El secundario de oro de las películas y series más famosas es de Burgos: "He trabajado de todo para salir adelante"
- El célebre actor, que descubrió su pasión por la interpretación "por casualidad", critica que Castilla y León "no apoya el cine" e insta a las administraciones a que "tengan presente que sale rentable".
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Iba para periodista, pero terminó apostando por la interpretación, la cual convirtió en su pasión y profesión "por pura casualidad" con tan solo 18 años.
De aquel momento han pasado casi cinco décadas, habiendo logrado convertirse en uno de los actores secundarios más preciados del cine y la televisión española, y con ello en un rostro habitual de las películas y series más divertidas y famosas del espectro nacional.
Ha participado en más de un centenar de producciones audiovisuales y en más de 50 obras de teatro, y hoy, a sus 65 años, sigue cosechando grandes e importantes éxitos.
Miguel Gredilla García, comúnmente conocido como Janfri Topera por ser este su nombre artístico, ha logrado colarse en centenares de hogares españoles, llenar multitud de salas de cine en repetidas ocasiones y, en definitiva, conquistar a los grandes aficionados del humor y la comedia.
Sin embargo, pocos saben que este célebre actor que ha hecho reír a tantas y tantas personas es de Burgos. Hoy, uno de los secundarios más famosos de la interpretación española recuerda su infancia, adolescencia y madurez en la provincia burgalesa y repasa su intachable trayectoria en una sincera entrevista con EL ESPAÑOL - Noticias de Castilla y León.
Aunque muchos crean que es del País Vasco, lo cierto es que Janfri es natural de Oña, el pueblo que le vio nacer y crecer hasta los 10 años de vida, cuando se mudó a la capital para cursar sus estudios superiores.
Sin embargo, nunca rompió el vínculo con su tierra natal, a la que regresaba siempre que tenía ocasión, fundamentalmente "los veranos", para disfrutar de vivencias hoy convertidas en "recuerdos imborrables" con familiares y amigos en cada rincón de la localidad.
Su vida dio un giro de 180 grados a los 18 años, cuando, de pronto, se plantó en Madrid con la idea de estudiar Periodismo, pese a que terminó metiéndose a la Escuela Oficial de Arte Dramático.
"Mi primera vocación era la de periodista, pero por una confusión de fechas del periodo de matriculación, se me pasó el plazo de inscripción para la Escuela de Ciencias de la Información y por aprovechar ese año me metí en la de Arte Dramático. Ahí fue cuando me entró el veneno del teatro y ya no paré", ha confesado al respecto.
Ahora bien, cabe destacar que Janfri ya había testado la interpretación durante su infancia, cuando se sentía importante y "especial" al hacer de juez en las actuaciones de Navidad, y también en la adolescencia. "Estudiando en la Sagrada Familia de Burgos hice una función y me empezó a picar el gusanillo", ha revelado.
A ello se suma, además, que formó parte de un grupo de teatro en la capital burgalesa llamado El Alfoz.
Sin bien, no fue hasta que entró en la Escuela y se encontró "con todos los grandes que había allí", entre ellos Paco Onieva, González Bergel, José María Rodero y María Guerrero, cuando el actor supo realmente que quería dedicarse a la interpretación.
"Fue un descubrimiento, como un enamoramiento, y se hizo una pasión", ha reconocido. Y es que desde entonces ha sido todo un privilegiado al haber podido ir encadenando un trabajo con otro hasta la actualidad, aunque, tal y como ha desvelado, "he tenido que trabajar de todo y hacer mil y una cosas para salir adelante".
Janfri empezó en el teatro, el cual considera su "casa", pero enseguida dio el salto a la televisión, la cual define como "un formato muy agradecido", y también al cine, al que se refiere como "el más coñazo", porque este requiere "estar siempre esperando a que salga algo", pero también "el más gratificante" porque es el que "está más currado y el que queda guardado para siempre", ha señalado.
De este modo, ha participado en obras de teatro como El montaplatos, Los Espejos de Don Quijote, Cincuentones, La familia del chivo Froilán o El secuestro; y en películas como La buena vida, El robo más grande jamás contado, Mortadelo y Filemón. Misión: salvar la tierra, Torrente 4: Lethal Crisis, Cuerpo de élite, De perdidos a Río y La Navidad en sus manos.
A todos estos proyectos se suman, además, las series más míticas como Al salir de clase, La verdad de Laura, El comisario, Cuéntame cómo pasó, Con el culo al aire, Matadero y Amar es para siempre, entre muchas otras.
En prácticamente todas ellas ha interpretado papeles cómicos cargados de humor, lo que, desde su punto de vista, le ha ido encasillando en el género de la comedia, hasta el punto de que "directores, jefes de casting y espectadores ya te enmarcan en este género", de tal manera que "verme en drama o tragedia se hace un poco más difícil".
Janfri esto lo considera "una faena", ya que sí le hubiese gustado "hacer cosas más allá de este género en cine y en televisión". "Me da un poco de rabia, porque en el teatro sí que me lo han permitido y lo he disfrutado un montón", ha confesado.
Algo parecido le ocurre con el hecho de que, por lo general, a lo largo de su trayectoria profesional siempre ha interpretado a personajes secundarios. El actor ha reconocido que sí que le hubiera gustado hacer "más protagonistas".
Ahora bien, se siente muy orgulloso de haber encarnado a multitud de secundarios, al considerar que son "muy agradecidos, porque tienen poco texto, pocas escenas y pocas secuencias, pero que, si quedan bien, llaman mucho la atención".
"El protagonista está todo el rato, pero a veces vas tú y con menos texto destacas más", ha confesado.
En estos momentos de su vida y cuando ha interpretado un gran número de personajes tanto en la pequeña y gran pantalla como encima de las tablas, Janfri reconoce que son muchos los proyectos "que me han quedado en la memoria".
Sin embargo, si tuviese que quedarse con uno, en cine sería con El milagro de P. Tinto, una película "que supuso un éxito muy grande", además del inicio de una larga relación laboral con Javier Fesser, el director del filme y con el que, desde entonces, "no he parado de trabajar".
Por su parte, de sus trabajos en televisión destaca Con el culo al aire, una serie "que también me dio muchas alegrías y en la que me pasó lo mismo". En ella conoció al director Joaquín Mazón y con él ha vuelto a compartir set de rodaje en otras producciones de gran éxito como Cuerpo de élite o De perdidos a Río.
"De repente te encuentras con directores que te acogen como Berlanga a Manolito Alexander, que hagas poco o mucho estás en todas sus películas. Y eso también es de agradecer", ha expresado el actor.
Llamamiento a la Junta
En lo que al presente de Janfri Topera se refiere, cabe destacar que este se resume a "la serie de mi vida", su madre, de 93 años. "Ahora ese es mi mayor trabajo, cuidarla", ha revelado con orgullo.
Con ella reside en Madrid, aunque en cada verano ambos se trasladan a la ciudad de Burgos, donde tienen un piso, para huir del "calor insoportable" de la capital.
Asegura que a Oña hace tiempo que no va, ya que, aunque aún tienen casa allí, es una vivienda "de pueblo" con muchas escaleras, que su madre, "con movilidad reducida", ya no puede subir. Por ello, cuando viajan a Burgos, se instalan en el apartamento que poseen en la ciudad.
En cualquier caso, aunque Janfri dedique gran parte de su tiempo a su progenitora, habiendo tenido que "renunciar al teatro" a causa de "las horas de ensayo y los bolos fuera de Madrid que requiere", sí sigue realizando "muchas colaboraciones especiales".
Las hace con directores amigos como Joaquín Mazón, con el que ha trabajado en El Casoplón, "que se estrenará en verano", y en La Navidad en sus manos 2, cuyos rodajes "estamos justo empezando"; y con Carlos Iglesias, con quien hizo la película La bala, rodada íntegramente en Ciudad Rodrigo el pasado mes de septiembre.
Y es que de este proyecto destaca, fundamentalmente, el "mérito tremendo" que lleva consigo, así como la valentía de Carlos, su director, y Pablo Moreno, el productor, por rodar este filme en Castilla y León, un lugar donde a su juicio "políticamente no se está apoyando al cine".
Sobre este asunto, Janfri, en tono serio, ha criticado el hecho de que muchas producciones recurran a otras comunidades de España "por todas las ventajas que ofrecen a las producciones cinematográficas", en palabras de Topera, "al contrario que Castilla y León".
Por todo ello, el actor burgalés ha aprovechado la entrevista para hacer "un llamamiento a la Junta, a las diputaciones y a los ayuntamientos de la Comunidad, para que tengan presente que apoyar al cine sale rentable, porque da mucho trabajo y dinero", ha confesado.
Asimismo, les ha instado a aprovechar tres oportunidades de oro que se presentarán próximamente y en las que el propio Janfri está implicado.
Una de ellas tiene que ver con la Film Commission de Burgos, desde donde la jefa de producción Marina Ortiz, "está tratando de fomentar que vengan producciones a la Comunidad y a la provincia", pero no a hacer "lo mínimo", sino a rodar una buena parte de sus proyectos audiovisuales.
Otra de ellas es un proyecto, precisamente producido por Marina Ortiz, y en el que Janfri da vida a "un protagonista trágico".
Se trata de un corto de terror "quinqui" llamado El Puente, ambientado en la localidad de Poza de la Sal (Burgos) y escrito y dirigido por el joven burgalés Saúl González.
"Un auténtico prodigio, al que le acaban de dar un premio en el Festival de Aguilar de Campoo, por el guion de este corto que haremos en junio de 2025 y que va a estar por todos los mejores festivales nacionales e internacionales, llevando el nombre de Poza de la Sal, Burgos y Castilla y León por todo el mundo", ha afirmado el actor.
Por ello, ha instado a las administraciones competentes a que "no desaprovechen la oportunidad y echen una mano" en la promoción de este proyecto.
Finalmente, el burgalés se ha referido a una tercera propuesta, "que aún está empezando", pero para la que también ha pedido apoyo. El que tal vez sea su proyecto más especial, que va a llevar a cabo junto a Carlos Iglesias y en el que ambos van a llevar a la ficción su "proyecto vital" actual.
"Tiene que ver con nuestra situación, porque Carlos, como otros muchos, también tiene a su cargo a su madre de 90 años. Un trabajo enorme que solo los que lo hacemos sabemos lo duro, pero a la vez gratificante y maravilloso que es, porque permite devolverle a una madre todo lo que hizo por ti cuando eras un niño", ha afirmado.
En este sentido, ha explicado que el proyecto hablará sobre "esas mujeres tan maravillosas, que son las castellanas de toda la vida, que tienen una genética fantástica, haciendo también referencia a esa España vaciada".
Un trabajo "muy bonito" y significativo, que, a su juicio, bien merece cualquier ayuda y colaboración, y que también centra parte de la atención del emblemático actor, hoy considerado el secundario de oro de las obras, películas y series más divertidas de nuestro país.