Es, sin lugar a dudas, la película del año, y ya no solo por los premios que ha recibido en las últimas semanas en los Goya y aquellos que aspira a conseguir en los Oscar, sino también porque se ha convertido en una de las producciones cinematográficas más vistas de los últimos tiempos, logrando llegar a prácticamente todos los rincones del mundo. 'La sociedad de la nieve', el proyecto de Juan Antonio Bayona, continúa celebrando éxitos y batiendo récords.
Precisamente por esto, para cualquier persona sería un orgullo poder gritar a los cuatro vientos que ha formado parte de una cinta, que tan solo dos meses después de su estreno, se podría decir que ya ha conseguido pasar a la historia del cine español.
Uno de los grandes afortunados que puede hacerlo es Javier Cascón, un joven actor salmantino que jamás había imaginado que participaría en un proyecto de tal magnitud como 'La sociedad de la nieve', ni tampoco para un cineasta de referencia como es Bayona. Pero así ha sido.
A sus 26 años, el intérprete ha conseguido doblar a uno de los actores de la ficción, concretamente al argentino Lucas Mascareña, en una de las escenas protagonistas de la película. Este era el encargado de dar vida a Fernando Vázquez 'el flaco', uno de los pasajeros fallecidos en el terrible accidente del vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya en la cordillera de los Andes en 1972 y en el que viajaba el equipo de rugby de Uruguay.
Y es que, el hecho de que el actor no pudiese venir a España ni estar presente en la última fase del rodaje, permitió a Cascón adentrarse en el fascinante universo de los rodajes de la superproducción que se desarrollaron en los platós de Netflix en Madrid, durante nada más y nada menos que dos semanas. Con ello, también participar en las escenas más trascendentales de la cinta y las últimas que se grabaron, aquellas que muestran la primera parte del vuelo y el posterior accidente del avión con los pasajeros a bordo.
De este modo, tal y como el propio Javier ha confesado en una entrevista con EL ESPAÑOL - Noticias de Castilla y León, él tuvo el enorme privilegio de vivir el fin de rodaje, así como escuchar a viva voz "toma hecha, fin de la película 'La sociedad de la nieve' y ver esa explosión de alegría, llanto y emoción por parte de todo el equipo". "Fue muy bonito", ha confesado.
Sin embargo, dado que Javier tenía que simular que era Lucas Mascareña, en la filmación únicamente se puede ver su cuerpo. Aun así, el mero hecho de haber estado dentro del proyecto, para él ya ha supuesto una experiencia "maravillosa". "El poder estar trabajando desde dentro y verlo todo es algo que cualquier artista hubiese querido experimentar", ha explicado.
Si bien, dado que el actor formó parte de una de las escenas más duras y complejas de la superproducción, cualquiera podría pensar que antes y durante las grabaciones los nervios, el miedo y la intranquilidad se adueñaron de Javier Cascón. Pero nada más lejos de la realidad.
"Para mí fue divertido, a pesar de que quizás fue lo más técnico de toda la película. Grabamos en dos módulos de avión mecánicos, que generaban los movimientos de las turbulencias, el choque, la nieve, la tormenta, la rotura de los asientos... Pero dentro de todo lo que era la vorágine que podemos ver en la película, para mí fue como estar en un parque de atracciones. No tuve ni susto ni miedo", ha revelado.
Hoy, cuando ya ha pasado más de un año desde que las grabaciones llegaron a su fin, Javier Cascón asegura que lo mejor que se ha llevado de su paso por 'La sociedad de la nieve' ha sido, sin duda, el magnífico trato que ha tenido con sus compañeros, así como el haber podido ver trabajar "a un gran director como Bayona", algo que para él es tan "bonito" como "gratificante".
"Fue una noticia increíble el poder trabajar y ver un rodaje de Bayona, y más para mí que le había conocido años atrás cuando fui jurado joven de la Seminci. Quién me iba a decir a mí que unos años después iba a trabajar en uno de sus proyectos. Tuve la ocasión de poder agradecerle y saludarle al final del proyecto y me pareció un hombre muy simpático y agradable, que trata a todo el mundo con mucho respeto. En la manera de trabajar es muy meticuloso, se preocupa mucho por cada plano, siempre buscando que la historia se cuente como él desea que sea contada. Fue fascinante", ha confesado.
Desde el primer momento, Javier sabía que estaba ante algo grande que "apuntaba muy alto". Sin embargo, nunca imaginó el aluvión de premios que ha conseguido. "Ahora sí, ahora lo entiendo, creo que es una película que se lo merece y lo que me llena mucho también es la gran acogida que ha tenido. Siento mucho orgullo porque, aunque mi labor tampoco haya sido nada destacable, he sido testigo de un hito en la historia del cine y he puesto mi pequeño copo de nieve", ha apuntado.
Una corta, pero brillante trayectoria
Javier Cascón ha logrado llegar a 'La sociedad de la nieve' después de varios años de mucho trabajo. El joven de 26 años tan solo lleva cinco años trabajando en el mundo de la interpretación. Si bien, es una pasión que le acompaña desde bien pequeño y en la que ha centrado sus esfuerzos desde el primer momento.
"Desde niño he sido un enamorado del cine, las películas y el teatro. Mi mejor regalo era cuando mi familia me compraba una peli o me llevaba los fines de semana a ver teatro", ha recordado.
Por ello, en cuanto tuvo ocasión, entró a formar parte del teatro juvenil del instituto, siendo en Bachillerato cuando tomó la decisión de que lo que realmente quería era enfocar su futuro profesional al arte dramático. Así, tras ser admitido en la Escuela Superior de Arte Dramático de Castilla y León, emigró de Salamanca a Valladolid para cursar durante cuatro años la titulación superior.
"Al terminar la escuela ya empezó mi pelea por trabajar", ha admitido. Y desde entonces no ha parado. Se ha ganado el pan en eventos culturales, animaciones infantiles, mercados medievales y visitas teatralizadas, así como en obras de teatro de gran éxito como 'Cuando todo cambia', dirigida por el actor vallisoletano Alberto Velasco, en series de la talla de 'Élite' o 'La noche más larga' y en películas como 'La consagración de la primavera'.
A todo ello se suma su participación en diferentes cortos, siendo 'Ogro', de Herminio Cardiel, un ejemplo de ello; y la puesta en marcha de proyectos propios a través de la compañía Atrote Teatro, que creó junto a varios compañeros en las aulas de la Escuela de Arte Dramático, y que ha representado en su Comunidad y fuera de ella.
El currículum de Javier no se queda corto. Aun así, todavía le quedan muchas cosas por experimentar y muchos sueños por cumplir, entre ellos, "poder convivir entre el teatro y la cámara, tener un papel más destacado en alguna serie, crear personajes e historias que consigan cambiar algo en la gente y que queden en la memoria del cine o incluso volver a coincidir con Bayona, pero esta vez como actor de reparto".
Mientras tanto, él, desde Madrid, busca seguir abriéndose camino en la profesión, con la mirada puesta en su compañía, en sus castings y en su faceta de especialista, puesto que está formándose en el género de acción y, en concreto, en la especialidad de esgrima histórica. Y es que, el actor no piensa tanto "en la profesión como forma de perseguir la fama o el dinero, sino como una búsqueda de la realización personal", algo que también ha logrado con su participación en la película del año.