Castilla y León y León se encamina "hacia una meseta” en la segunda ola con una “tendencia discreta a la estabilización"
La consejera de Sanidad, Verónica Casado, aseguró este jueves que Castilla y León y León se encamina a una “tendencia discreta a la estabilización, hacia una meseta”, en esta segunda ola de la pandemia, con una incidencia de 800 casos por cada 100.000 habitantes, casi el doble que en España, que se establece en 452, con “tendencia generalizada de descenso progresivo”. “Hay que mantenerse muy atentos, sin relajación y activos en relación a intentar disminuir este impacto sanitario”, explicó la consejera.
Casado incidió en que todas las provincias, salvo Segovia, se encuentran por encima de los 500 casos por cada 100.000. Sólo Burgos y Soria mantienen una tendencia creciente. En las demás es de "descenso lento". El índice de reproducción del virus está en 0,9 y todas las provincias se encuentran por debajo de 1, excepto Burgos, que está precisamente en esa cifra exacta, pero ha bajado en relación a cifras anteriores.
Aún así, mostró preocupación por municipios como Burgos, con 1.767 casos por cada 100.000 habitantes; Laguna de Duero y Medina del Campo (Valladolid), con 1.350 y 1.155, respectivamente; San Andrés del Rabanedo (León), con 1.061; Valladolid; y con 1.048, Zamora, con 1.157. Todas ellas con incidencias "muy elevadas".
En la última semana se han realizado 74.951 pruebas diagnósticas, de las que 17.240 eran antígenos de segunda generación.
Asimismo, sobre la presión de los centros hospitalarios, advirtió que está “en aumento” porque están ingresando personas que “se habían contagiado en las dos últimas semanas”. A día de hoy se contabilizan 1.618 pacientes en los hospitales, de ellos, 1.375 en planta y el resto en UCI, 243, lo que supone una ocupación general en planta del 71 por ciento, siendo COVID el 23 por ciento, y en las UCI extendidas, del 76 por ciento del total de camas habilitadas.
A día de hoy, dijo Casado, Castilla y León, a pesar de la incidencia “alta”, ocupa el séptimo puesto en tasa de ocupación en UCI y la tercera en ingresos hospitalarios. En este punto, recordó que se propuso al Ministerio de Sanidad la creación de la figura de un coordinador clínico a nivel nacional para analizar cuando alguna comunidad “puede responder a las necesidades de otra”. “Expertos como Rafael Matesanz apoyan esta figura que nos permita mover los pacientes fuera si nosotros estuviéramos colapsados en las UCI. Hemos mandado nuestra situación y proyección, que es lo que nos han pedido”, argumentó la consejera.
También sostuvo que en la reunión del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, a la que asistió telemáticamente la ministra de Salud de Portugal, se analizó la incidencia en Zamora y Salamanca, que comparten frontera con la zona del país luso más afectada por el COVID-19. “No ha habido un reflejo de incidencia a pesar de la cercanía”, expuso.
Por último, envío un mensaje de esperanza: “Vamos a conseguir salir de esta situación. Es importante colaborar entre todos. Lo nuclear no es hacer antígenos o determinadas intervenciones, sino las más sencillas, la distancia de metro y medio, mascarilla, lavado de manos y ventilación”.