Tres graves fuegos, declarados de nivel dos por su peligrosidad, pusieron hoy de nuevo en jaque al operativo contra incendios forestales de Castilla y León en una jornada de mucho calor y fuertes vientos. A esta hora las llamas siguen avanzando sin control en los focos de San Juan de la Nava (Ávila), Quintanilla del Coco (Burgos) y Vegalatrave (Zamora), que la Junta considera han sido presuntamente provocados por la “mano del hombre”.

El incendio declarado en San Juan de la Nava se produjo en una zona donde ya se había registrado un fuego, lo que lleva a pensar que ha sido intencionado. El operativo desplegado de 164 personas está formado por un técnico, tres agentes medioambientales, once helicópteros, seis cuadrillas helitransportadas, un avión anfibio, un avión de coordinación, tres brigadas helitransportadas de refuerzo, otras tantas cuadrillas terrestres y 13 autobombas. Además, la Junta ha solicitado medios de la Unidad Militar de Emergencia (UME) para que participen en las labores de extinción.

En el caso del incendio de Quintanilla del Coco (Burgos) los primeros indicios apuntan a que el fuego se produjo por una “imprudencia”, debido a que la actividad que la originó no estaría permitida, dada la declaración de alerta emitida por la Junta. Este fuego ha obligado a desalojar cinco poblaciones -Santibáñez de la Vega, Santo Domingo de Silos, Carazo, Villanueva de Carazo y Hacinas-, de forma que se ha habilitado en el poliderportivo de Salas de los Infantes un albergue para unas 200 personas.  

El operativo desplegado está formado por dos técnicos, ocho agentes medioambientales,  una decena de helicópteros, cinco aeronaves, cuatro equipos de extinción de incendios y dos brigadas helitransportadas, así como dos bulldozer, tres autobombas y otras tantas cuadrillas de tierra.

Además de los medios de la Junta, la Unidad Militar de Emergencias también ha sido activada para intervenir en este incendio y los Bomberos de la Diputación y de la ciudad de Burgos, que están actuando para sofocar las llamas que están afectando a algunas construcciones. "En Santo Domingo de Silos luchamos casa por casa", indicaron en Twitter, donde publicaron un vídeo en el que se les puede ver apagando el fuego.  

“Cuando un incendio forestal alcanza poblaciones, las labores de extinción se complican mucho", explican los Bomberos de Burgos, que han enviado todos los medios de guardia hacia las poblaciones afectadas por el incendio, en concreto Santo Domingo de Silos, donde tratan de proteger el monasterio y las casas.

El incendio declarado en Vegalatrave (Zamora), a las 18.00 horas, ha obligado ya a evacuar ocho localidades de la Tierra de Alba y está en preaviso la urbanización de La Encomienda, que ya fue desalojada la semana pasada por el incendio de Losacio, según confirmaron fuentes de la Comandancia de la Guardia Civil de Zamora.

Han tenido que ser desalojadas de forma preventiva las localidades de Losacio, Olmillos de Castro y sus anejos Marquiz de Alba y Navianos de Alba; Losilla y Pedro de las Cuevas, del municipio de Santa Eufemia del Barco, Perilla de Castro y, en preevacuación, la urbanización de La Encomienda.

En la zona trabajan dos técnicos, cuatro agentes medioambientales, tres brigadas helitransportadas, tres buldóceres, cinco autobombas y dos cuadrillas de tierra, apoyadas hasta el ocaso por un helicóptero de la base de Villaralbo, dos de Rosinos de la Requejada y uno de Villardeciervos (Zamora). La Junta de Castilla y León ha detectado indicios de que este nuevo incendio puede ser provocado, al igual que los graves siniestros declarados en las provincias de Ávila y Burgos.

Finalmente, el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, se comunicó este domingo con el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, al que le pidió "redoblar los esfuerzos" para prevenir estos fuegos especialmente en Castilla y León y, en Zamora, "desde el reconocimiento y gratitud a la Guardia Civil y la colaboración con el Gobierno de España".