La cultura vallisoletana está más que presente en todos los rincones de la ciudad. Calles, plazas, teatros, edificios y museos exhiben la historia y las tradiciones locales a través de diferentes tipos de obras. Lo que no todo el mundo sabe es que en la denominada ciudad del Pisuerga también hay determinados establecimientos que han querido centrar su idea de negocio en rendir homenaje a Valladolid, a su cultura y a su gastronomía. 

Es cierto que hay varios, pero solo uno consigue fusionar ambas vertientes en un espacio único que, desde que abrió sus puertas hace casi dos años, cada vez es más visitado. Hablamos de Los Ilustres, un restaurante ubicado "a las faldas" de la Catedral, que se ha convertido en uno de los favoritos de muchos vallisoletanos y que está relacionado con la ciudad en su totalidad. 

Imagen de la barra de Los Ilustres

Este no solo destaca por su carta, sino también por su atractiva, original y sorprendente decoración, que logra sorprender a todos aquellos que lo visitan por primera vez. Esto se debe a varias razones. 

La primera de ellas es el hecho de que en las paredes de su planta inferior se pueden apreciar retratos de personajes ilustres relacionados con Valladolid, como el conde Ansúrez, Cristóbal Colón, Miguel Delibes, Rosa Chacel, Concha Velasco, Pío Río Hortega, Pablo Rubens y Alonso Berruguete, además de Eduardo García Benito, Jorge Guillén, Francisco Umbral, José Zorrilla, Miguel de Cervantes, Felipe II, Felipe IV, María de Molina e Isabel La Católica. 

Algunas de las celebridades pintadas en las paredes del restaurante Los Ilustres

Todos ellos fueron pintados por el artista, también vallisoletano, Luis Pérez, quien también plasmó su arte en el comedor ubicado en la planta superior del local. Sin embargo, en esta ocasión lo hizo a través de cuadros de paisajes o edificios más escondidos de Valladolid, a los que asignó algunas de las canciones que mejor representan la ciudad, tales como 'Karla', de Los Nadie, o 'La senda del tiempo' de los Celtas Cortos. 

La carta de Los Ilustres tampoco pasa inadvertida para los clientes, ya que está formada, en su mayoría, por platos castellanos elaborados a base de productos locales o, en su defecto, regionales. 

De todo esto y mucho más ha querido hablar el gerente del negocio, Santiago Carrasco, en una sincera entrevista con EL ESPAÑOL - Noticias de Castilla y León. 

Santiago Carrasco, dueño del restaurante Los Ilustres

Carrasco ha confesado que la idea de montar un restaurante que rindiese homenaje a la cultura y a la gastronomía vallisoletana surgió durante la pandemia y a partir de la creencia de que "en Valladolid no nos lucimos lo suficiente": "Se abren muchos locales con decoraciones y cocinas típicas italianas, griegas... Y es verdad que la gastronomía vallisoletana está presente en todo en Valladolid, pero en la zona de la catedral veíamos que no. Entonces, quisimos hacer un bar de Valladolid que rindiese homenaje a la cocina tradicional castellana y, aprovechando que estamos a las faldas de la catedral, también a la cultura vallisoletana", ha explicado. 

Así, se les ocurrió decorar el local con personajes que han representado algo para la ciudad, "no necesariamente que hayan nacido aquí", y bautizar el restaurante con el nombre de Los Ilustres. 

Sin embargo, según Santiago, a su parecer, "nos hemos quedado cortos". A él le hubiese gustado "que fuera más de Valladolid todavía": "No lo hemos pintado de morado de milagro", ha confesado entre risas. 

Comedor del restaurante vallisoletano Los Ilustres

Por ello, uno de los planes de futuro que tiene en mente es incluir más celebridades en sus paredes. Es cierto que no les queda mucho sitio, pero los nombres que rondan por su cabeza tiene claro que antes o después terminarán ocupando un espacio de su restaurante. Es el caso de Lola Herrera, a quien él mismo conoce y le "cae increíble".

"Nos lo ha dicho muchísima gente y lo tenemos clarísimo, así que es una asignatura pendiente que tenemos. Además, me parece una persona auténtica que me encantaría que estuviese en mi local. Hace tiempo ya se lo pedimos a Luis, porque sí que nos gustaría que fuese el pintor original de todo, y nos dijo que en cuanto tuviese un hueco, nos la pintaba. El proyecto está, o sea que en cualquier momento se ejecuta", ha revelado. 

Sobre Luis, ha aclarado que fue él quien eligió a los personajes que hoy llenan de luz y color el restaurante, el lugar donde colocarles y el tamaño de cada uno de los retratos. "Le dejamos total libertad porque nos fiamos muchísimo de él. Es un auténtico fenómeno", ha destacado el empresario.

Lo único que lamenta el dueño de Los Ilustres de esta bonita y original iniciativa, es que, dado que todos están fallecidos, ninguno de los personajes anteriormente citados ha podido verse pintado en el restaurante. Ni siquiera Concha Velasco: "Un par de veces sí que llamaron desde el Ayuntamiento avisando de que iba a ir al Teatro Calderón y que a lo mejor se acercaba, pero al final no se pasó", ha explicado. 

Retrato de Concha Velasco realizado por el pintor vallisoletano Luis Pérez para el restaurante Los Ilustres

Por esta razón, no descarta incluir celebridades más de actualidad. Ahora bien, sí ha revelado que por el local han pasado otros famosos de la talla de César Pérez Gellida, Leo Harlem, algún rostro conocido del mundo del deporte, cantantes, etc. 

En cuanto a sus elaboraciones culinarias, Santiago ha destacado que todas ellas siguen recetas tradicionales, a pesar de que, "de vez en cuando, las damos algún giro más moderno". Así, destaca platos como las carrilleras, los cocidos de los jueves o el lingote de lechazo. Sin embargo, su plato estrella por excelencia son las patatas a la importancia, "una receta palentina que, aunque era la comida de los pobres, está riquísima y nos la piden un montón". "Al principio las hacíamos con la receta clásica, pero a veces jugamos con cocochas, langostinos, huevo... vamos variando un poco", ha confesado. 

Los Ilustres es, por tanto, un lugar único y muy tradicional que sitúa a la ciudad en un primer plano y en el que se puede disfrutar de un homenaje gastronómico en toda regla, basado en la cocina puramente castellana.