Todo arrancó en la Comunidad de Madrid, pero cada vez son más las comunidades donde sus médicos de atención primaria están convocando huelgas para protestar por las condiciones laborales que sufren con agendas de pacientes cada vez más saturadas. El problema sigue latente en Madrid contra la presidenta Isabel Díaz Ayuso y en Cantabria acaba de finalizar. CSIF prepara movilizaciones en la sanidad de La Rioja para esta semana entrante, y, en Canarias, los médicos temporales ratifican la huelga indefinida.
Andalucía, Cataluña, Comunidad Valencina y Navarra ya han registrado huelgas para el próximo 2023. Otras, como País Vasco, se lo están pensando y solo tres comunidades, Castilla y León, Galicia y Castilla La Mancha aguantan este efecto dominó que ha ido poniendo en pie de guerra a otros médicos. Estos parones en la Sanidad de nuestro país están relacionados con la situación de presión asistencial y falta de profesionales sanitarios en la Atención Primaria.
Sin embargo, en nuestra Comunidad está lejos de producirse “de momento”. ¿Por qué? Pues no es porque aquí no se estén teniendo los mismos problemas que en otros lugares, todo lo contrario, pero es cierto que, según manifiestan desde el Sindicato Médico de Castilla y León, “se está en una situación de diálogo y negociación” con la Consejería de Sanidad y no hay voluntad de ir más allá en el conflicto para no perjudicar a los pacientes y al sistema.
Por supuesto que los médicos de Atención Primaria están padeciendo los mismos problemas que en el resto del país. El más grande es el de la falta de profesionales. Y aquí se agravia con unas bajas retribuciones respecto al resto del país, según apunta el secretario general adjunto Chema Soto. Pero en la Comunidad ya se han trasladado estos problemas a la administración y se está negociando diferentes aspectos para llegar a acuerdos. “No queremos llegar a la huelga, pero es cierto que si no vemos que se da ningún paso, no lo descartamos de cara al año que viene”.
Soto reconoce que aquí la labor se está negociando de manera bilateral, y no unilateral como ocurre en otras Comunidades. “Estamos llegando a acuerdos y por eso no tenemos razones para ir a la huelga”.
Los problemas crónicos que padecen los médicos son similares en todas las Comunidades. Por ejemplo, la gestión de la agenda médica, el estar al menos 10 minutos por paciente, la desburocratización de todo el trabajo del médico, lo que ocurre es que, como apunta Soto, “aquí ya se habían dado pasos en algunos aspectos, y en otras comunidades, no”.
Desde los sindicatos médicos se lucha por un presupuesto suficiente para ofrecer salarios competitivos y dimensionar las plantillas, de manera que sean eficientes y poder cumplir con su misión de prevención y vigilancia de la salud. En algunas comunidades se está forzando a los profesionales a listas de más de 70 pacientes diarios. También resulta urgente desburocratizar las consultas, descargando a los médicos de Familia y pediatras de toda tarea administrativa que no sea exclusivamente suya.
Negociar con las mareas blancas
La Consejería de Sanidad de Castilla y León viendo cómo las mareas blancas inundaban otras comunidades han tomado el timón desde el primer momento abriendo una ronda de conversaciones, tanto con sindicatos como con las asociaciones de Medicina de Familia y Pediatría. Se han analizado sus demandas para evitar posibles huelgas. Unas negociaciones que está encabezando el viceconsejero, Jesús García-Cruces, y responsables de las direcciones generales de Recursos Humanos y Asistencia Sanitaria.
El consejero de Sanidad, Alejandro Vázquez, ha reconocido en diferentes comparecencias que la actual lista de espera para Atención Primaria “son mejorables, pero no son tan malos”, como en otras autonomías. En concreto, contabilizó en menos de tres días en la media de toda la Comunidad. Aunque es cierto que matiza que nada tiene que ver lo que se vive en zonas rurales con urbanas.
En la reunión de la Junta con los sindicatos para estudiar mejoras en la Atención Primaria, anunció que "se puede mejorar la espera en los cupos urbanos, ya que existen propuestas para abrir, por supuesto, de modo voluntario, consultas por la tarde, totalmente incentivadas para disminuir esa demanda en el mundo urbano y en el mundo rural. Adaptar las consultas a las acumulaciones de otra manera para que puedan atenderse".
De momento, la Atención Primaria de Castilla y León aguanta el tirón, con muchas carencias, pero con la confianza en poder salir adelante.