o den a luz podrán seguir percibiendo las becas que concede la Junta a los deportistas y entrenadores profesionales. Hasta la fecha, la regulación de los premios a la excelencia deportiva de Castilla y León dejaba sin ayuda económica a las deportistas y entrenadoras al año siguiente a su embarazo, ya que para su adjudicación se tomaba como referencia los resultados obtenidos durante el ejercicio que coincidía con la gestación o el periodo de lactancia.

Las dos han mostrado su agradecimiento y han contado a El ESPAÑOL Noticias de Castilla y León cómo fue su experiencia. “Cuando te planteas ser madre sabes que no será fácil”, apunta Mayte Martínez. “No sabes si perderás tu trabajo, si tus condiciones serán las mismas, cómo se conciliará. En el caso de deportistas se complica más porque nuestro cuerpo es sagrado, es nuestro motor”, comenta mientras da con la clave de estas dudas: “Cuando conseguimos el alto nivel coincide con la época de mayor fertilidad”. Las deportistas también luchan contra esta desigualdad y contra el falso mito de que si eres madre, no puedes ser deportista.

Enrique Sánchez Guijo, director general de Deportes; el vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo, ; Mayte Martinez y Raquel Álvarez en la presentación de los Premios Excelencia Deportiva de Castilla y Leó R. Valtero ICAL

Mayte: "Me costaba reconocerme"

La vallisoletana, retirada en 2012, siempre competitiva luchó contra rivales y contra lesiones. En su caso, siempre había una duda. “No encontraba el momento. Si quedaba medalla de algo siempre quería más y me negaba a ser madre. Si tenía un año malo, quería también recuperar el tiempo, y claro, tampoco encontraba el momento”. Hasta que en 2012 lo dejó, no pude ser madre con 36 años. Por este motivo agradece que desde las administraciones se ofrezcan ayudas. Ahora madre de una niña de la que dicen ha heredado sus cualidades, tiene claro que no quiere que a ella le pase lo mismo. “Tenemos que hacernos eco de lo que nos pasa”, reitera.

Mayte se sincera y reconoce que para una atleta fibrosa como ella, mirarse al espejo después de ser madre fue un shock. “Me costaba reconocerme. Miraba mis muslos, mis pechos… los tres primeros meses a nivel de identidad fueron duros. Ahora las mujeres deportistas están más rodeadas de profesionales y tienen más ayudas”, apunta, antes de aplaudir la medida dela Junta  que espera que incentive “para que más deportistas pueden tener bebés y luego volver a la práctica”.

Raquel Álvarez: "Hagamos eco y que nos apoyen"

El caso de la saltadora de altura zamorana, Raquel Álvarez (de la generación del 83), es diferente. Ella, también llena de dudas, decidió ser madre en mitad de su carrera deportiva. “Las dudas fueron si tendría que dejarlo”, finalmente no. Entre otras cosas porque ha tenido “la suerte del gran apoyo” de su marido que se ha ocupado del cuidado de su hijo Leo. Además ha contado con las instalaciones cercanas del CAR en Soria, lugar donde entrena.

“Mucha gente se queda por el camino. El deporte es cultura y no se le puede negar a las madres. Es una manera de no perder la individualidad. Hay que visibilizar las dificultades de una mujer deportista cuando decide ser madre y continuar con su carrera deportiva. No es un camino fácil. Es un camino que no está regularizado, se necesitan más ayudas, más becas", reclama.

Ocho meses después del parto logró ser tercera en salto de altura en el Campeonato de España. La toresana demostró que la maternidad no es impedimento para lograr éxitos en la élite deportiva. Por eso apuesta por coger lo positivo de este proceso “pero sin perder la identidad”.  Por último, la soriana de 38 años, recuerda que no solo son las madres deportistas las que hacen el esfuerzo, también las que no llegan a serlo. “Yo pude con mucho trabajo, y espero que se siga haciendo. Hagamos eco y que nos apoyen”.  

Lo que sí reclaman ambas es que "se visibilice y se empiece a normalizar" que una mujer puede ser madre y deportista de alto nivel.

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