La Navidad siempre ha significado familia, amor, celebración y, en resumen, hogar. Sin embargo, para Marina Pevtsova este año es una de las “más tristes” de su vida. Ella es ucraniana y, tras la grave situación que atraviesa el país, en marzo cogió sus maletas y se vino con sus hijas a Valladolid.
Las pequeñas tienen 3 y 7 años, Zlata y Dasha Kuklych, y si algo echan realmente de menos en esta época tan mágica del año es a su padre. “Mi marido está en Ucrania porque no puede salir de allí. Es la primera Navidad que estamos lejos de toda la familia y a las niñas les da mucha pena no poder compartir estos momentos con su padre”, afirma Zlata.
Actualmente, están viviendo en un hostal ubicado en el centro de Valladolid. En él tienen una habitación “muy pequeña” para las tres con dos camas y el baño “es compartido con muchas personas más”. Asimismo, hay un comedor donde les ofrecen desayuno, comida y cena.
En su país, ella trabaja en un banco, pero aquí en España lo está teniendo difícil para adentrarse en el mundo laboral. Afirma que le exigen “documentos y muchos cursos” para poder entrar en cualquier parte. Pese a ello, Marina todos los días acude a una academia para “aprender el idioma” y poder conseguir un oficio, algo tan necesario para ella en estos duros momentos.
Las niñas van a un colegio del centro y están “muy contentas”. Ellas han aprendido el idioma “muy rápido” y se han adaptado “bastante bien”. Sin embargo, la situación sigue siendo muy dura para las tres.
Su marido no tiene agua, calefacción ni luz. Solo les dejan “una hora por día o cada dos días”. Por ello, afirma que es “complicado estar allí” y también apunta que “las tiendas no trabajan, todo está parado”. El padre de sus hijas tampoco tiene empleo en estos momentos. Un hecho que agrava aún más la situación en la que esta familia se encuentra.
Los Reyes Magos son un momento de gran alegría para los más pequeños de la casa, pero este 2022 la familia de Pevtsova lo tiene más complicado que nunca. Ambos están sin trabajo y tirando de los ahorros que tienen. Lo cierto es que hay algún conocido que le va a dar algún juguete para que las niñas puedan seguir teniendo la misma ilusión que cada año.
Para endulzar un poco estos días de celebración, Marina acudirá con sus hijas a ver la cabalgata, el ambiente y las luces. Todo ello para que las más pequeñas puedan “disfrutar” un poco de estos días tan especiales y no pierdan la ilusión que invade a los niños con la llegada de los tres Reyes Magos de Oriente.
Respecto a su vuelta a Ucrania, con una profunda tristeza, asegura que no sabe cuándo podrá ser: “Ahora mismo es muy peligroso estar. Cada día los rusos nos atacan y muere mucha gente. No puedo volver y poner en peligro a mis hijas”.
Maryna finaliza con un mensaje de cariño para el país que las ha acogido: “Hay mucha gente buena aquí. Aunque me gustaría volver lo antes posible, me he enamorado de España y sé que cuando me vaya, la echaré de menos. Siempre será mi segunda familia”.