El Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana, ubicado en la Sierra de Atapuerca, participa en un trabajo en el que se analizan molares fosilizados y fragmentos de cráneos de la época del Mioceno tardío hasta el Plio-Pleistoceno. Este estudio ha permitido descubrir una relación entre los dientes y la evolución del embarazo.
La investigación está siendo liderado por la paleoantropóloga de la Western Washington University Tesla Mondon y en él también participa la científica del Centro Nacional de Investigación sobre Evolución Humana Leslea Hlusko. Mondon asegura que los humanos tienen la tasa de crecimiento prenatal "más alta de todos los primates", pero esta evolución ha sido "un misterio hasta ahora". Sobre dientes, tasas de crecimiento prenatal y evolución del embarazo se ha desvelado una pieza fundamental de este rompecabezas en un lugar inesperado: los tamaños de los dientes morales fosilizados.
"Los dientes son indicadores de lo que sucede en otras partes del cuerpo", afirman en este estudio y se demuestra que "se pueden usar como si fuera un mapa que ayuda a recorrer el laberinto que suponen los efectos entrelazados de la genética y el desarrollo", además de poder "comprender mejor" la historia de vida en el pasado.
Los resultados han indicado que los homínidos alcanzan una tasa de crecimiento prenatal que los separó de los demás simios hace medio millón o un millón de años.
Hlusko señala que la tasa de crecimiento prenatal está relacionada con el volumen endocraneal y con las proporciones en los dientes morales: "Esto demuestra que los dientes pueden ser un indicador de las tasas de crecimiento prenatal como el tamaño del cerebro".
Este descubrimiento ha generado muchas nuevas preguntas a los investigadores de la evolución. Monson concluye afirmando que no cree que la humanidad "se reduzca únicamente a los dientes" pero o"sí que parte de ella queda registrada en nuestros dientes". Por ello, este estudio permite abrir una amplia ventana al análisis del embarazo y gestación, con el que se puede tomar material dental de los antepasados y otros primates para analizar cómo eran sus embarazos.