La historia de la Guardia Civil en España comenzó con su fundación por el duque de Ahumada en 1844. Sin embargo, no fue hasta mucho tiempo después cuando una mujer formó parte de él. El Real Decreto Ley 1/1988 del 22 de febrero dio acceso a las mujeres al cuerpo. Así, 197 mujeres entraron en la Academia de Baeza (Jaén) para formarse como Guardias Civiles y un año después se incorporaron a sus respectivos destinos.
Ahora, y como ocurre con todas las profesiones, ver a una mujer guardia civil es lo más natural del mundo, aunque es cierto que los comienzos fueron duros y tuvieron que sobreponerse a muchas trabas. La Benemérita no estaba adaptada para una sociedad que cambiaba y evolucionaba. Desde entonces, las mujeres han ido abriéndose paso en el Instituto Armado, ocupando puestos de responsabilidad y especialización.
En Castilla y León es muy probable que una mujer guardia civil le pare para hacerle una advertencia de tráfico, algún control de alcoholemia o para echarle una mano cuando la necesita. Las mujeres representan el 8% de los miembros de la Guardia Civil en Castilla y León, en España es casi del 9%, que cuenta con casi 600 efectivos (569 en la Zona y 29 del Sector de Tráfico), si bien el objetivo es que en 2030 el 30 por ciento de las personas que entren en el cuerpo sean féminas.
Dos ejemplos los tenemos en Begoña Uña Cantalapiedra, de la comandancia vallisoletana y también de Elena González Romero, comandante del servicio de Psicología de la comandancia de la Benemérita en la provincia pucelana. “En mi caso, ingresé en el año 2008 al cuerpo. Accedí por libre escala facultativa y ahora estoy en el Gabinete de Psicología. Me he encontrado un camino abierto. Entré por vocación, porque podría decir que me he criado en un cuartel de la Benemérita. No entiendo otra manera de vivir que prestando servicio a la Guardia Civil”, ha afirmado Elena, contando su historia.
Begoña, por su parte, ha indicado lo mismo. “No entiendo mi vida sin hacer este trabajo. No es un trabajo, es una forma de vida”, ha afirmado. Ella entró en el cuerpo en el año 1997, en la 10ª promoción de mujeres. “Queda camino para la plena integración, pero estamos trabajando en ella”, ha afirmado ante los medios de comunicación.
En España, de las agentes que ya forman parte del cuerpo, 194 son oficiales y representan el 5,4 por ciento del total esa categoría. Otras 315 son suboficiales (el 4,66% del total), 334 cabos (el 4,51%) y 6.636 guardias (el 11%).
36 años se cumplen ya desde la entrada en la Guardia Civil de la primera mujer. Según las estadísticas internas, en los dos últimos años el porcentaje de ingreso de mujeres es superior al 30% y ha alcanzado el 35% en la última convocatoria. Son en total 7.479 mujeres en la Guardia Civil, que representan el 9,57% del total de 78.191 efectivos. Y es que se ha convertido en una profesión referente para las mujeres. En lo que se refiere a España, es en Asturias donde más mujeres de verde hay con un 13,4%. y las Comunidades de La Rioja, Navarra, Murcia, Madrid, Aragón, Canarias, y Baleares la siguen. Mientras que Castilla y León representa solo un 8%. Mientras que Galicia y Cataluña (ambas en las que esa proporción no llegan al 5%) son las que se encuentran a la cola en esta materia.
Durante este tiempo, el cuerpo se ha preocupado por mejorar en el uso no sexista del lenguaje e imágenes no estereotipadas de mujeres y de hombres en la comunicación institucional. También busca la conciliación de la vida personal, laboral y familiar y la consolidación de una igualdad real en las retribuciones de hombres y mujeres en la plantilla, corrigiendo posibles desviaciones.