El director de Cope Castilla y León, Luis Jaramillo, levantó hoy el telón de la Semana Santa en Valladolid asegurando que la ciudad ofrece durante estos días lo mejor de sí misma, “sin inteligencia artificial, ni metaverso” y cumpliendo con un ritual que desde hace siglos de demuestra que la creencia, la cultura y la tradición “están en nuestra raíz”.

En su pregón inaugural ofrecido esta noche en la Catedral, que se convirtió en una detallada y emotiva crónica periodística de la Semana Santa vallisoletana, Jaramillo también aprovechó para hacer un llamamiento a la vida en hermandad y aseguró que “no se trata de estar todo el año de procesión” y sí en aplicar las enseñanzas de estos días a la vida cotidiana de cada uno.

En este sentido, se refirió hermandad como sinónimo de amistad, solidaridad y concordia, mientras lamentó que el mundo no camina por “la fortaleza de todos estos términos”. “Por eso es importante que desde las Cofradías nos afanemos en poner nuestro granito de arena. Debemos arrimar el hombro para el esplendor de nuestras procesiones, pero también para ayudar a los demás. Acompañar en tiempos de soledad. Arropar, en los tiempos de la individualidad. En definitiva, esfuerzo y compromiso, cuando prima el pasotismo”, aseveró.

Además de destacar el trabajo de las 20 cofradías vallisoletanas y de las 41 procesiones que organizan, Jaramillo afirmó que estos días, en los que las calles se convierten en un gran templo en el que rezar, todos, “de una forma u otra, somos cofrades y formamos parte de un maravilloso acontecimiento cultural que es la raíz de nuestra creencia”.

En su discurso, en el que también hizo referencia el legado cultural y patrimonial de la ciudad, así como su modernidad, argumentó que en la Semana Santa de Valladolid encaja perfectamente la tradición con la religión. “Todos los años es lo mismo, pero todos los años es diferente".

Jaramillo repasó lo sonidos de la Pascua vallisoletana, los clarines y timbales, las campanas, las tablillas de orden, pero también de las dulzainas y las gaitas, al tiempo que se refirió a la riqueza musical vocal de himnos y cantos gregorianos, sin olvidarse de narrar el discurrir de las principales procesiones, en especial la Procesión General de la Pasión, “una procesión única en el mundo y que nos hace sentir el orgullo de lo nuestro”, además de convertir a Valladolid en el centro de la Pasión en España.

El director de Cope Castilla y León cerró el pregón haciendo un llamamiento para que la Semana Santa vuelva a servir para mostrar al mundo el patrimonio universal de la ciudad y “para enseñar el valor de la seriedad y del silencio, y para demostrar que sabemos acoger y arropar y que somos capaces de hacer grandes cosas juntos”.

Además del alcalde, Jesús Julio Carnero, y del obispo de Valladolid, Luis Argüello, al pregón asistió el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, que estuvo acompañado por la concejala de Movilidad y Transformación Digital, María González Corral, y por el consejero de Industria, Comercio y Empleo, Mariano Veganzones, así como el presidente de la Diputación, Conrado Íscar.