"El mundo es un libro y aquellos que no viajan leen solo una página", esta es una de las frases más destacadas de todos los que sueñan con estar cada día en una parte del planeta. El caso de Carlo Cuñado es peculiar porque, pese a que su vida es el turismo, en su mente solo está el poder disfrutar del lugar donde nació: Castilla y León y, más concretamente, Burgos.
Este joven burgalés ha trabajado en la embajada de España en México y en el consulado de España con temas relacionados con la comunicación. También se ha dedicado a la comunicación para instituciones, festivales, eventos, ONGs u otros medios. Sin embargo, es cierto ese dicho de que por amor lo acabas dejando todo. Eso fue lo que le pasó. Se fue a vivir a Irlanda y, de pronto, cargó sus maletas y se fue con su pareja a viajar por el mundo. Recorrieron Israel, Palestina, Jordania y, de pronto, apareció el confinamiento.
"Sin trabajo, atrapados, inmigrantes y en una situación precaria", así define Carlo Cuñado los momentos que vivió. Sin embargo, de todo se saca algo en positivo y así fue. Convivía con vascos, canarios, andaluces o catalanes y ahí se dio cuenta de que "todos creaban contenidos" y que le costaba "defender la tierra". Por ello se preguntó: "¿Por qué hay tantos influencers de otras comunidades y de la mía, que es la más grande de España, no hay tantos?".
Empezó a redactar y a escribir el proyecto y, en cuanto pudo, cogió el primer vuelo y se volvió a su tierra. Pensó en todos los lugares, rincones, iglesias y parajes que son "extraordinarios". Empezó a editar los vídeos, recaudó dinero e invirtió "mucho" para que este proyecto diera sus frutos. Tras un año y medio de trabajo aquí están, han llegado y "son positivos". Se ha hecho un hueco en el complicado mundo de las redes sociales y ya cuenta con más de 50.000 seguidores en Instagram (@carloartspain).
Una de las cosas que cree que más le ha ayudado en estas plataformas ha sido la naturalidad: "Castilla y León es naturalidad. En redes sociales esto no es bienvenido por parte de las plataformas pero, por parte del público, es una necesidad".
Pese a ser una Comunidad de "información, patrimonio y cultura", son muchos quienes hablan de que es la 'España Vaciada' y que cada vez son más las personas que abandonan. Una afirmación que le "duele" a este influencer burgalés que no tiene dudas de que es "de las más ricas" y que todas tienen a Castilla y León en sus escudos, banderas o patrimono".
Todo esto viene de un problema de años atrás: "A los castellanos y leoneses no nos enseñan a querernos. Tenemos unos juicios que arrastramos y son falsos. La educación que te dan es que cuanto antes acabes y te vayas a grandes ciudades como Madrid o Barcelona mejor, porque aquí no hay esperanza. Pero hemos sido la esperanza de todo el país. Tenemos unas posibilidades tremendas. Deberían enseñarnos a querernos y valorarnos más".
Él, con la voz repleta de orgullo, define Burgos como "un sentimiento, un tesoro", su "raíz". En definitiva, una "joya". Una provincia llena de "variedad y diversidad". Personas que hablan "euskera", otros que están próximos a Cantabria y sus costumbres, una "diversidad tremenda de norte a sur". Tal es su amor por Castilla y León que, recientemente, ha sido reconocido en la categoría Social Media por su labor de divulgación sobre la sostenibilidad y lucha contra la despoblación, dentro de los Premios de Turismo Responsable y Sostenible de Fitur.
Para aquellos que visitan Castilla y León por primera vez tiene dos recomendaciones -nadie mejor que él para hacerlas- y son: El Bierzo y Las Merindades de Burgos. Ahora "seguir soñando" es el único reto que tiene en mente.