Hospitalizados y UCIS marcan el camino a la fase uno de Castilla y León
Vivir el día a día en el caso de las cifras de coronavirus provoca que a muchos les invada un sentimiento de hastío. Nos cansamos de hablar, y de escuchar, descensos y repuntes sin que eso parezca significar mucho. Nuevos contagios, varios por PCR. Y las altas, que siempre nos da cambia momentáneamente el sentimiento a algo más positivo.
Sin embargo, merece la pena, especialmente cuando se ve una buena evolución, echar la vista atrás para poner un contexto mucho más general. Y aquí, Castilla y León, como el resto de España, pese a no haber entrado en la fase uno en su mayoría, muestra muy buenos datos, casi inmejorables.
Esto ocurre especialmente en los hospitalizados y en los enfermos en UCI. En estas cifras no se habla apenas de repuntes y la evolución es claramente descendente. Según las cifras aportadas por la Junta de Castilla y León, no en vano, se habla actualmente del entorno de los 600 hospitalizados y los 120 en UCI, muy lejos de los picos más preocupantes que hubo y que extenuó a los sanitarios.
Y es que Castilla y León ha llegado a tener la primera semana de abril más de 2.500 hospitalizados y de 350 en UCI. Es decir, en apenas un mes, ambos números se han dividido entre cuatro y tres, respectivamente, independientemente de las medidas que se han ido tomando por el Gobierno de la vuelta al trabajo tras la Semana Santa o la salida de los niños y mayores, hace ya más de dos y una semana.
En el caso de los fallecidos, además, se ha pasado de crecimientos semanales de 467 fallecidos precisamente en esa misma semana hasta los 87 de la última semana. Siguen siendo muchos y por ello no se pasa a la fase uno pero la evolución es inequívocamente buena. Sigamos para que más pronto que tarde podamos emular a la mitad de España.